Carta del obispo electo de Córdoba a sus nuevos fieles

Monseñor Demetrio Fernández: «Voy lleno de esperanza a una diócesis viva»

En su primera carta a quienes serán sus fieles una vez que tome posesión de la diócesis de Córdoba, Monseñor Demetrio Fernández les dice que ha «oído hablar mucho de vosotros, y muy bien» y que «ahora todo me resuena cuando oigo hablar de la diócesis de Córdoba, que Dios en su infinita misericordia me confía». El obispo electo cordobés asegura a los cordobeses que «ni yo os he elegido a vosotros, ni vosotros me habéis elegido a mí. Es Dios el que nos llama, es Él quien nos precede, Él quien nos envía y acompaña, Él quien suscita la fe y el amor de la mutua acogida». Recuerda además don Demetrio que «Córdoba tiene una larga historia de santos y de mártires, testigos de un amor que vence todas las dificultades, en la época visigótica, en la época musulmana, en el medioevo, en la época contemporánea y reciente».

(InfoCatólica) Monseñor Demetrio Fernández hace una mención especial al hecho de que Córdoba "es la sede del obispo Osio, con quien he tratado frecuentemente en mis clases de cristología".

A sus nuevos fieles, el obispo les explica que "por lo que ya conozco de vosotros y de lo que Dios hace en medio de vosotros, voy lleno de esperanza a una diócesis viva. Le pido al Señor –hacedlo también vosotros– que me haga capaz de alentar más y más esa vida, que el Hijo eterno Jesucristo, por su encarnación redentora, ha venido a traer para todos los hombres, `para que tengan vida y vida abundante´ (Jn 10.10), porque `esta es la voluntad de Dios, que seáis santos´ (1Ts 4,3)".

Tras saludar a su predecesor, Monseñor Asenjo, a los sacerdotes, seminaristas, miembros de la vida consagrada, seglares y autoridades civiles, don Demetrio envía un "saludo especial y mi cercanía para todos los que sufren por cualquier causa, por la enfermedad, por el paro, por el desamor, por la carencia de Dios. El Espíritu del Señor me ha ungido y me ha enviado para sanar los corazones afligidos".

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Entrevista hoy en La Razón a don Demetrio: defiende la religiosidad popular, las emociones en la oración y el derecho del pastor a silbar a las ovejas para que no se pierdan.
http://www.larazon.es/noticia/8988-el-pastor-ha-de-silbar-a-tiempo-a-sus-ovejas
19/02/10 12:10 PM

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