Jack Kevorkian, defensor de la eutanasia y «asistente de suicidios»

Falleció el «doctor Muerte» a los 83 años

Jack Kevorkian, conocido mundialmente como el «Doctor Muerte» por su apoyo a la eutanasia y haber colaborado en el suicidio de unas 130 personas, habiendo filmado a una, falleció hoy en un hospital de Detroit a la edad de 83 años. Creó en 1990 su máquina de suicidio paraque los pacientes se autoadministraran una dosis letal de cloruro y potasio. Condenado en 1999 por homicidio a 25 años de cárcel, fue puesto en libertad en 2007.

(ACI/EWTN/InfoCatólica) La muerte de Kevorkian, que había sido condenado a 25 años de prisión por homicidio en segundo grado por uno de estos casos, ocurrió a las 02:30 a.m. de este viernes, según indicó su abogado y amigo Mayer Morganroth. 

Liberado en el 2007, Kevorkian estuvo internado desde hace un mes por diversos problemas: afecciones a los riñones, diabetes, hepatitis C. El "Dr. Muerte" había prometido en diversas declaraciones, luego de su liberación, no volver a participar en suicidios. 

Deben acusarme. Si no lo hacen, se entenderá que no creen que se trate de un crimen. No necesitan más pruebas, ¿o sí?". Con estas palabras, Jack Kevorkian o el "Doctor Muerte", desafió a las autoridades del estado norteamericano de Michigan y firmó, sin saberlo ni esperarlo, su sentencia a 25 años de cárcel en el programa televisivo que transmitió un video con su último "suicidio asistido".

Sus máquinas: Thanatron y Mercitron

En 1987, Kevorkian inició formalmente su macabro oficio de asistente de suicidios con un aviso publicitario en el que se presentaba como "médico asesor de enfermos desahuciados que deseen morir con dignidad" y saltó a la fama gracias a que los medios masivos cubrieron ampliamente la invención un aparato creado en su propia cocina que se convirtió en la primera máquina del mundo para suicidarse.

Convencido de que lo importante era "evitarles un sufrimiento a los pacientes", creó en 1990 su su máquina de suicidio Thanatron (máquina de muerte), que permitía que los pacientes se autoadministraran una dosis letal de cloruro y potasio, y también publicó videos en los que enfermos terminales le rogaban que les ayudara a morir.

Tras serle retirada la licencia médica, y al no tener ya acceso a las sustancias que administraba,  creó otra máquina llamada Mercitron (máquina de misericordia) con la que un paciente podía suicidarse respirando monóxido de carbono. 

Desde ese momento Janet Adkins, Marjorie Wantz, Karen Shofftall, Margaret Garrish, Thomas Youk y otras decenas de personas, pasaron a ser nombres conocidos en la creciente lista de "pacientes" que buscaban terminar los padecimientos de sus males en plena crisis emocional, víctimas de la obsesión mortal de Kevorkian, que se preocupó más por verlos morir que por verificar si estaban realmente enfermos.

"No me arrepiento de nada en absoluto", aseguró Kevorkian en una ocasión. "Mi objetivo final es hacer que la eutanasia sea una experiencia positiva", dijo a The New York Times en 1990. En 1999 fue condenado por homicidio en segundo grado a entre 10 y 25 años de cárcel. Salió ocho años más tarde por su delicado estado de salud y su buen comportamiento.  

El doctor L.J. Dragovic, médico forense del condado de Oakland, fue quien condujo la investigación sobre las autopsias. Desde que terminó su trabajo se niega a considerar como "suicidio facilitado por un médico", alguno de los casos en los que intervino Kevorkian inyectando drogas letales o proporcionando monóxido de carbono.

Desde joven manifestó morboso interés por experimentar con moribundos

Desde sus años de estudiante, Kevorkian era visto por sus compañeros como un sujeto por lo menos "inquietante", incluso respecto de la plenitud de sus facultades mentales. No por casualidad consiguió el apelativo de "Doctor Muerte" apenas graduado, y no en los últimos años, como la mayoría piensa.

Tenía la afición de relatar las masacres de sus antepasados armenios a manos de los turcos en la Primera Guerra Mundial y defendía el holocausto nazi porque "jamás podrán volver a hacerse los experimentos con humanos". Kevorkian se convirtió en el centro de atención de compañeros y jefes más por sus extrañas aficiones que por sus innovaciones médicas, desde que era residente de patología en un hospital de Detroit durante la década de loa ‘50s.

Hacía rondas especiales en busca de pacientes moribundos para mantenerles los párpados abiertos con cinta adhesiva y fotografiar sus córneas con el fin de observar si los vasos sanguíneos cambiaban de aspecto en el momento de la muerte, todo ello obviamente sin importarle la dignidad del moribundo.

Convencido de que ningún experimento era demasiado descabellado, a principios de los sesenta ya ensayaba transfusiones de sangre de cadáveres a personas vivas, buscaba permisos para experimentar con reos condenados a muerte por considerar "un privilegio único hacer pruebas con un ser humano que va a morir".

13 comentarios

Tanatos
Pues que Dios lo perdone, aún que lo tiene bastante "jodido", pues su actitud y su conducta son de las que claman en el cielo
4/06/11 4:49 AM
antonio grande
Para mí, siempre, lo importante para empezar a conocer a una persona es verle el rostro. Ahí está todo lo de ésa. Todo. Lo veo despacio y... ¡ cuánta tristeza y soledad que hay ahí !. Me voy, lo dejo solo. No me interesa. Adiós.
4/06/11 7:14 AM
Tito Livio
que satanás lo tenga entre su garras torturado por toda la eternidad. Según la Doctrina católica, así es verdaderamente, si es que no se ha arrepentido en el último momento y no ha recibido confesión y el perdón. De todas formas sólo me pesa el que esto significa un triunfo de satanás, que consigue arrebatar un alma a Dios. Pero es que hya quienes se lo ganan a pulso durante toda su vida.
4/06/11 9:53 AM
Forestier
Hablando del infierno, hay bastantes que "se dicen" católicos, que niegan el infierno, pues argumentan el gastado tópico de que Dios no puede ser tan cruel de castigar eternamente a los que le han ofendido. Doy dos contrargumentos desde una perspectiva filosófica-teológica, de los muchos que hay: a)La eternidad del infierno es la mayor manifestación de que Dios nos ha creado radicalmente libres. Desde esta radicalidad de nuestra libertad se entiende la eternidad de la condenación.
b) la condenación no la confiere Dios, sino que es el mismo ser humano, con su odio a Dios, con su desmesurada soberbia al rechazarlo con brutalidad, el que establece las condiciones en sus propios registros psicológicos-afectivos, en su voluntad y en su inteligencia, la imposibilidad de que su conciencia sea capaz de acoger a Dios y forma parte de su Reino.
4/06/11 11:31 AM
Gregory
Este año también murio Bernard Nathanson, pero que diferencia el uno del otro entre un hombre que descubrio el valor de la vida y descubrio la presencia de Dios a otrs que que nunca lo hizo
4/06/11 4:15 PM
Misericordia
No debemos desear el mal a nadie. Ojalá -por la Misericordia de Dios, que es infinita- haya tenido su momento de arrepentimiento...
4/06/11 4:25 PM
Tito Livio
Gregory, efectivamente. Nathanson bien pudiera estar en el Cielo o en el Purgatorio (que significa que en algún "momento" irá al Cielo, el Cielo espera a toda la Iglesia Purgante). Es la diferencia entre Saulo (que participó en el asesinato de San Esteban y otros) transformado en Pablo, y Anás o Caifás que murieron orgullosos de su acción. Es duro, muy duro, pero así es nuestra Fe Católica (vid. CIC entradas como Cielo, Porgatorio, Infierno, pecado, muerte, perdón, confesión, justicia-misericordia...).
4/06/11 5:14 PM
Luis lópez
No creo que ningún cristano deba decir de nadie que está sin duda en el Infierno (aunque intuyamos que sí). Al final de la vida del pecador que suponemos contumaz, ¿Sabemos realmente si Dios le ha dado -por su misericordia y justicia-, las gracias necesarias para la salvación?

Rezar por todos es nuestro deber. Incluso por los indignos. Como dice la preciosa oración de Fátima: "Oh buen Jesús, perdona nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno, y lleva todas las almas al Cielo, especialmente aquellas que más necesitan de su misericordia"
4/06/11 6:12 PM
Forestier
Luis Lópes: Tienes razón, no hay que decir de nadie que está condenado. Pero el infierno es una realidad reiteradamente afirmada por Jesucristo en en NT, y por tanto es uan realidad presente y será por algo. No es una llamada al simple temor (aunque el santo temor de Dios en ocasiones es efectivo, por lo menos para mí) sino una llamada a la responsabilidad. Pero, a la inversa, pienso, a mi juicio, que a veces nos tomamos demasiadas suposiciones, cuando afirmamos -especialmente en los funerales- que el fallecido, aunque haya vivido una existencia apartada de Dios,se dice indiscriminadamente que está en el Cielo. Pues en ocasiones uno tiene sus dudas.
4/06/11 8:57 PM
Daniel
Al hilo de lo afirmado por los comentaristas. Dios es infinitamente misericordioso, pero es también infinitamente justo. En esta vida, da oportunidades para que cada persona se "convierta". Es decir, reflexione, y decida arrepentirse. Pues en el arrepentimiento está incluida no solo la acción de la inteligencia, sino también la de la voluntad.
La conversión implica un acto libre de la persona, de su mente y de su voluntad. Si la voluntad se mantiene durante años torcida, reacia a la verdad y a lo justo, parece lógico pensar que en los últimos momentos de su vida, seguirá rechazando lo que lleva años rechazando.
Kevorkian manifestó una obcecación por matar personas (da igual sus justificaciones)Es es lo que hacía, crear métodos para que las personas se matasen. Le fascinaba la muerte, el poder de matar.
No manifestó arrepentimiento alguno durante décadas. Es díficil pensar que pudiera arrepentirse en el último mes de estancia en el hospital. Su voluntad permaneció rígida, inflexible, en la determinación a matar (facilitar suicidios, cooperar con ellos).
Una persona así lo tiene muy díficil para salvarse. ¿Porqué? Porque su voluntad no quiere hacer lo necesario para salvarse, que es arrepentirse de sus actos.
Reconocer el mal, dolerse del mal cometido, pedir perdon a Dios... Lo que hizo el "buen ladrón" en el Gólgota.
Kevorkian vivió mal, hizo el mal, y no rectificó jamás su camino.
Para su desgracia, el resultado de su vida parece ser el mismo de quien nunca se arre
4/06/11 9:27 PM
Tito Livio
13 de Junio de 1917:
"¿De dónde es su merced? - Mi lugar es el cielo.
-¿Y qué desea de nosotros? - Vengo a pedirles que vengan el 13 de cada mes a esta hora (mediodía). En octubre les diré quién soy y qué es lo que quiero.
-¿Y nosotros también iremos al cielo? - Lucía y Jacinta sí.
-¿Y Francisco? -El también irá al cielo, pero antes tendrá que rezar muchos rosarios. Lucía preguntó: “¿María das Neves ya está en el Cielo?” Nuestra Señora respondió: “Sí, ya está”.
- “¿Y Amelia?”; Nuestra Señora contestó: “Estará en el purgatorio hasta el fin del mundo.”
13 de julio de 1917:
La Virgen abrió sus manos y un haz de luz penetró en la tierra y apareció un enorme horno lleno de fuego, y en él muchísimas personas semejantes a brasas encendidas, que levantadas hacia lo alto por las llamas volvían a caer gritando entre lamentos de dolor. Y les dijo: - ¿Han visto el infierno donde van a caer tantos pecadores? "Recen, recen mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Tienen que recordar que muchas almas se condenan porque no hay quién rece y haga sacrificios por ellas".
4/06/11 9:48 PM
sergio
Concuerdo con la muerte asistida y pienso que lo que yo haga con mi vida o solicite que me hagan, es absolutamente de mi responsabilidad y propia decisión. Respecto de esto último es importante dejarlo definido con la debida antelación para no involucrar a terceros.
5/06/11 1:35 AM
Forestier
Sergio ¿A que viene tu proclama que nadie te ha pedido? Para sentirse libre y responsable, no es necesario afirmarlo ante los demás, de lo contrario uno levanta sospechas. Si deseas "suicidarte" (muerte asistida) pues adelante con los faroles, nadie te lo va a impedir con los medios a tu alcance, como si te quieres echar en el cuerpo 3 botellas de ginebra. Por tanto, repito no sé que abeja te ha picado con tu "es importante dejarlo definido con la debida antelación". El problema está en las consecuencias que se derivan de nuestros actos.
5/06/11 4:09 AM

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