(Agencias/InfoCatólica) La principal novedad del nuevo escudo es la tiara, una corona de tres franjas que resume los títulos del líder católico: padre de los reyes, rector del mundo y vicario de Cristo. Un accesorio que con los siglos se convirtió en el emblema del poder temporal de los papas.
En uso desde el siglo XIV, fue Pablo VI en 1963 quien decidió dejarlo de utilizar en las ceremonias solemnes, sobre todo por las numerosas piedras preciosas que lo adornan, las cuales habrían sido consideradas como inapropiadas por dicho Papa. Los posteriores pontífices se abstuvieron de portarla e incluso su presencia fue sacada de la heráldica papal. El anterior escudo de Benedicto XVI llevaba, en su parte superior, sólo la mitra de obispo.
Para acallar los recelos que en algunos ambientes eclesiásticos pudiera despertar la colocación de la tiara en este nuevo emblema, Pietro Siffi, director de Ars Regio, explicó que su empresa había realizado otros escudos con la tiara para algunas paramentos litúrgicos puestos por Benedicto XVI desde el año 2008, indicando a modo de ejemplo los utilizados en la inauguración del Año Paulino.
“Los escudos de los abades, protonotarios, obispos, arzobispos y cardenales que se ven en los portales de las catedrales y de las curias de todo el mundo llevan el capelo, un antiguo sombrero con flecos que ahora cayó en desuso”, explicó. “Pero nadie quitó nunca el capelo de los escudos de los prelados, como nadie quita los yelmos de los escudos nobiliarios y de los soberanos. Aunque el Papa no usa la tiara, permanece como su símbolo”, aseguró.