(Abc/InfoCatólica) El programa de reformas económicas anunciado por el Gobierno prevé la apertura a los capitales extranjeros, la supresión de más de un millón de empleos públicos, la creación de pequeñas y medianas empresas privadas que absorban esa masa de trabajadores despedidos, la eliminación de numerosas subvenciones, y la posibilidad de una gestión autónoma para las empresas estatales.
“El Estado no se ha desprendido de ninguna de sus propiedades, por un proceso de privatización, pero llama a los trabajadores a estar disponibles para el sector privado”, señala en la mencionada publicación el economista Orlando Freire.
Después de varios años de dudas sobre los cambios a realizar para la puesta al día de nuestro modelo económico, las autoridades se han decidido por la menos audaz de las reformas que tenían a su disposición: desarrollar el trabajo por cuenta privada”, critica la revista del arzobispado.