Pederastia: piedra de molino

Pederastia: piedra de molino

Si la pedofilia es una lacra terrible de nuestra sociedad contemporánea, de la que también la Iglesia forma parte, pongamos los medios y los remedios para sanarla y erradicarla.

Lo decía en gran sociólogo Zigmund Bauman en una descripción precisa y real de nuestro momento: la sociedad es líquida. Es así: ha perdido el fundamento que la hacía sólida ante los avatares que nos zarandean. El mismo Jesús lo dijo en una de sus célebres parábolas: la casa que se edifica sobre roca podrá ser abatida por los vientos, las lluvias y huracanes, pero permanecerá en pie al tener el fundamento firme. La que se construye sobre arena, caerá con cuatro gotas o una imprevista brisa. Estamos así viendo cómo se establecen cortinas de humo por parte de las gobernanzas de nuestro país, a fin de distraer y focalizar una atención que despierta el encono por los temas que se jalean, que arrojan confusión por la amalgama de sus mentiras, que señalan cabezas de turco para organizar el pim-pam-pum con quienes ensañarse hasta su ridiculización y censura. A veces, más que cortinas de humo son verdaderas nieblas persistentes que ocultan la verdad, que insidian perversamente, que calumnian y zahieren a sabiendas para desgastar o intentar destruir a quien señalan como adversario cultural o enemigo político.

La Iglesia Católica se ha visto últimamente envuelta en este laberinto por parte de algunos mandamases y sus terminales mediáticos. Ha habido una consigna que ha señalado a los cristianos como diana: la Iglesia roba y ha de devolver lo que indebidamente se ha apropiado, y la Iglesia abusa de los niños y personas vulnerables. Estos son los dos mensajes que por doquier se han divulgado por tierra, mar y aire, sabiendo que jurídicamente (mientras dure el Estado de Derecho) no tendrán ningún recorrido fehaciente, pero que supondrán una erosión que se intentará que sea perdurable.

La pedofilia es un crimen inmenso, perpetrado con la más sucia alevosía, de la que Jesús dijo que más le valdría atarse una piedra de molino al cuello y tirarse al mar a quien hiciera daño a los más pequeños. Pero la pedofilia es un crimen, un delito y un pecado que es de la entera sociedad cuando ha perdido su horizonte moral, el aprecio por la verdad, el respeto ante lo más sagrado como es la vida y la familia, y las virtudes morales de la justicia. También la Iglesia tiene miembros que han cometido ese pecado, y por ello hemos puesto en marcha espacios y recursos humanos para la acogida de esas denuncias, para la prevención que eviten estos terribles abusos. Si hubiera habido alguien que hubiera ocultado, o protegido a quien los cometía, tiene una complicidad por la que tendrá que pagar ante Dios y ante la sociedad. Pero la pedofilia no es un pecado o delito cristiano en general y clerical en particular, sino que lo es de toda la sociedad. De hecho, estudios estadísticos independientes señalan el perfil de los victimarios vinculados al ámbito familiar y círculos amistosos, al educativo, al de tiempo libre y deportivo, y también al eclesial. Donde hay menores, existe el riesgo de perpetrar estos crímenes. Pero lo que representa esta triste desgracia y horrendo crimen realizados por clérigos, es el 0’2%. Un porcentaje que no consuela cuando tenemos delante a una persona desprotegida e inocente que es abusada por quien debería ser precisamente garantía de defensa moral y de confianza. Sobre él hemos pedido perdón, hemos puesto en marcha los medios para la prevención y el debido acompañamiento de las víctimas, y la consecuente aplicación de la ley civil y eclesiástica para quien delinque. Por eso sorprende el interés de un parlamento que se centra en este porcentaje e ignora el 99’8% restante.

Si la pedofilia es una lacra terrible de nuestra sociedad contemporánea, de la que también la Iglesia forma parte, pongamos los medios y los remedios para sanarla y erradicarla. La pornografía tan fácilmente asequible, la educación ideologizada por el género, la hipocresía cínica de la inmoralidad o amoralidad en tantos casos, hacen de campo de cultivo para que se sigan cometiendo estas tragedias deleznables.

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm

Arzobispo de Oviedo

 

14 comentarios

Pep
Así es.
Está señalando con el dedo el camino, solo hay que atreverse a recorrerlo.
4/02/22 11:11 PM
Néstor
¿Se puede hablar propiamente de "pedofilia", al menos en la mayoría de los casos en que las víctimas no eran propiamente hablando niños, sino adolescentes o jóvenes? La Wikipedia, por ejemplo, incluye entre las víctimas de la "pedofilia" solamente a "infancia y preadolescentes".

Teniendo en cuenta que la gran mayoría de las víctimas son varones, más bien habría que hablar de "homosexualidad".

Saludos cordiales.
5/02/22 3:47 AM
JSP
"Si la pedofilia es una lacra terrible de nuestra sociedad contemporánea, de la que también la Iglesia forma parte, pongamos los medios y los remedios para sanarla y erradicarla."

1. Por las propias fuerzas el hombre no puede erradicar el Pecado.
2. El único Médico que puede sanarla es Cristo.
3. Y el remedio es que la autoridad eclesial y civil obedezca a Cristo: eunucos por el Reino de los Cielos (los sacerdotes homosexuales no encajan); y Cristo Rey en las leyes positivas humanas. Por ej.: una educación que pervierte la moral sexual de los niños genera pedófilos y efebófilos.
5/02/22 9:52 AM
pedro de Madrid
La alcaldesa socialista de Getafe mandó a todos los colegios de su ayuntamiento un adoctrinamiento sexual para niños totalmente intolerable, con el fin de que los pocos niños que vayan a hacer la Primera Comunión vayan corrompidos y no digamos las charlas que pretenden dar los homosexuales en colegios, sobre su fornicación trasera, y un largo etc, impuesto por el gobierno, que lleva a esas corrupciones y eso no se tiene en cuenta, estos son los culpables. Monseñor puso en evidencia el comportamiento de una cierta clerigalla
5/02/22 12:57 PM
Carlos Dueñas
En “Infovaticana” se publica un artículo de Fernando Beltrán sobre los abusos sexuales muy interesante titulado “No vayamos de víctimas”, con una interpretación diferente de los datos estadísticos del informe de ANAR. Creo que se equivoca la Iglesia si aprovecha este informe y la negativa, interesada políticamente, del Gobierno español y varios grupos parlamentarios a investigar todos los casos de abusos sexuales a menores, para minimizar su pederastia y victimizarse.
5/02/22 1:39 PM
Sancho
Puede que sólo el 0,2% de los abusos hayan sido cometidos por clérigos, pero también puede que el 99,8% de esos casos hayan sido encubiertos. Mucho me temo que si los casos de abusos en el entorno de la Iglesia no hubiesen salido en los medios de comunicación, seguiría habiendo encubrimiento generalizado, marginación de las víctimas y cuasi impunidad de los abusadores. Incluso ahora, no me extrañaría que un buen número de obispos sigan dispuestos a encubrir los casos que se les presenten.

Por otra parte, no hay que minimizar ese porcentaje del 0,2%, pues, en relación al número de clérigos, indica un porcentaje de abusadores mucho mayor, por ejemplo, que en el caso de los padres, pese a que sea este el grupo donde más casos se registran.
5/02/22 4:38 PM
María del Pilar
Pues eso, señalan a la Iglesia y resulta que las leyes de educación que están imponiendo en las escuelas fomentan todo esto...
¡¡Desde el gobierno no solo son hipócritas, son ademas pervertidores de niños a sabiendas de que lo hacen!!
¡¡PADRES, ATENTOS A LO QUE OS ESTÁN COLANDO EN LOS COLEGIOS!!
5/02/22 6:48 PM
Marta de Jesús
Los que tienen sexo con "mayores", es decir, con púberes, siguen siendo posibles abusadores. Pero el C.P. no los defiende tan directamente. Habría que demostrarlo. A lo mejor venían de una situación vulnerable en sus hogares o una situación personal delicada o venían directamente de haber sido abusados previamente en la etapa pre-púber. Los abusadores pre-púberes estaban en contacto con púberes y se pasaban a las víctimas de unos a otros, vaya, que se daba comúnmente una especialización. Es un tema complejo. Incluso hay mujeres violadas en sus matrimonios, ya que no se atreven a decir no y se ven obligadas. Y son bien mayores de edad. En otros casos pudieran ser chicos ya homosexualizados, muy activos, que simplemente tenían sexo con otros homosexuales (clérigos, en el caso eclesial) También estaría mal porque el celibato no es para eso. Y los actos homosexuales son pecado.

Por lo demás, los porcentajes eclesiales se ve bien que eran principalmente de homosexuales y de la afectación de la lujuria social. En mi juventud estuve alejada de la iglesia, y mejor no les cuento lo que vi y lo que viví. Y todavía no estaba la sociedad tan degradada sexualmente como ahora. Un asco que sacudió también a la Iglesia. No creo que más. Probablemente menos. Pero difícilmente podrá saberse nunca. No podrán relacionar celibato y pederastia porque se ve claramente que no van por ahí los tiros. Seminarios gestionados por depredadores homosexuales que echaban a los válidos y daban pas
5/02/22 10:11 PM
Marta de Jesús
De los totales, muchos no denunciarán. Los que más se animaron a denunciar fueron los casos eclesiales. Se normalizó la asquerosidad. Ya comenté un caso cercano que estaría en el porcentaje de vecindad, pero nunca denunciará. Ni los demás compañeros afectados. Los psiquiatras lo ven taaan normal. Y ese abusador, una sola persona en un pequeño pueblo, abusó de cientos de niños porque abusaba en grupos. Grupos que llevaba al monte. No de uno en uno. Y luego a algunos de esos los pasaba al depredador púber. Otros eran rescatados antes por sus familias. Como ése muchos que nunca sabremos. Eso en el SXX, pero hoy día hay redes poderosísimas de pederastia fuera de la Iglesia que se gestaron el siglo pasado. La Iglesia, de momento, somos los únicos que estamos haciendo algo. Los demás siguen avanzando en la degradación. Sabremos algo alguna vez o normalizarán la pansexualización de la infancia por parte de adultos pervertidos?



Y sí somos víctimas. No hace falta que vayamos de ello. Pero esos abusados son mucho más víctimas que nosotros. Y se merecen una sanación, una respuesta, un rechazo a esas conductas en el seno de nuestra Iglesia. La persecución es evidente. Muestran nuestros pecados, incluso los que no son nuestros, a los cuatro vientos, mientras tapan esos mismos pecados en los otros sectores de la sociedad. Para mí es una clara oportunidad de purificación y de desmarcarse claramente. Por ahí no.

Para algunos hagamos lo que hagamos siempre estará mal. 
5/02/22 10:23 PM
Ramón montaud
Excelente interpretación de lo que hace el gobierno actual, previsible, y sus actuales voceros (medios de comunicación), también previsible.
6/02/22 6:15 AM
Jackino
No vayamos de victimas pero tampoco de culpables. La fiscalia deberia investigar todos los casos de pederastia. Si se pone la lupa sobre los abusos dentro de la Iglesia seria hipocresia farisaica. Tambien hay muchos casos de pederastia fuera de la Iglesia. Es como ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio.
6/02/22 12:14 PM
Angel R Boya Balet
El clero cuando señala a los otros con el "y tú más" parece que pretende que los delitos cometidos por los suyos queden impunes.

En mi opinión la jerarquía sana del clero y el clero sano deberían ser los primeros posicionados en sancionar esas agresiones a los derechos básicos de las personas
7/02/22 3:29 AM
fernando
"Jesús dijo que más le valdría atarse una piedra de molino al cuello y tirarse al mar a quien hiciera daño a los más pequeños"
Esto seguramente es pena de EXCOMUNIÓN
8/02/22 3:40 PM
Jago
Que un policía sea corrupto es grave, pero si la institución policial lo persigue y no lo encubre, entonces seguiremos confiando en la Policía.
Que un cura abuse de un niño es muy grave, pero lo terrible es que la Iglesia, a través de sus orondos obispos, haya estado encubriéndolos y exponiendo a otros niños a estos monstruos. Yo soy católico y padre de 6 hijos, respeto el sacerdocio seguramente mucho más que la mayoría de los sacerdotes, pero jamás dejaría a un hijo mío a solas con alguien que ronda por la Iglesia, no porque el riesgo sea mayor que en otros entornos, sino porque la institución no ha sido celosa en su protección, más bien al contrario, los ha expuesto a sabiendas. Ahora que cada palo aguante su vela.
9/02/22 8:05 AM

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