(Fides/InfoCatólica) Al mismo tiempo, advierte que él sólo puede hablar sobre lo que ha experimentado personalmente y que no puede certificar lo que explican los medios de comunicación internacionales acerca de la realidad actual en el país norteafricano.
Esta mañana (ayer) hacemos la Consagración de los aceites, en lugar de hacerlo mañana, cuando se celebra la Misa de la Cena del Señor. Nuestra comunidad sacerdotal se ha reunido para el inicio de la celebración de la Pascua. Hay tres sacerdotes filipinos, un egipcio, un maltés y yo, que soy italiano, pero en tres cuartas partes libio”, dice a la Agencia Fides Mons. Giovanni Innocenzo Martinelli, Vicario Apostólico de Trípoli.
“Ayer me reuní con algunos periodistas y trabajadores de Ong provenientes de Londres, que querían conocer las necesidades de la población”, dice el Vicario Apostólico. “Una cosa me llamó la atención de este encuentro: mis interlocutores me pidieron que les dijera la verdad sobre la situación en Libia, porque, a su juicio, se han dicho demasiadas mentiras sobre Libia en este este periodo. Yo les respondí –continúa Mons. Martinelli– que sólo puedo informarles sobre las cosas que he experimentado personalmente en las últimas semanas. Lo que los medios de comunicación internacionales dicen, no lo puedo certificar porque no he tenido una experiencia directa. Ciertamente ha habido prejuicios contra los dirigentes de Libia y se han tomado decisiones precipitadamente. Pero, sobre todo, se ha recurrido a la guerra sin tratar de utilizar la vía diplomática, aunque había espacio para ello. Esto es lo que más siento”.
“En 40 años de servicio en Libia, puedo decir que no hemos tenido problemas para servir a las comunidades católicas de todo el país. No tuve ninguna dificultad en la asistencia a los enfermos y a las personas que han cuidado de ellos. Los médicos y enfermeras que trabajan en Libia, que son en su mayoría cristianos, no han sufrido dificultades particulares. Así que no se puede negar la experiencia que he vivido aquí en 40 años con mi rebaño, sirviendo con dedicación a la sociedad libia”, dice el Vicario Apostólico
“Los libios son musulmanes practicantes, no fanáticos, y muy abiertos a los demás, en particular a los cristianos. Hemos podido conocernos recíprocamente en el servicio a las personas, en el servicio social que hemos ofrecido a la población libia. Gran parte de los cristianos que se han quedado en Libia lo han hecho porque creen que hacen un servicio y están convencidos de que los libios aprecian este servicio. La guerra no puede destruir esta relación”.
“Ciertamente, la crisis podría haberse evitado si se hubiera ofrecido más atención a las necesidades de los jóvenes. Pero la guerra no resuelve una crisis social de este tipo. De hecho, se corre el riesgo de crear una espiral destructiva de la que es difícil escapar”, dice Mons. Martinelli. “Doy las gracias al Santo Padre por sus palabras y su cercanía en la oración”, concluye el Vicario Apostólico.