Rafaela de la Brena, ante el problema de los embriones congelados: «La adopción prenatal sería la solución menos mala»
Rafaela de la Brena, responsable de la Cátedra de Bioética Jerôme Lejeune

En España hay cerca de 700.000 de embriones congelados

Rafaela de la Brena, ante el problema de los embriones congelados: «La adopción prenatal sería la solución menos mala»

En España hay, desgraciadamente, entre 650.000 y 700.000 embriones congelados, de los cuales la inmensa mayoría acaban muriendo. Así lo ha declarado a 'ECCLESIA al día' Rafaela de la Brena, responsable de la Cátedra Internacional de Bioética Jérôme Lejeune, .

(Ecclesia/InfoCatólica) Rafaela de La Brena ha aclarado que un embrión es «un ser humano desde el momento en el que se produce la fecundación hasta sus dos primeros meses de vida. Luego se produce el desarrollo embrionario hasta su nacimiento, que es cuando lo llamamos feto».

Por desgracia, España es uno de los países con mayores cifras de embriones congelados, que se mantienen etiquetados –en su mayor parte en centros privados, aunque también en centros de la Seguridad Social, debido a la generalización y extensión de las técnicas de fecundación in vitro– en tanques de nitrógeno liquido a 150 grados bajo cero. Esto supone una enorme carga ética y legal, ya que, como apunta la responsable de la Cátedra Internacional de Bioética Jérôme Lejeune, en último término, un enorme porcentaje de embriones son desechados, olvidados o destinados a la investigación, lo que en definitiva supone atentar contra la vida.

«No dejamos de tener a una persona congelada con su desarrollo como persona completamente parado cuando se produce el proceso de conservación y estamos atentando contra la dignidad de la persona, que lo es desde el momento de que fue concebida, independientemente de que fuera concebido en un laboratorio o por el acto sexual», ha comentado Rafaela de la Brena.

«Convierten al hijo en algo comerciable y negociable»

A juicio de Rafaela de la Brena, España ha llegado a normalizar estas prácticas como consecuencia de la cultura consumista que invade todos los ámbitos de la sociedad, y que atribuye desde el momento en el que legaliza el aborto: «Desde el momento en el que puedo matar al embrión con el aborto, pues abro la puerta a que estas personas puedan ser generadas artificialmente y perfeccionadas a nuesto antojo. Es la cultura materialista, del consumismo, del deseo que vivimos en otros ámbitos de la vida. Es un drama porque convierten al hijo en algo intercambiable, negociable, comerciable que al final yo puedo clasificar, congelar, descongelar o transferir como si fuera un objeto», ha lamentado.

Las opciones legales para utilizar los embriones: «No es éticamente aceptable»

La responsable de la Cátedra de Bioética Jérôme Lejeune ha explicado las cuatro opciones legales que regulan en España la utilización de los embriones congelados, aunque lo primero que ha hecho es matizar que «no todo lo legalmente posible es siempre éticamente aceptable»:

«La primera opción es mantener embriones indefinidamente congelados; la segunda es donarlo para un proceso de adopción prenatal; la tercera es que se desechen en la basura como restos biológicos; y por último que se donen para ser empleados como investigación científica.

Ni la tercera y cuarta opción son moralmente aceptables, porque atentan contra la vida del embrión. Cuando descongelamos un embrión y no lo transferimos al útero de una mujer en la ventana temporal de siete días, el embrión va a morir».

En cuanto a la primera y segunda opción, de la Brena reconoce que buscan la compatibilidad con la vida del embrión, pero puntualiza que «tiene muchos reparos éticos».

«La primera opción es tenerlos congelados por tiempo indefinido, que es aceptar que esa persona vive en un futuro incierto. Los expertos dicen que es mantenerlos congelados hasta que muera de forma natural, pero no sabremos si ha muerto hasta que lo descongelamos, de manera que si lo descongelamos y no lo transferimos a un útero le avocamos a la muerte directa».

En cuanto a la segunda opción (donarlo para un proceso de adopción prenatal), cree que se entraría en el terreno «del mal menor» porque sería transferir el embrión al útero de una mujer que no lo había encargado, ante el abandono de la madre solicitante.

«Si una madre sabe que tiene congelado un niño, es consciente de que les tiene que dar vida, pero muchas veces no ocurre porque en las parejas sobrevienen situaciones diferentes, o al tener hijos ya no quieren más y esos niños se abandonan por lo que mueren. La adopción prenatal sería la solución menos mala porque seria transferirlo a otra mujer que no es la que lo ha encargado», ha manifestado de la Brena.

 

31 comentarios

Daniel Iglesias
La adopción prenatal implica la transferencia de un embrión ajeno al útero de otra mujer. Aunque la mujer esté casada y aun suponiendo (lo que es mucho suponer) que la clínica de fecundación artificial no lucre con la operación, se trata de un acto contrario a la moral cristiana. Los esposos sólo pueden ser padres licitamente engendrando ellos mismos un hijo de modo natural.
27/02/24 10:15 AM
Tradicionalista
Daniel, se trata de salvar una vida inocente, que de otra manera está condenada a morir, sin recibir siquiera el bautismo. Punto final a cualquier polémica sobre la moralidad de dicho acto.
27/02/24 10:44 AM
Juan Mariner
Daniel Iglesias, reflexione sobre las palabras de Tradicionalista con calma. Muchas gracias.
27/02/24 11:05 AM
Mn. Jaime Mercant Simó
Para que un acto sea considerado moralmente bueno, no es suficiente que el fin último sea bueno; los fines intermedios deben serlo también. Al respecto, existe un criterio ético que no debemos perder de vista: la concepción y el mismo proceso de gestación no pueden disociarse del acto conyugal. Así pues, no es lícita la fecundación heteróloga ni, por supuesto, la artificial in vitro, ni mucho menos la gestación subrogada. Entiendo que tampoco lo sería la «adopción prenatal». Es cierto que los posibles padres adoptivos, en el caso de embriones congelados, no habrían contribuido directamente a la fecundación artificial del embrión; éste ya está fecundado y congelado cuando ellos se deciden por dicha adopción. Ahora bien, el escabroso proceso artificial de fecundar, congelar, implantar y gestar debe contemplarse «unitariamente», en su totalidad, y no, en cambio, de modo «fragmentario». Por ende, los adoptantes no están libres de culpa en este caso, pues terminan participando en el «último acto» de un proceso «intrinsece malum». A mi modo de ver, el documento «Dignitas personae» es meridianamente claro respecto de la adopción prenatal; simplemente la descarta. En fin, no olvidemos que uno de los fines de los que fecundan artificialmente es, entre otros, la oferta ―y el negocio― de adopción prenatal; pero éste no es, en realidad, un fin accidental, sino substancial al proceso mismo.
27/02/24 12:10 PM
Pedro
La Iglesia no se ha pronunciado definitivamente. En un documento de tiempos de S. Juan Pablo II la desaconseja, pero no con demasiada fuerza. Teniendo en cuenta que el embrión ya está concebido y que, más allá de la adopción prenatal las opciones son: a) mantenerlos congelados (inmoral) y b) destruirlos (inmoral), yo creo que esta adopción puede ser lícita en algunos casos.
27/02/24 12:14 PM
David
Lucas 14:5-6
Y a ellos les dijo: «¿A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey a un pozo en día de sábado y no lo saca al momento?»
Y no pudieron replicar a esto.

No le replicaron porque no había ninguno de los expertos moralistas que sí hay entre los comentaristas de InfoCatólica.

Se puede "quebrantar" un mandamiento del decálogo para salvar un buey pero no un mandamiento basado en una cierta casuística para salvar una vida inocente.

Es el mismo argumento de los Testigos de Jehová respecto a las transfusiones de sangre.
27/02/24 12:37 PM
Mn. Jaime Mercant Simó
Estos temas habría que abordarlos fría y racionalmente, y no con consideraciones «ad hominem», pues no aportan nada a la reflexión. Sin embargo, el comentario de Pedro apunta a una serie de cuestiones interesantes, que paso a comentar:
1) Dice que «mantener congelados» a los embriones es inmoral. Si fuera así, sería un pecado de omisión el hecho de no intentar implantar todos los embriones existentes en el mundo. Por otro lado, no deberíamos olvidar que, para alcanzar un solo «éxito» en este tipo de gestación, muchos de esos embriones congelados terminan perdiéndose; el éxito en la implantación no se da casi nunca a la primera. Entonces, tampoco me parece ético que, para obtener el éxito deseado con un embrión, se sacrifiquen otros.
2) Dice que el documento «Dignitas personae» no es definitivo, y que, al desaconsejar la adopción prenatal, lo hace con poca fuerza. Lo que es seguro es que el propio documento reconoce que «no se vislumbra una salida moralmente lícita». Por otra parte, no existe ningún documento que lo aconseje.
3) Pedro también dice que este tipo de adopción puede ser lícita en algunos casos; me gustaría saber cuáles, «ex parte rei» y también «ex parte subiecti».
Aunque duro, pienso que lo más prudente, sería que los embriones congelados no se desechen y se mantengan perpetuamente en este estado de congelación; todas las alternativas las veo éticamente temerarias.
27/02/24 1:48 PM
Andrés
Querido Daniel, tenga en cuenta que su sentencia «Los esposos sólo pueden ser padres lícitamente engendrando ellos mismos un hijo de modo natural» conlleva que es inmoral también cualquier tipo de adopción (por ejemplo: de personas nacidas que pierden a sus padres biológicos) Lo cual es evidentemente erróneo. Por tanto la sentencia es errónea.
27/02/24 2:20 PM
Joaquín
Tal vez lo mejor sería bautizarles para que lleguen al cielo y dejarlos...
27/02/24 3:51 PM
Cordá Lac
Pues no creo que sea necesario exigir la figura de la «adopción». Si el embrión es «ser humano» considerémoslo como tal. No hace falta «adoptar» para cuidar a un ser humano de, digamos, 3 años, ¿por qué ha de ser distinto con un «ser humano» de, digamos, 3 horas?
A cada ser humano se le han de proporcionar los cuidados adecuados que necesite. Y punto.
27/02/24 4:25 PM
Federico Ma.
Sobre el tema ya se entabló cierto diálogo, hace algún tiempo: www.infocatolica.com/blog/duropedernal.php/2304090819-title (véanse los comentarios).

1. Por más menor que sea un determinado mal moral, nunca jamás se torna por ello lícito.

2. En todo caso, parece que lo menos que puede decirse es que se trata de un tema en el que no se ve claro si es intrínsecamente mala la adopción prenatal o no lo es. Y dado que no es lícito proceder con duda al respecto, tampoco parece que atente contra la dignidad del ser humano el mantener, por lo menos mientras tanto (i.e., hasta que se vea claro lo que es lícito o no en esta cuestión), congelados esos embriones (contra lo que parece decir de la Brena: "...estamos atentando contra la dignidad de la persona"). Entonces, mantenerlos congelados parece ser por lo menos lo más prudente. Y si "la concepción y el mismo proceso de gestación no pueden disociarse del acto conyugal", no sería ya "lo más prudente", sino lo moralmente obligatorio mantenerlos congelados. A no ser que se considere que el mantenerlos congelados sea cierto "encarnizamiento terapéutico", en cuyo caso parece que sería lícito descongelarlos (en cuyo caso, aunque no sé hasta qué punto es físicamente posible, debería procurarse el bautizarlos).

3. Parece que, de hecho, tratándose de una cuestión ética complicada, se hace necesaria alguna aclaración expresa por parte de la Santa Sede (así como la hubo, en efecto, respecto del uso de "
27/02/24 6:11 PM
Nèstor
No hay solución. La implantación en el vientre de la mujer es inmoral. Lo que hay que hacer es no producir más de esos embriones, y a los que existen, mantenerlos indefinidamente congelados. No es lo menos malo agregar otro pecado más.

Saludos cordiales.
27/02/24 7:44 PM
Nèstor
Mantener con vida a un ser humano congelado no es inmoral, lo que es inmoral es producirlo "in vitro" y congelarlo. No se los puede matar y no se los puede implantar. El fin no justifica los medios. Se debe prohibir la fecundación "in vitro", que además de ser intrínsecamente mala, después nos deja con estas situaciones.

Saludos cordiales.
27/02/24 7:50 PM
Nèstor
Es lamentable que una experta en bioética aplique el criterio del mal menor en un caso como éste. ¿Los inmorales del negocio de la reproducción asistida crean las situaciones límite y después nosotros tenemos que modificar la ética para que el negocio no se pare?

Saludos cordiales.
27/02/24 7:55 PM
Juan Miguel
La producción y congelación de embriones es intrínsecamente inmoral y por tanto lo son todas sus consecuencias. La adopción de embriones es un autogol, de hecho es colaboración al mal además de ser inmoral la trasferencia de embriones. La única solución moral es… no producirlos.
27/02/24 8:00 PM
Federico Ma.
"vacunas" elaboradas a partir de células de fetos abortados). Aunque, considerando los oscuros tiempos que corren y dado el precedente de "Fiducia supplicans" (claramente errónea), hay que ver qué diría la Santa Sede...
27/02/24 8:28 PM
David
Donum vitae
La inseminación artificial homóloga dentro del matrimonio no se puede admitir, salvo en el caso en que el medio técnico no sustituya al acto conyugal, sino que sea una facilitación y una ayuda para que aquél alcance su finalidad natural.

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Salvo en el caso... O sea, no siempre.

No todo es blanco y negro. El hecho de que el acto de la concepción haya sido ilícito no altera la dignidad del ser concebido. De lo contrario, los embriones o fetos concebidos por una violación no tendrían el mismo derecho a nacer que el resto.
De igual forma, esos embriones congelados tienen derecho a desarrollarse y nacer. Da igual que sean fruto de un acto inmoral. Son seres humanos. No se les puede tratar como desecho biológico y dejarlos en un estado de congelación perpetuo. Eso sí que atenta contra su dignidad y no el darles una madre que los lleve en su seno nueve meses.
27/02/24 9:12 PM
MARIASOL
Perdónenme pero en los momentos que estamos viviendo en la Iglesia pedir que la Santa Sede (Dicasterio para la Doctrina de la Fe)se pronuncie sobre el tema se corre un gran riesgo.
Por otro lado lo expuesto por el comentarista Corda Lac puede ser un punto de vista interesante.
27/02/24 9:12 PM
M. A.
Esos embriones tienen padres que son los que los han encargado. Se podría considerar abandono por parte de los mismos. Algunos serán vendidos e implantados... el día que se exija verificar de quienes son los hijos de la FIV y de la subrogada, esto podría desaparecer, pero es un negocio muy lucrativo como para legislar en contra; no hay más que ver a quienes interesa.

La verdad es que es muy difícil. De momento que los curas digan alto y claro de qué va esto. Muchas veces nos vemos solos a la hora de defender lo que es según el plan de Dios y cómo se hacen estas cosas y las consecuencias que tienen.
Se empezó a perder el respeto con los anticonceptivos u todo lo demás ha vendido rodado.
27/02/24 9:12 PM
Pablo
Es curioso que ahora se "demande" de la Iglesia una respuesta en torno a este tema, cuando hace décadas que el magisterio se ha pronunciado en contra de estas prácticas antinaturales. De qué modo resolver este rompecabezas, no corresponde a la Iglesia hacerlo! El embrollo que este tema supone es porque desde el vamos es pecaminoso y antinatural. Se cae en una paradoja contradictoria sin ninguna salida aceptable! Pero ni la Iglesia, ni los cristianos son responsables de ello, sino aquellos que lo hacen a pesar de todas las advertencias!
27/02/24 9:24 PM
Melquita
Que Dios te bendiga, David. Me has aclarado las cosas, muchas gracias.
27/02/24 10:19 PM
Pedro
Mn. Jaume, yo no tengo formación teológica seria, así que lo que le "contesto", más que como réplicas, tómeselas como ocasiones para enseñar a los que sabemos menos. Esto lo digo sin ironía, ¿eh? que por internet se puede malinterpretar el tono.

1) No me parece que pueda decirse que, en el contexto de la adopción prenatal, se estén "sacrificando" los embriones que se pierdan. Si mueren, es un resultado no querido ni buscado. De hecho es el contrario a la intención de la implantación: que vivan. Sin embargo, cuando se conciben los embriones se hace con la intención de que haya un excedente de embriones a fin de lograr alguno viable

2) Aquí estamos de acuerdo, sí. Lo que yo quería decir es que el último pronunciamiento, desfavorable, de la Iglesia sobre la adopción prenatal, no parece un pronunciamiento definitivo.

3) Yo intuyo —aunque me sujeto a lo que diga la Iglesia— que la inmoralidad está en el modo de su concepción. Pero que, una vez concebidos, su implantación no es un mal menor sino que —sé que suena atrevido— puede hasta ser un bien heroico (por eso, no exigible). Por parte de la adoptante, que rechaza las técnicas de fecundación «in vitro», ¿podría haber una cooperación al mal? Parece que una cooperación material, no formal, y remota. Y, en estos casos, una justa causa podría hacer lícita esa implantación. Que el embrión se termine de desarrollar y pueda ser bautizado en vez de permanecer congelado hasta su muerte me parece justa causa.

U
27/02/24 10:30 PM
Mª Pilar
Estoy con Daniel Iglesias, no es moralmente admisible lo que se propone.
De hecho esta experta se refiere a ello como lo "mal menor" , por tanto ella misma reconoce que es malo.
27/02/24 10:37 PM
Abraham
Entre el mal mejor y el mal mayor, no creo que haya mucho que pensar.
27/02/24 11:00 PM
David
El acto intrínsecamente malo es la fecundación por ese medio. Ahora bien, una vez que se produce la fecundación, ya hay un ser humano. La madre que va a ser gestante no ha participado del acto malo. Al contrario, está ofreciendo a esa criatura la posibilidad de vivir. Ella no concibe ese embrión. Lo gesta. Hace incluso más que lo que hace unos padres que adoptan a los ya nacidos.
Es realmente absurdo oponerse a algo así.
27/02/24 11:08 PM
Maldan
Pienso que, antes de cualquier otra consideración, habría que ver si se les puede bautizar sin consentimiento de los padres, que les han abandonado. Y si la respuesta es afirmativa, buscar la forma de bautizarlos.

Luego ya seguimos pensando cómo debemos actuar con ellos.

Pregunta off topic: Nosotros perdimos un bebé fruto de un embarazo ectópico, y no nos dio tiempo a bautizarlo con agua. ¿Se puede entender que ha recibido el bautismo de deseo de sus padres? Nosotros lo hemos vivido así, y de hecho le dimos cristiana sepultura en cementerio diocesano... pero somos conscientes de que hay que acogerse a la misericordia de Dios.
28/02/24 9:08 AM
Daniel Iglesias
La adopción prenatal serviría para redondear el negocio de las clínicas de fecundación artificial. Los clientes primarios de esas clínicas son no católicos o católicos liberales a los que no les importa que la Iglesia condene la FIVET como inmoral. En el proceso se generan embriones sobrantes. Entonces los católicos "conservadores" buenistas van a las mismas clínicas para tener hijos mediante el ET de la FIVET. Creyendo que hacen un bien terminan colaborando con un negocio espantoso y haciendo algo que la Iglesia tampoco acepta.
28/02/24 9:48 AM
Mn. Jaime Mercant Simó
A Maldan:
Mira, lo que has dicho no es ninguna tontería. De hecho, esta teoría la sostenía el Cardenal Cayetano, gran comentarista de santo Tomás. Sí, en efecto, según él -con el cual estoy muy de acuerdo-, los niños de padres cristianos que mueren sin haber tenido tiempo de recibir el bautismo, reciben la gracia bautismal en virtud del "bautismo de deseo", en este caso, de sus padres cristianos, o al menos de uno de ellos.
In Christo.
28/02/24 2:49 PM
David
El argumento del negocio de las clínicas no añade nada al hecho de que quien adopta busca dar derecho a nacer sin participar en el acto inicuo de la FIV. Más bien busca evitar una de las consecuencias fatales de ese acto.
De todas maneras, el número de adopciones prenatales sería ínfimo comparado con el número de embriones congelados que nunca serán gestados.
28/02/24 5:21 PM
Maldan
Muchísimas gracias por su respuesta, Padre Mercant, también de parte de mi mujer. Y por descubrirme al Cardenal Cayetano.

In Christo.
28/02/24 7:29 PM
Pablo
Es curioso que ahora se "demande" de la Iglesia una respuesta en torno a este tema, cuando hace décadas que el magisterio se ha pronunciado en contra de estas prácticas antinaturales. De qué modo resolver este rompecabezas, no corresponde a la Iglesia hacerlo! El embrollo que este tema supone es porque desde el vamos es pecaminoso y antinatural. Se cae en una paradoja contradictoria sin ninguna salida aceptable! Pero ni la Iglesia, ni los cristianos son responsables de ello, sino aquellos que lo hacen a pesar de todas las advertencias!
29/02/24 1:53 PM

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