(Agencias/InfoCatólica) Desde julio pasado, cinco obispos designados por el Vaticano realizan una Visita apostólica a los Legionarios de Cristo que el papa Benedicto XVI ordenó hace un año. El propósito de la investigación es analizar el funcionamiento y el sistema formativo de la congregación, establecida en dieciocho países, así como el estado de sus integrantes tras los escándalos relacionados con su fundador.
La semana pasada, tres mexicanos que afirman ser también hijos de Maciel (dos naturales y uno adoptado), afirmaron que su padre les mintió acerca de quién era y abusó de dos de ellos, Raúl y Omar, durante ocho años. Los Legionarios de Cristo hicieron públicos al día siguiente un comunicado y una carta dirigida al mayor, José Raúl González Lara, en la que revelaban que en enero les solicitó 26 millones de dólares a cambio de su silencio.
Raúl admitió que reclamó esa suma aunque matizó que 6 millones formaban parte del fideicomiso que Maciel prometió a su familia antes de morir mientras que los 20 restantes, eran en concepto de indemnización por los abusos sexuales sufridos por él y su hermano. El abogado de los González Lara, José Bonilla, renunció el lunes a defender a sus clientes, ya que, si bien ratificó la veracidad de los delitos denunciados, la existencia del fideicomiso (que al parecer fue "vaciado" antes de ser reclamado por sus beneficiarios) y las negociaciones con representantes de los Legionarios, aseguró que su despacho jurídico no estaba de acuerdo con pedir un pago a cambio de silencio –sí como indemnización por los abusos–, ni con la presentación mediática hecha por la familia mexicana en la entrevista por Carmen Arístegui la pasada semana.
La Iglesia no puede permitir que se bloqueen las investigaciones respecto a tales crímenes
El vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, monseñor Rogelio Cabrera, anunció en nombre de todos los obispos que ejercerán todo el peso de la ley sobre sacerdotes y religiosos que hayan cometido actos de pederastia. El prelado aseguró que la Iglesia no será ningún obstáculo para que se pueda castigar lo que el papa Juan Pablo II denomino "crimen abominable".
"Está muy clara nuestra decisión, por ningún motivo vamos a permitir negociaciones en lo oscurito y llamamos a las personas a proceder conforme a derecho. Si un obispo se opone, denúncienlo porque actuaría de modo equivocado contrario a la norma establecida por la Iglesia, la pederastia es un crimen abominable y tienen que ser castigado", aseveró. "No es posible comprar un silencio que no beneficia a nadie", dijo el secretario general de la CEM.
El vicepresidente de la Conferencia, por otra parte, rogó a sus feligreses que "recen mucho" por la Iglesia católica, al afirmar que "un buen sacerdote ayuda a la sociedad pero uno malo puede hacerle mucho mal. Cuando nos equivocamos, merecemos ser criticados".