Finaliza con una Misa el Sínodo para Oriente Medio

El Papa a los obispos y cristianos de Oriente Medio: «Nunca debemos resignarnos a la falta de paz»

El Sínodo de los Obispos para Oriente Medio terminó ayer con una Misa solemne en la Basílica de San Pedro, oficiada por el Papa Benedicto XVI, quien concelebró con los 177 Padres sinodales. En la homilía, el Santo Padre reiteró su mensaje de apoyo a los cristianos de esa región, que viven en difíciles situaciones, «tanto por los problemas materiales como por el desánimo, el estado de tensión y, a veces, el miedo».

(Zenit/InfoCatólica) Benedicto XVI subrayó la importancia de que los cristianos de esta región asuman un papel protagonista en la búsqueda de la paz, superando el miedo y las dificultades. Estos cristianos, subrayó, “aunque poco numerosos, ellos son portadores de la Buena Nueva del amor de Dios por el hombre, amor que se reveló precisamente en Tierra Santa en la persona de Jesucristo”.

El Papa explicó que la “palabra de salvación, reforzada con la gracia de los Sacramentos, resuena con particular eficacia en los lugares en los que, por la divina Providencia, fue escrita, y es la única Palabra capaz de romper el círculo vicioso de la venganza, del odio, de la violencia”. El Santo Padre exhortó a los cristianos de Oriente Medio a “purificar el corazón”, en paz “con Dios y con el prójimo”, para que puedan “nacer propósitos e iniciativas de paz a nivel local, nacional e internacional”.

“A esta obra”, señaló, “a cuya realización está llamada toda la comunidad internacional, los cristianos, ciudadanos de pleno derecho, pueden y deben dar su contribución con el espíritu de las bienaventuranzas, convirtiéndose así en constructores de paz y en apóstoles de reconciliación para el beneficio de toda la sociedad”.

No resignarse a la falta de paz

El Papa hizo hincapié en la importancia de tener esperanza en que el conflicto que afecta la región podrá resolverse, a pesar de que “desde hace demasiado tiempo en Oriente Medio perduran los conflictos, las guerras, la violencia, el terrorismo”. “La paz, que es don de Dios”, explicó el Pontífice, “también es el resultado de los esfuerzos de los hombres de buena voluntad, de las instituciones nacionales e internacionales, y en particular de los Estados más implicados en la búsqueda de la solución de los conflictos”.

“Nunca debemos resignarnos a la falta de paz”, sentenció el Papa, quien insistió en que “la paz es posible. La paz es urgente. La paz es la condición indispensable para una vida digna de la persona humana y de la sociedad. La paz es también el mejor remedio para evitar la emigración de Oriente Medio”. Para Benedicto XVI, otra contribución que los cristianos pueden aportar a la sociedad “es la promoción de una auténtica libertad religiosa y de conciencia, uno de los derechos fundamentales de la persona humana que cada Estado debería respetar siempre”.

Libertad religiosa, diálogo y oración

Actualmente, subrayó el Papa, “en numerosos países de Oriente Medio existe la libertad de culto, pero no pocas veces el espacio de la libertad religiosa es muy limitado. Ampliar este espacio de libertad es una exigencia para garantizar a todos los que pertenecen a las distintas comunidades religiosas la verdadera libertad de vivir y profesar su fe”. Ante esto, insistió en la importancia del diálogo con los musulmanes, diálogo “cuya urgencia y utilidad ha sido ratificada por los Padres sinodales”.

En este mismo sentido, el Santo Padre insistió en la importancia de rezar por la paz en Tierra Santa y en Oriente Medio, “esforzándonos para que este don de Dios ofrecido a los hombres de buena voluntad se difunda por el mundo entero. La Palabra de Dios hoy nos ofrece también una luz de esperanza consoladora, allí donde presenta la oración, personificada, que no desiste hasta que el Altísimo le atiende, juzga a los justos y les hace justicia”. Por último, Benedicto XVI aseguró que el grito del pobre y del oprimido “encuentra inmediato eco en Dios, que quiere intervenir para abrir una vía de salida, para restituir un futuro de liberad, un horizonte de esperanza”, concluyó.

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