Resucitar con Cristo (tres claves)

Resucitar con Cristo (tres claves)

Mons. Munilla apunta tres claves sobre la Resurrección: sanación de heridas interiores, liberación de esclavitudes y adicciones e iluminación del sentido de la existencia desde la razón y la fe

Solo puedo dar gracias a Dios por la primera Semana Santa vivida como obispo de Orihuela Alicante. Ciertamente, nunca hubiese imaginado la hondura de la veneración de la que he sido testigo en nuestras calles. La lluvia de las ‘aleluyas’ en la celebración de la resurrección en Elche es una muestra maravillosa del don de la Pascua.

Por eso mismo, sería muy de lamentar que no extrajésemos todas las consecuencias que se derivan de la celebración de la Pascua de Cristo. En efecto, no somos meros espectadores de lo acontecido a quien es el personaje central de la historia de la humanidad, Jesús de Nazaret. Celebrar la pasión, muerte y resurrección de Jesús es tomar conciencia de que su Pascua introduce nuestra propia pascua. La muerte de Cristo nos llama a morir al ‘hombre viejo’ –en palabras de San Pablo (Efesios 4, 22-24)–, para revestirnos del ‘hombre nuevo’. Celebrar bien la Pascua de Cristo se traduce en la experiencia de una ‘vida resucitada’, en contraposición a una ‘existencia mortecina’: «Por tanto, si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios.» (Colosenses 3, 1-3).

Si alguno cree que estas expresiones bíblicas son abstractas e imprecisas o que corren el riesgo de reducirse a una mística desencarnada, está muy equivocado. Y como prueba de ello, me centro ahora en subrayar tres manifestaciones concretar y prácticas en las que se traduce la vida resucitada que nace de la Pascua de Cristo:

1.- Sanación de heridas interiores: Nuestro tiempo se caracteriza por la proliferación de heridas afectivas, de las que solemos ser más o menos conscientes, que nos arrastran a la decepción y a la desconfianza. La familia se ha desestructurado en pocos años hasta límites nunca antes vistos. A esto se añade que la sociedad del bienestar nos ha hecho más frágiles y vulnerables, por lo que el daño generado por las malas experiencias de amistades, familiares y de pareja, está provocando daños especialmente incisivos.

Por mucho que nuestra cultura libertina haya pretendido maquillar todo este sufrimiento, convirtiéndolo a veces en un escaparate al modo de un ‘Gran Hermano’, lo cierto es que nunca habíamos alcanzado un índice tan grande de fracturas psicológicas. A pesar de que las nuevas ideologías pretendan convertir las heridas en pulmones, en una suerte de huida para adelante, lo cierto es que desde esas heridas solo se respira desencanto y frustración. Finalmente, el narcisismo parece ser la consecuencia inevitable generada por la carencia de un amor maduro y estable.

En realidad, sufrimos porque no somos capaces de amar desde la cruz de nuestra vida. Y por ello, la Pascua de Jesucristo se convierte en la escuela divina del amor humano. No es casualidad que el Evangelio nos pida el amor al prójimo y el amor al enemigo; ya que generalmente nuestro enemigo suele ser nuestro prójimo. Por ello, el perdón a nuestros enemigos se convierte en la condición para poder amar a fondo perdido, sin confundir amar con poseer o con utilizar. ¡Solo la gracia del resucitado nos permite amar como si nunca hubiésemos sido heridos!

2.- Liberación de esclavitudes y adicciones: Cuando las heridas interiores no son identificadas y abordadas en pro de su sanación, lo frecuente es buscar compensaciones en forma de un placer inmediato. Ya que no somos felices –¡solo el amor maduro nos alcanza la felicidad!–, recurrimos a aliviarnos en algún refugio placentero, que finalmente termina por degenerar en una esclavitud adictiva: alcohol, drogas, pornografía, video juegos, etc.

Merece especial mención la pandemia adictiva de la pornografía. Aunque no existen estudios serios sobre la incidencia en adultos, sabemos que 7 de cada 10 adolescentes consumen pornografía, a la que acceden por primera vez a los 12 años… Cuando en la revolución del mayo del 68 se reivindicaba el sexo libre, pocos hubiesen supuesto que éste habría de convertirse en un instrumento de manipulación colectiva. ¡Nunca una dictadura llegó a estar tan consolidada, como cuando consiguió que los esclavos sintiesen placer en serlo!

La Pascua de Cristo nos otorga el don del amor maduro, así como la verdadera libertad, que se traduce en la capacidad de ser dueños de nuestra voluntad al tiempo que siervos de nuestra conciencia.

3.- Iluminación del sentido de la existencia desde la razón y la fe: En el momento en que la cultura occidental dio la espalda a la revelación cristiana, no solo se produjo el eclipse de la fe, sino también el de la razón. El recurso al relativismo ha demostrado ser la táctica de quien es incapaz de dar una respuesta a la pregunta por el sentido de la vida. Lo hemos comprobado en el currículo de una nueva Ley de Enseñanza que se impone sin diálogo con el mundo educativo, en la que el aprendizaje de la historia es trastocado desde la llamada «memoria democrática», la filosofía es suplida por supuestos «valores cívicos», y la religión es arrinconada.

En la Pascua de Cristo se producen los encuentros del resucitado con sus discípulos; y esto nos recuerda a nosotros la importancia de abrirnos a la Revelación contenida en las Sagradas Escrituras. En palabras de San Agustín, el Evangelio es la boca del Cristo resucitado, y gracias a él descubrimos la superioridad de la Verdad frente al relativismo, de la Bondad frente al mero emotivismo, y de la Belleza frente a la crisis estética. ¡¡Feliz Pascua de Resurrección a todos!!

 

7 comentarios

Cristóbal
Doy gracias a Dios por tener este obispo.
¡Dios le bendiga!
17/04/22 9:00 AM
Carlos Dueñas
Me puse a leer el artículo con la idea de que Munilla sería capaz de relacionar la doctrina, por abstracta que sea, con cuestiones de la vida práctica y en el tercer párrafo me encuentro con la frase “Si alguno cree que estas expresiones bíblicas son abstractas (…) está muy equivocado”. A Munilla le suele rodear la polémica, pero es innegable esa capacidad de bajar desde la doctrina a las realidades del mundo actual vistas por un católico como él. Tiene un discurso muy potente.
17/04/22 11:27 AM
Mariano
Muchas gracias. Agradezco la psicología cristiana que explica y el sentido profundamente católico y humano que despliega.
17/04/22 8:09 PM
maru
Mons. Munilla, siempre predicó la enseñanza de la Iglesia Católica , tal cual es. Lo que sucede, es que muchos obispos y también muchos sacerdotes, llevan unos años , callando la verdadera evangelización y fomentando un buenismo absurdo , casi como "todo vale" y claro después de años confundiendo a los fieles.....a muchos de éstos les parecerá raro lo que proclama Mons.Munlla
17/04/22 9:17 PM
hugo humberto agudelo velez
se nota la grande sabiduria en el obispo munilla,gloria a Dios cristo resucito,bendiciones para y por todos mis hermanos en cristo jesus
18/04/22 3:16 AM
Vicente
Tres buenas claves.
18/04/22 9:36 PM
Silvia de Paredes
Gracias Mons. Munilla, DIOS lo bendiga y lo siga iluminando.
19/04/22 4:11 AM

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