(RV/InfoCatólica) La verdad y el respeto son las bases más sólidas para alcanzar un futuro de paz y unidad para la isla, según ha manifestado el Santo Padre en varias de sus homilías y discursos en estos días de su visita pastoral a Chipre.
El Papa se dirigió al presidente de Chipre, antes de regresar al Vaticano, recordando que una de las principales tareas que tiene es asegurar la paz y la seguridad de todos los chipriotas.
Benedicto XVI expresó su deseo de que su visita se considere como otro paso adelante en el camino abierto con el abrazo en Jerusalén entre el entonces patriarca Athenagoras y su predecesor, el Papa Pablo VI:
“Aquel primer paso profético que dieron juntos, nos mostró el camino que también nosotros debemos recorrer. Hemos recibido una llamada divina a ser hermanos, a caminar codo con codo en la fe, con humildad ante Dios Todopoderoso y unidos con el vínculo inquebrantable del afecto mutuo”.
El Pontífice manifestó su tristeza por la evidente división de la isla, que ha podido observar desde su alojamiento en la Nunciatura Apostólica, situada en la zona de amortiguación de las Naciones Unidas y renovó su solicitud para que se redoblen los esfuerzos por construir “una paz real y duradera para todos los pueblos de la región”. Dijo Benedicto XVI:
“He escuchado también a los chipriotas del norte que desean volver en paz a sus casas y lugares de culto, y me he conmovido profundamente por sus lamentos [...] Ciertamente, la verdad y la reconciliación, junto con el respeto, son las bases más sólidas para alcanzar un futuro de paz y unidad para la isla, y para la estabilidad y prosperidad de todas sus gentes [...] Con este objetivo general, Chipre puede jugar un papel singular en la promoción del diálogo y la cooperación”.