(Agencias/InfoCatólica) Al comienzo de su intervención, el cardenal Cañizares, que ha sido introducido con la laudatio que ha pronunciado el vice-grancanciller de la UCV, José Tomás Raga, ha reconocido que en su “ser y actuar” como obispo “me ha guiado siempre, como luz y como guía, aquel gran Arzobispo de Valencia que fue santo Tomás de Villanueva”, sobre el que hizo su tesis doctoral en Teología, conocido como “Obispo de los pobres, insobornable y libre defensor de los indefensos y de la verdad y dignidad humana, obediente a Dios antes que a los hombres”.
El prelado afirmó que “hoy, como nunca en el pasado, la Humanidad está en una encrucijada”, y vivimos una “época extraordinaria, tan apasionante como rica en contradicciones” donde la Humanidad “posee instrumentos de potencia inaudita” y puede “hacer de este mundo un jardín o reducirlo a un cúmulo de escombros”. A su juicio, “nos encontramos ante una fuerte quiebra de humanidad”, y ha señalado que basta “observar la gravísima quiebra económica y social que padecemos, y percibir el desplome moral que la ha causado”.
Crisis de Dios y del hombre. El papel de la Iglesia
Según el cardenal, el hombre occidental actual aparece “vacío y desorientado, fugitivo de sí mismo” y con unos “ideales prevalentes” como el “bienestar, dinero, sexo, evasión, el goce narcisista, el vivir 'bien' y 'disfrutar', el consumo y el gozar del cuerpo y de la vida en libertad omnímoda, y la permisividad”. El cardenal Antonio Cañizares explicó que lo que más le hace “sufrir” es la “crisis de Dios que padece la Humanidad contemporánea, la ausencia de Dios, camuflada, a veces, incluso en una religiosidad vacía”.
El purpurado consideró que estamos asistiendo a “momentos de no poca confusión: todo vale, todo se puede opinar en relación con la fe y con los criterios de vida que nos muestra nuestra santa y madre Iglesia. Se da más crédito a lo que dicen ciertas corrientes o creadores de opinión que a lo que enseña el Papa o los obispos”. A su juicio, “el compromiso en defensa de la persona humana, en su dignidad inviolable, es y ha de ser considerado como parte integrante de la misión de la Iglesia”.
Personalidades presentes
El acto, que ha sido presidido por el arzobispo de Valencia y gran canciller de la UCV, monseñor Carlos Osoro, ha contado también con la participación del cardenal arzobispo emérito de Valencia, Agustín García-Gasco; el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Juan Antonio Martínez Camino; así como de varios prelados valencianos como el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, los obispos de Mallorca e Ibiza, monseñores Jesús Murgui y Vicente Juan Segura, y el obispo auxiliar de Valencia, monseñor Enrique Benavent. Además, han asistido los obispos de Cartagena-Murcia, monseñor José Manuel Lorca, Teruel, monseñor Carlos Manuel Escribano, y Albacete, monseñor Ciriaco Benavente.
Igualmente estuvieron presentes el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, la presidenta de las Cortes Valencianas, Milagrosa Martínez, el líder de la oposición autonómica, el socialista Jorge Alarte, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que se ha incorporado al almuerzo posterior, entre otros representantes de diferentes instituciones valencianas.
El presidente Camps destacó que Cañizares, al que ha calificado como un “valenciano ejemplar”, se integra “en el grupo de destacados prelados” que “han luchado para potenciar la dimensión humanística de nuestra sociedad, para ensanchar los límites del conocimiento y para crear instrumentos que nos permitan a todos crecer cada día en sabiduría”.