Europa Press asegura que las religiosas de Lerma dejarán de ser monjas de clausura

¡Pobres "clarisas", qué gran esfuerzo van a tener que hacer para acostumbrarse a la vida activa!
(¿O quizás no?)

Si aceptamos la premisa (a mi juicio falsa) de que todo lo que pasa en Lerma es inspirado por el Espíritu Santo, deberíamos concluir que el E.S. desalienta la vida contemplativa en beneficio de la activa.

La Iglesia tiene diferentes necesidades. Algunos se dedicarán a la vida monástica y otros a la vida activa, en el sentido apostólico. No tiene nada de malo, sin embargo, es bueno que la nueva obra, esté siendo probada, porque así veremos de qué están hechas. Ahora bien, lo mismo que ahorita muchos están diciendo de ellas, lo llegaron a decir de grandes santas como Teresa de Ávila. Creo que hay que se cautelosos, sin embargo, no critiquemos, lo que más tarde, pudiera salvar a la Iglesia de Europa. Cautela y prudencia ¡claro que si!, pero críticas infundadas ¡no!

La Orden de las clarisas, por voluntad de San Francisco de Asís y de Santa Clara, se caracteriza en la historia de la vida religiosa por su insistencia en el rigor de la clausura. Ésta, como la pobreza, es un carisma esencial de las "Donne Chiuse" (las Damas de clausura).

Antes de morir envió San Francisco a sus hermanas clarisas una canción: "Audite, poverelle, dal Segnor vocate"... Y en la 3ª estrofa decía: "Non guardate a la vida de fora, ka quella de lo spirito è migliora" (no viváis la vida de fuera, que aquella del espíritu es mejor).

En la Primera regla de las clarisas (1219), en vida de la Santa, se disponía en orden a la contemplación una clausura muy estricta, con rejas en el locutorio, velando el rostro a todos, menos a los familiares, etc. "Donne chiuse". Era algo nuevo. Antes de Santa Clara los monasterios femeninos no conocían una clausura tan estricta. Después otras Órdenes femeninas, como las Carmelitas de Santa Teresa de Jesús, siguieron esa misma norma.

Que "una persona" cambie en conciencia, por fidelidad a la gracia de Dios, de una Orden en la que profesó con votos perpetuos a otra Orden es una posibilidad que la Iglesia en no pocas ocasiones ha legitimado con las licencias oportunas (M. Teresa de Calcuta, p.ej.).
Que "ciento cuarenta" religiosas en bloque realicen ese cambio quizá haya ocurrido en la historia en alguna ocasión, pero yo no la conozco. Sí ha ocurrido que, p.ej., una o varias comunidades religiosas de una Orden relajada, con licen

mientras la Iglesia dé el OK, ¿Cuál es el problema?

El gozo radiante que al parecer invade al P. Cantalamessa, franciscano capuchino, al saber que sus hermanas clarisas de Lerma dejarán de clarisas, no deja de resultar harto sorprendente.

Sigo el texto de las 8:04 PM.

Sí ha ocurrido que, p.ej., una o varias comunidades religiosas de una Orden relajada pasen a integrarse en otra disciplina más estricta (Cluny, Claraval) con licencia de la Iglesia.

Benigno, pues parecería que en Lerma está sucediendo al revés.

Susi, la Iglesia también le dio el OK en su momento a Maciel.
¿Crees por lo tanto que el OK de Roma amerita sin más, un ciego conformismo como el que propones?

Yo admiro profundamente a esta GRAN mujer.Que en su comunidad hizo GRANDE .SI SI muy GRANDE lo mas pequeño.Sin desearlo estoy segura de ello.Si yo la huviera conocido antesss..... otro gallo me huviera cantado.Hoy segiria siendo monja como ella.Es un pesar q en estos dias me ataca.debo continuar viviendo...Mis mas sinceras Felicitaciones y mis mejores deseos para ustedes

Cuando pasen 25 años, hablarme de estas religiosas. Tiempo al tiempo

Sobre las Hnas. de Lerma, rcien me entero,espero sea lo mejor para la Iglesia. Además como está el mundo hoy se necesitan nuevas fuerzas evangelizadoras y Dios que no abandona a su grey le da en este momento lo que necesita ¡¡Bien!! por ellas, y que María las bendiga,soy religiosa de 58 años de vida activa,tengo 77 de vida y me alegro de estas jóvenes que salen al relevo.

Creo que es una opción muy meditada. La sociedad actual, no tiene nada que ver con la del siglo XII o la del XVI. La mujer está empezando a dar una contribución a la Iglesia.
Por otra parte la vida activa, no es una negación o estorbo para la contemplativa.
Esperemos con fé, y ayudemos con nuestra oración.