(Agencias/InfoCatólica) Varias víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes han acudido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos por violación del derecho de acceso a la justicia en Bélgica. El recurso fue anunciado por el abogado de las víctimas, Walter Van Steenbrugge, en declaraciones que publicaron varios diarios belgas.
La decisión se tomó después de que una sala de supervisión de la fiscalía de Bruselas decidiera el viernes que los registros realizados a finales de junio en la sede del arzobispado de Malinas-Bruselas y en la catedral de Malinas fueron irregulares. La fiscalía no anunció esa decisión porque el juez de instrucción, Wim de Troy, pidió confidencialidad, pero el abogado del cardenal Godfried Danneels, arzobispo hasta enero pasado, convocó una rueda de prensa y anunció que la resolución consideraba que los registros "fueron demasiado generales y sobrepasaron la competencia del juez de instrucción".
“El que no podamos conocer el contenido de la decisión demuestra una arrogancia inédita. La justicia escupe sobre las víctimas, que tienen derecho a la información”, afirma el abogado Van Steenbrugge en sus declaraciones. El recurso ante el Tribunal de Estrasburgo se debe a que la legislación europea “estipula que tenemos derecho a un juez. Nos han quitado ese derecho y por ello pido la condena del Estado belga, que debe velar para que se respeten los derechos de las víctimas”.
Los registros en el Arzobispado, Catedral y vivienda del cardenal Danneels
A finales de junio, agentes de policía y funcionarios judiciales examinaron durante horas la sede del Arzobispado de Malinas-Bruselas, la catedral de Sint-Rombouts y la vivienda de Danneels en busca de posibles documentos incriminatorios de ocultación de pederastia. El registro del Arzobispado, la mayor circunscripción administrativa de la Iglesia Católica belga, se realizó de forma simultánea a una reunión de la Conferencia Episcopal nacional, a la que asistía el nuncio apostólico.
Los responsables eclesiásticos fueron retenidos durante horas mientras se llevaba a cabo la investigación, algo que el actual arzobispo, Andre-Joseph Léonard, consideró "un poco excesivo". Por otro lado, los investigadores inspeccionaron también dos tumbas de antiguos cardenales situadas en la catedral, y se incautaron del ordenador personal del cardenal Danneels.
El Vaticano protestó a Bélgica y manifestó su "indignación" y "estupor" por la forma en la que se llevaron a cabo las pesquisas. Los registros no sólo enfadaron a la Iglesia, sino también a las víctimas, que cooperaban con la Iglesia en la investigación de los abusos confiando en la confidencialidad de los datos que aportaban. La Policía destruyó ese trabajo cuando confiscó archivos e historiales que las víctimas no querían que circulasen.