(Agencias/InfoCatólica) El cardenal arzobispo de Santiago, Mons. Francisco Javier Errázuriz, además de valorar la decisión del presidente Piñera respecto a los indultos con ocasión del Bicentenario de la independencia de Chile, aclaró que la iniciativa de la Iglesia Católica nunca postuló un beneficio de carácter general para las personas privadas de libertad:
“Encuentro muy notable el mensaje que entregó hoy día el Presidente, pues a su juicio, él acogió los mensajes de la Iglesia Católica, como también el de las iglesias evangélicas, se alegra de la existencia de estas iniciativas y suscribe totalmente los valores en los cuales se basa las peticiones que hemos hecho en estos días”.
El cardenal aclaró que la Iglesia Católica dejó el camino abierto para que el gobernante decidiera cómo aplicar la clemencia: “Nunca hablamos de un indulto general, tampoco indicamos que tenían que ser indultos particulares”.
Intervención del Presidente Piñera
En su intervención de ayer, el presidente chileno recordó que “en nuestro país y en menos de 10 años ya se han realizado tres concesiones generales de indulto y perdón", para luego anunciar su decisión final sobre la posibilidad de apoyar uno de carácter general con motivo del Bicentenario: “He llegado al convencimiento que, en los tiempos y circunstancias actuales, no es prudente ni conveniente promover el otorgamiento de un nuevo indulto de carácter general”.
Si bien sus palabras constituían un rechazo a la propuesta de la Iglesia Católica, el gobernante destacó la buena intención que animaba la iniciativa de los obispos y agradeció “las valiosas reflexiones sobre virtudes tan significativas como la compasión, el perdón y la reconciliación”. Aseguró que sí se otorgarán indultos particulares, caso a caso, para lo cual tendrá en consideración razones humanitarias.
Sin embargo, restringió el ámbito de los posibles beneficiados, excluyendo esa posibilidad a quienes estén condenados por delitos especialmente graves, como los de “de lesa humanidad, terrorismo, homicidio, violación y abusos contra menores”.
“Este Presidente hará uso de sus facultades en forma prudente y restrictiva, analizando caso a caso consideraciones humanitarias debidamente acreditadas, y siempre que ello no debilite nuestra lucha frontal y decidida con la delincuencia y el narcotráfico, ni con la cultura de respeto irrestricto a los derechos humanos”, dijo.
En su discurso, Piñera reiteró el compromiso de su gobierno con una “reingeniería del sistema penitenciario”, así como en mecanismos más eficaces de prevención y rehabilitación del delito, e instó al ministro de Justicia a realizar en un plazo de tres meses una completa revisión de la situación de los internos en las cárceles chilenas.
