Ni operaciones de senos ni más aborto sin consentimiento paterno

Cuando el Estado se empeña en ocupar el lugar de los padres, nos encontramos ante un régimen totalitario, por mucho que dicho totalitarismo se disfrace de democrático. Las principales víctimas de ese afán por convertir en papel mojado la patria potestad son los jóvenes, que encuentran en el Estado un aliado perfecto para no aceptar la autoridad de sus mayores. Y a la larga será la propia sociedad la que sufra la incapacidad de toda una generación de formar una familia en la que el papel de padres e hijos sea conforme a la ley natural.

La ministra de Igualdad parece empeñada en hacer el ridículo cada vez que abre la boca. Después de decir que un feto de 13 semanas es un ser vivo pero no un ser humano, lo que le ha valido la crítica prácticamente unánime de la comunidad científica, ahora cambia de tercio y justifica que las menores puedan abortar sin consentimiento paterno alegando que también pueden operarse de los pechos sin que los padres puedan evitarlo.

Suponiendo que tal cosa sea cierta, sería justificar un mal mayor con otro mal menor. Y es que aunque no puede compararse el asesinato de un ser humano inocente en el seno materno con una operación de pechos, lo cierto es que esta última tampoco debería de hacerse sin el permiso de los padres de las menores. Si eso fue permitido por el gobierno de Aznar, mal hecho. Lo que el sentido común dicta es que cualquier tipo de decisión que puede marcar la vida de un menor esté  bajo la cobertura de la patria potestad de sus padres o tutores.

Cuando el Estado se empeña en ocupar el lugar de los padres, nos encontramos ante un régimen totalitario, por mucho que dicho totalitarismo se disfrace de democrático. Las principales víctimas de ese afán por convertir en papel mojado la patria potestad son los jóvenes, que encuentran en el Estado un aliado perfecto para no aceptar la autoridad de sus mayores. Y a la larga será la propia sociedad la que sufra la incapacidad de toda una generación de formar una familia en la que el papel de padres e hijos sea conforme a la ley natural.

Lo que está ocurriendo en la primera década del siglo XXI en España afectará gravísimamente al futuro de este país durante buena parte de esta centuria. Los cristianos debemos de hacer todo lo posible, incluso llegar a la resistencia civil, para librar a nuestros hijos de la influencia nefasta de una casta política que vive obsesionada por dominar sus almas y sus conciencias.

2 comentarios

Blanca
Cualesquiera padres y madres con una relación medianamente normal con sus hijas e hijos adolescentes de 13-17 años sabe cuánto necesitan de su cariño, opinión, apoyo... y dinero. Habrá tantos modos, grados, rachas, como personas, pero una chica normal de 16 años está pendiente de su madre y de las profes mucho más de lo que a los ideólogos partitocráticos feminoides les parece.
26/05/09 9:37 PM
Si tanto quiere PAPA ESTADO a sus ciudadanos jovenes, ¿ Por qué no les busca a todos vivienda ?. ¿ por qué no les busca un adecuado puesto de trabajo ?. ¿ Por qué no les da préstamos y crédito sin interés ?
¿ por que no les enseña cultura de la vida y no de la muerte ?.
Menos permisividad y más respeto a sus mayores. Más estudios y cultura verdadera y menos ADOCTRINAMIENTO POLÍTICO.
Más decencia, modales y educación y menos promiscuidad tolerada e indecente.
Menos laicismo relativista intolerante y más respeto a Dios y a la verdadera religón.
El derecho a matar no existe.
Existe el derecho a vvir.

Y España, sin ninguna duda, iría MUCHO MEJOR.

Pero de lo que se trata con el actual " progresismo " relativista, es no progresar, sino retroceder.

Y destruir la sociedad cristiana, según los planes masónicos de la internacional socialista.

Y el que no lo vea, no tiene ojos en la cara. Así de claro, es lo que sucede actualmente en Expaña.

Saludos.
27/05/09 12:04 AM

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