(Los Andes/InfoCatólica) El Arzobispo de Mérida ha señalado que las acusaciones constantes no sólo en esta oportunidad con Wikileaks sino días atrás, contra el cardenal Jorge Urosa o monseñor Roberto Lückert o contra él mismo, no son más que elementos que persiguen distraer la verdadera problemática que vive el pueblo de Venezuela.
Sobre la existencia o no de la conversación que revela Wikileaks con el embajador de Estados Unidos en Venezuela para la época, William Brownfield, Mons Porras asegura que lo ha “saludado y conocido como a cualquier otra persona”.
Mentes ocupadas en crear caos
Monseñor Baltazar Porras Cardozo, quien no duda en atribuir esos ataques a “mentes que sólo están ocupadas para crear caos, crisis y anormalidades”, desprestigiando a quienes no están de acuerdo con su manera de pensar, desestimó todos los ataques contra a la Iglesia católica.
“Para ellos los únicos que sirven son los que están con sus ideas”, indicó al referirse a los continuos cuestionamientos que ha hecho el Gobierno contra la Iglesia católica, porque supuestamente no han colaborado con los venezolanos que padecen los embates de las lluvias. “No se dan cuenta que nuestra acción es permanente y constante”, aseguró el prelado al referir que la Iglesia “no cuenta con cowboys ni helicópteros para aparecer como los únicos benefactores”.
Preguntado acerca de lo que él cree que el gobierno persigue con estos ataques a la Iglesia católica, el prelado ha asegurado que “hay un proyecto totalitario, donde lo único bueno que existe en este país es lo que surge y nace de las esferas oficiales. Somos muchos, hay muchas otras personas que queremos hacer el bien, pero con otra visión, como debe ser en una sociedad democrática y plural como la nuestra”.
Investigación judicial
En torno a las declaraciones emitidas por el presidente del Clem, Alexis Ramírez, quien pide a la Fiscalía del Ministerio Público (MP) que investigue al prelado merideño, el arzobispo de Mérida indicó que quien ataca y acusa debe presentar pruebas. “Es a él (Alexis Ramírez) a quien le toca, él no puede enlodar la reputación de nadie”.