Cardenal Müller sobre 'Fiducia supplicans': «La única bendición de la Madre Iglesia es la verdad que nos hará libres»
Cardenal Müller en Madrid, nov 2022

La declaración dice lo contrario que la anterior

Cardenal Müller sobre 'Fiducia supplicans': «La única bendición de la Madre Iglesia es la verdad que nos hará libres»

«¿No está esta afirmación en directa contradicción con la doctrina católica? ¿Está obligado el fiel a aceptar esta nueva enseñanza? ¿Está permitido al sacerdote cumplir este tipo de bendiciones privadas recién inventadas? ¿Y puede prohibirlas el obispo diocesano en caso de que se dieran en su diócesis?»

(InfoCatólica) El que fuera Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (hoy Dicasterio), el Cardenal Müller, ha compartido con varios medios de comunicación su autorizado análisis sobre la Declaración Fiducia supplicans, que reproducimos en su totalidad.

La única bendición de la Madre Iglesia es la verdad que nos hará libres.

Nota sobre la Declaración Fiducia supplicans

El Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la fe (DDF), con la declaración Fiducia supplicans (FS) sobre el sentido pastoral de las bendiciones, ha realizado una afirmación inaudita en la enseñanza de la Iglesia católica. Pues este documento afirma que es posible a un sacerdote bendecir, no litúrgicamente sino privadamente, parejas que viven la sexualidad fuera del matrimonio, incluidas parejas del mismo sexo. Las múltiples preguntas de obispos, sacerdotes y fieles laicos que han surgido ante estas afirmaciones merecen una respuesta clara y distinta.

¿No está esta afirmación en directa contradicción con la doctrina católica? ¿Está obligado el fiel a aceptar esta nueva enseñanza? ¿Está permitido al sacerdote cumplir este tipo de bendiciones privadas recién inventadas? ¿Y puede prohibirlas el obispo diocesano en caso de que se dieran en su diócesis? Para responder, veamos qué enseña exactamente este documento quisiera que creyéramos y en qué argumentos se apoya.

El documento en cuestión, que la asamblea general de cardenales y obispos de este Dicasterio no discutió ni aprobó, reconoce que la hipótesis (¿o enseñanza?) que propone es completamente nueva, y que se basa sobre todo en el magisterio pastoral del Papa Francisco. Según la fe católica, el Papa y los obispos pueden poner ciertos acentos pastorales y relacionar de forma creativa la verdad de la revelación con los nuevos desafíos de cada época, por ejemplo en el campo de la doctrina social o de la bioética, respetando los principios fundamentales de la antropología cristiana. Pero estas innovaciones no pueden ir más allá de lo que les ha sido revelado de una vez por todas por los Apóstoles como Palabra de Dios (Dei verbum 8). De hecho, no se encuentran textos bíblicos o textos de los padres o doctores de la iglesia ni documentos anteriores del Magisterio que apoyen las conclusiones de FS. Además, se trata de un salto doctrinal. Pues sólo se puede hablar de desarrollo de la doctrina si la nueva explicación está contenida, al menos implícitamente, en la revelación y, ante todo, no contradice las definiciones dogmáticas. Y un desarrollo doctrinal que alcanza un sentido más profundo de la enseñanza tiene que haberse producido gradualmente, a través de un tiempo largo de maduración (cf. Dei verbum 8). Ahora bien, el último pronunciamiento magisterial sobre este tema lo dio la misma Congregación para la Doctrina de la Fe en marzo de 2021, hace menos de tres años, negando categóricamente la posibilidad de bendecir estas uniones. Esto se aplica tanto a las bendiciones públicas como a las bendiciones privadas sobre personas en condiciones de vida pecaminosas.

¿Cómo justifica FS que, aun proponiendo una doctrina nueva, no se niega con ella cuanto afirmaba el anterior documento de 2021?

FS reconoce, en primer lugar, que tanto el Responsum como la doctrina valida y vinculante tradicional sobre las bendiciones no permiten que se bendigan situaciones que son contrarias a la ley de Dios y el Evangelio de Cristo, como es el caso de las uniones sexuales fuera del matrimonio. Esto es claro para los sacramentos, pero también para otras bendiciones que Fiducia supplicans llama «litúrgicas» y que se encuentran entre los ritos que la Iglesia ha llamado «sacramentales», como se describen en el Ritual Romano posterior al Vaticano II. En estos dos tipos de bendiciones tiene que darse consonancia entre la bendición y la enseñanza de la Iglesia (FS 9-11).

Por eso, para poder aceptar la bendición de situaciones que son contrarias al Evangelio, el DDF propone una solución original: ampliar el concepto de bendición (FS 7,12). Esto se justifica de la siguiente forma: «Se debe también evitar el riesgo de reducir el sentido de las bendiciones solo a este punto de vista [las bendiciones 'litúrgicas' de los sacramentos y de los sacramentales], porque nos llevaría a pretender, para una simple bendición, las mismas condiciones morales que se piden para la recepción de los sacramentos» (FS 12). Es decir, es necesario un nuevo concepto de bendición, que llegue más allá de los sacramentos, para poder acompañar también el camino de quien vive en pecado.

Ahora bien, esta expansión más allá de los sacramentos ya se daba, de hecho, a través de los sacramentales. La Iglesia no ha pedido las mismas condiciones morales para una bendición que para recibir un sacramento. Esto ocurre, por ejemplo, ante un penitente que no quiere abandonar su situación de pecado, pero que puede humildemente pedir una bendición personal para que el Señor le de luz y fuerza para llegar un día a entender y seguir las enseñanzas evangélicas. Para esto no haría falta un nuevo tipo de bendición.

¿Para qué es necesario entonces ampliar el sentido de una bendición, si ya las bendiciones como las entiende el ritual romano van más allá de los sacramentos?

Es que la bendición entendida en forma tradicional, aunque va más allá de los sacramentos, solo permite bendiciones de «cosas, lugares o circunstancias que no contradigan la norma o el espíritu del Evangelio» (FS 10, citando el ritual romano). Y este es el punto que se quiere superar, pues se quieren bendecir circunstancias, como una relación estable entre personas del mismo sexo, que contradicen la norma y el espíritu del Evangelio. Es verdad que la Iglesia puede añadir «nuevos sacramentales» a los ya existentes (Vaticano II: Sacrosanctum Concilium 79), pero no cambiar su significado de tal manera que trivialicen el pecado, sobre todo en una situación cultural cargada ideológicamente que además induce a error a los fieles. Y este cambio de significado es precisamente lo que sucede en FS, que inventa una nueva categoría de bendición más allá de la que está ligada a un sacramento o a los sacramentales como los había entendido hasta ahora la Iglesia. FS dice que se trata de bendiciones no litúrgicas, propias de la piedad popular. Tendríamos así estos tres niveles:

  1. Oraciones ligadas a sacramentos, que piden que la persona esté en gracia para recibirlas, o que se quiera apartar del pecado.
  2. Bendiciones como las que recoge el Ritual Romano y como las ha entendido siempre la doctrina católica, que se pueden dirigir a personas, incluso cuando viven en pecado, pero no a «cosas, lugares o circunstancias contrarias a la norma o al espíritu del evangelio» (FS 10, citando el Ritual Romano). Así, por ejemplo, podría bendecirse a una mujer que ha abortado, pero no una clínica abortista.
  3. Las nuevas bendiciones que propone FS serían bendiciones pastorales, no litúrgicas ni rituales. Por tanto, ya no tendrían tampoco la limitación de las bendiciones descritas en el Ritual Romano (tipo «b»). No sólo podrían aplicarse, como en las bendiciones del Ritual Romano, a personas en pecado, sino también a cosas, lugares o circunstancias contrarias al Evangelio.

La novedad está en estas bendiciones de tipo «c», o «bendiciones pastorales», que por no ser litúrgicas sino más bien de «piedad popular», no comprometerían, según FS, la doctrina evangélica, y no tendrían que guardar coherencia ni con las normas morales ni con la doctrina católica. ¿Qué decir de esta nueva categoría de bendiciones?

Una primera observación es que no se encuentra base para este nuevo uso en los textos bíblicos que se aducen, ni tampoco en ninguna declaración anterior del Magisterio. Incluso los textos que se ofrecen del Papa Francisco tampoco ofrecen pie a este nuevo tipo de bendiciones. Pues ya las bendiciones de acuerdo con el Ritual Romano (tipo «b») permiten bendecir a alguien que vive en pecado. Y este tipo de bendiciones puede aplicarse sin problema a quien está en la cárcel o en una casa de rehabilitación, como dice Francisco (citado en FS 27). Las nuevas bendiciones pastorales (tipo «c») van más allá de lo dicho por Francisco, pues con estas bendiciones se podría bendecir también una realidad contraria a la Ley de Dios, como la relación extramatrimonial. De hecho, según el criterio de estas bendiciones pastorales se llegaría al absurdo de poder bendecir, por ejemplo, una clínica abortista o un grupo mafioso.

A partir de aquí surge una segunda observación: es siempre arriesgado inventar nuevos términos contrarios al uso corriente del lenguaje. Pues este modo de proceder da lugar a ejercicios arbitrarios del poder. En nuestro caso, la bendición tiene una objetividad propia, y no puede ser redefinida para que se amolde a una intención subjetiva contraria a la esencia de una bendición, pues se caería en la arbitrariedad. Viene a la mente la famosa frase de Humpty Dumpty en Alicia en el País de las Maravillas: «Cuando yo uso una palabra significa lo que yo elijo que signifique, ni más ni menos». Alicia responde: «la cuestión es si puedes hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes». Y Humpty Dumpty sentencia: «la cuestión es quién es el que manda aquí; eso es todo».

La tercera observación se refiere al concepto mismo de «bendición no litúrgica», con la que no se pretende sancionar nada (FS 34), y que sería la bendición pastoral (tipo «c»). ¿En qué se diferencia de la bendición contemplada en el Ritual Romano (tipo «b»)? La diferencia no es la espontaneidad, que ya es posible en bendiciones de tipo «b», pues no es imprescindible que estén regladas o aprobadas en el Ritual. Tampoco está la diferencia en la piedad popular, pues las bendiciones de acuerdo con el Ritual Romano son ya aptas para tal piedad popular, que necesita la bendición de objetos, lugares y personas diversas. Parece que esta bendición pastoral (tipo «c») está creada ad hoc para poder bendecir situaciones contrarias a la norma o espíritu del Evangelio.

Esto nos lleva a una cuarta observación, que se refiere al objeto de esta bendición pastoral, que la diferencia de la bendición de acuerdo con el Ritual Romano, pues la bendición pastoral se imparte sobre situaciones contrarias al Evangelio. Nótese que aquí no se bendicen solo a personas pecadoras, sino que, al bendecirse a la pareja, se bendice a la relación pecaminosa en sí misma. Ahora bien, Dios no puede enviar su gracia sobre una relación que se opone directamente a Él, y que no puede ordenarse en un camino hacia Él. La relación sexual extraña al matrimonio, qua relación sexual, no puede acercar a los hombres a Dios, y no puede por tanto abrirse a la bendición de Dios. Por eso, aun cuando se realizara esta bendición, su único efecto sería confundir a las personas que la reciben o que asisten a la bendición, que pensarían que Dios ha bendecido lo que Él no puede bendecir. Es verdad que el cardenal Fernández, en declaraciones al medio Infovaticana, ha aclarado que no se está permitiendo bendecir a la unión, sino a la pareja, pero esto es jugar con los conceptos, pues la pareja se define precisamente por su unión.

La dificultad de bendecir la unión es especialmente clara en el caso de la homosexualidad. Pues la bendición, en la Biblia, tiene que ver con el orden creado por Dios, que Él vio que era bueno. Este orden se apoya en la diferencia sexual de hombre y mujer, llamados a ser una sola carne. La bendición de una realidad que se opone a la creación, no solo no es posible, sino que constituye una blasfemia. Pues, de nuevo, la cuestión no es bendecir a personas que «estén en una unión que en modo alguno puede parangonarse al matrimonio» (FS n.30), sino bendecir esa misma unión que no puede paragonarse al matrimonio. Para eso precisamente FS quiere crear un nuevo tipo de bendición (FS 7; FS 12).

Algunos argumentos aparecen en FS para intentar justificar estas bendiciones. En primer lugar, la posibilidad de condiciones que eximen de la culpabilidad moral. Pero estas condiciones se refieren a la persona, no a la relación misma. Se habla también de que solicitar la bendición es el bien posible que estas personas pueden realizar en sus condicionamientos, como si pedir la bendición constituyese ya una apertura a Dios y a la conversión. Pero eso puede ser verdad de la persona que pide la bendición para sí, no de la que pide que se bendiga su relación o su pareja, pues esta persona quiere entonces justificar ante Dios la relación misma, sin percibir que, como tal relación, aleja a la persona de Dios. Finalmente, se alega que en la relación hay elementos positivos, y que estos pueden bendecirse, pero estos elementos positivos (por ejemplo, que se ayude a la otra persona en una enfermedad) son accidentales a la relación misma, cuya naturaleza es compartir la sexualidad, y no cambian la naturaleza de esta relación, que en ningún caso puede dirigirse hacia Dios, como ya indicaba el Responsum de la Congregación para la Doctrina de la fe de 2021. También en una clínica abortista hay elementos positivos, desde los anestesistas que evitan el dolor físico de la persona, hasta el deseo de los médicos de proteger el proyecto de vida de la mujer que aborta.

Una quinta observación toca la coherencia interna de esta misma bendición pastoral (tipo «c»). ¿Puede darse una bendición no litúrgica? ¿O una bendición que no represente oficialmente la doctrina de Cristo y de la Iglesia? La clave para responder no está en saber si los ritos han sido aprobados oficialmente o, por el contrario, se improvisan espontáneamente. La cuestión es que quien realiza la bendición es un sacerdote, representante de Cristo y de la Iglesia. FS afirma que no hay problema en que el sacerdote se una a la oración de las personas que se encuentran en esta situación contraria al Evangelio (FS 30), pero en esta bendición pastoral el sacerdote no se une a la oración de ellos, sino que invoca el descenso de los dones de Dios sobre la relación misma. En cuanto que el sacerdote obra en nombre de Cristo y de la Iglesia, pretender separar esta bendición de la doctrina es postular un dualismo entre lo que la Iglesia hace y lo que la Iglesia dice. Pero la revelación, como enseña el concilio Vaticano II, se da con signos y palabras intrínsecamente unidos entre sí (Dei Verbum 2), y la predicación de la Iglesia no puede tampoco separar signos y palabras. Precisamente la gente sencilla, a la que el documento quiere favorecer fomentando la piedad popular, es la más vulnerable a ser engañada por un signo que contradice la doctrina, pues capta intuitivamente el contenido doctrinal del signo.

A la vista de esto, ¿puede un fiel católico aceptar la enseñanza de FS? Dada la unidad entre signo y palabra en la fe cristiana, la única forma en que se puede aceptar que sea bueno bendecir, en cualquier modo, estas uniones, es porque se piensa que tales uniones no son objetivamente contrarias a la Ley de Dios. De aquí se sigue que mientras el Papa Francisco siga afirmando que las uniones homosexuales son siempre contrarias a la Ley de Dios, está afirmando implícitamente que tales bendiciones no se pueden dar. La enseñanza de FS se encuentra, por tanto, en contradicción consigo misma, lo cual pide una clarificación ulterior. La Iglesia no puede celebrar una cosa y enseñar otra, porque, como escribió san Ignacio de Antioquía, Cristo fue el Maestro «que dijo y se hizo» (Efesios 15,1), y no se puede separar su carne de su palabra.

La otra pregunta que nos hacíamos era si un sacerdote puede aceptar bendecir estas uniones, algunas de las cuales coexisten con el matrimonio legítimo o en las que no es infrecuente cambiar de pareja. Lo podría hacer, según FS, con una bendición pastoral, no litúrgica ni oficial (tipo «c»). Esto significaría que el sacerdote tendría que dar estas bendiciones sin actuar en nombre de Cristo y de la Iglesia. Pero esto implicaría no actuar como sacerdote. De hecho, estas bendiciones tendría que hacerlas, no como sacerdote de Cristo, sino como quien ha renegado de Cristo. Pues el sacerdote que bendice estas uniones está presentándoles, con sus gestos, como un camino hacia el Creador. Por tanto, comete un acto sacrílego y blasfemo contra el designio del Creador y contra la muerte de Cristo por nosotros para llevar a plenitud el designio del Creador. Esto implica también al obispo diocesano. Éste, como pastor de su Iglesia local, está obligado a impedir que estos actos sacrílegos sucedan, o se haría él partícipe de ellos y renegaría del mandato que le dio Cristo de confirmar en la fe a sus hermanos.

Los sacerdotes deben proclamar el amor y la bondad de Dios a todas las personas y también apoyar con consejos y oraciones a los pecadores y a los débiles que tienen dificultades para convertirse. Esto es muy distinto que señalarles con signos y palabras autoinventados pero engañosos que Dios no es tan exigente con el pecado, ocultando así que el pecado de pensamiento, palabra y obra nos aleja de Dios. No hay bendición no sólo en lo público, sino tampoco en lo privado, para condiciones de vida pecaminosas que contradicen objetivamente la santa voluntad de Dios. Y no es prueba de una sana hermenéutica que los defensores valientes de la doctrina cristiana sean tachados de rigoristas, más interesados en el cumplimiento legalista de sus normas morales que en la salvación de personas concretas. Porque esto es lo que dice Jesús a la gente corriente: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera» (Mt 11,28-30). Y el Apóstol lo explica así: « Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?». (1 Jn 5,4-5). En un tiempo en que una falsa antropología está socavando la institución divina del matrimonio del hombre y la mujer con la familia y sus hijos, la Iglesia debería recordar las palabras de su Señor y Cabeza: «Entrad por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos» (Mt 7,13-14).

62 comentarios

Isasa
Este hombre habla claro.
21/12/23 2:58 PM
Andrés
Una auténtica maravilla.
21/12/23 3:11 PM
Nèstor
Excelente, completo, definitivo.

Saludos cordiales.
21/12/23 3:22 PM
P. Miguel de Chile
La bendición de parejas de sodomitas es un "acto sacrílego y blasfemo". Claro como el agua.
"Vuestro modo de hablar sea sí sí, no no".
Deo gratias !
21/12/23 3:26 PM
Juan de Barcelona
Gracias Monseñor. Más claro no se puede decir
.
21/12/23 3:36 PM
Pacomio
Este Cardenal, Varón Católico y Cabal, es un auténtico MAESTRO de la Fe, que nos confirma en la Fe, una y única de la Santa Madre Iglesia
21/12/23 3:47 PM
María Beatriz Spiraquis
Parece que quienes deben ser ejemplo de llevar adelante y predicar la Verdad se han olvidado de ella! No hay justificación, ni ninguna doctrina de hombre que cambie la "Verdad de la Palabra en las Sagradas Escrituras:
1Corintios 6:9
¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales... Amén
Dios los juzgará a su debido tiempo! En mi caso personal, solo cumplo con lo que el Espíritu Santo nos dejó escrito a través de los profetas y discípulos del Señor!
21/12/23 3:59 PM
María Beatriz Spiraquis
Amén Cardenal! Gracias por defender la Verdad de nuestro Señor! Que Él lo ilumine y lo guíe en todo momento y lugar para predicarla y vivirla en santidad!
1Corintios 6:9
¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales... Amén

21/12/23 4:03 PM
Grace
Bendito sea Dios por esta explicación tan necesaria, y válida.
El Cardenal Müller, hace un análisis lógico impecable, detectando los errores conceptuales y las falacias que surgen del escrito presentado por Tucho Fernández.
Como no todos los fieles están preparados para este tipo de análisis, ayuda enormemente a ver los errores y contradicciones presentes en el escrito.
Que Dios bendiga al Cardenal Müller por esta explicación y a todos los que buscan El Camino, La Verdad y La Vida”, que es Nuestro Señor Jesucristo.
El que Era, el que Es, y El que Viene. Sigamos sus enseñanzas, que fueron muy claras, de la mano de Nuestra Santa e Inmaculada Madre, la Virgen Maria y de San José.
21/12/23 4:05 PM
Lector
Por fin alguien se cree la Biblia...
21/12/23 4:14 PM
clara
¡Qué sencilla es la verdad! Se entiende el significado a la primera,
21/12/23 4:34 PM
Rocy
Bendito sea Dios…. Gracias cardenal !! SI UNO SOLO SE SALVARA , ESE ESTARÍA REPRESENTANDO LA IGLESIA DE CRISTO!!! Que viva CRISTO REY y que nadie cambie Su Palabra.
21/12/23 4:40 PM
Rodrigo
Gran parte del problema está en el uso eufemístico del lenguaje. En efecto, "bendición de parejas en situación irregular, incluso del mismo sexo" podría (y mejor debería) decirse: "Bendición de adúlteros y bendición de sodomitas", más aún: "Bendición del adulterio y bendición de la sodomía".
Evidentemente, hablando claro, todos entenderían mejor.

Por último, siempre hablando claro, viene muy bien este pasaje del Evangelio: "Este Niño ha sido puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción" (Lucas 2:34).
21/12/23 4:41 PM
maria
Gracias cardenal Müller, por ser un padre, por ser un pastor.
21/12/23 4:43 PM
Fernando Martin Lopez Ávalos
Teología católica de quintaesencia. Danos Señor un Papa que sea sabio, santo, DOCTO y fiel!!!
21/12/23 4:59 PM
Japo
Esto sí que es magistral. Menos mal que en España la inmensa mayoría de los sacerdotes tienen criterio para obrar con sentido común, y saben distinguir el trigo de la cizaña
21/12/23 5:01 PM
Padre Roberto
Soy sacerdote y no quiero nunca hacer un sacrilegio, y si me lo pide el Papa pues le recordaré el Honorio y el honor de Dios, y q con gusto me iré al destierro si me suspende a divinis.
21/12/23 5:08 PM
maru
Con la claridad que explica el cardenal Müller, no comprendo cómo hay obispos contentos con estas bendiciones .
21/12/23 5:32 PM
Yolanda
Qué inteligencia la de Müller, cómo explica, qué irrebatible, qué nítido, qué católico.

Por eso su lugar ahora lo ocupa un tal Tucho.
21/12/23 5:36 PM
Pedro de Torrejón
Estamos en el mundo al revés. Los sacerdotes, obispos y cardenales tradicionales y fieles a las Sagradas Escrituras, a la Tradición Apostólica ,y a la Verdad Evangélica ; son marginados y castigados por los sacerdotes, obispos cardenales y papas izquierdistas y progresistas.

Siempre habrá un remanente Fiel que no doblará la rodilla ante la Mentira de Satanás.
21/12/23 6:11 PM
Pedro de México
Al final, "El esplendor de la verdad" elimina toda oscuridad.
Alabado sea Dios uno y trino!
Virgen María Madre de Misericordia y Reina de la Paz, ruega por nosotros!
21/12/23 6:26 PM
M.Angels
Pues sí, sr Cardenal, este es el núcleo del problema: bendecir algo que en sí mismo es pecado (una unión sexual extramatrimonial, por ejemplo) es un acto sacrílego y blasfemo. El tan olvidado 2° Mandamiento: no tomar el nombre de Dios en vano. No se puede usar el Nombre santísimo de nuestro Dios Uno y Trino, que es bendito por los siglos, para aprobar (porque eso es ben-decir) e invocar la protección del mismo Dios sobre algo que Dios detesta y prohibe clarísimamente.
Además, está implicado ahí también un pecado contra el 5° Mandamiento, por el escándalo, es decir, empujar a alguien hacia el pecado. Ya sabemos lo que dijo NS Jesucristo sobre los que escandalizan.
Es terrible todo esto. Dios nos ayude.
21/12/23 6:31 PM
EL MUDO
Gracias Señor, creador, redentor y santificador nuestro por los buenos pastores, así vemos que no nos abandonas.
21/12/23 7:14 PM
Jose Luis
Si repasamos la advertencia de la Virgen en Fátima, quizás ya no se haga tan extraña la situación que nos está tocando vivir a quienes queremos permanecer fieles a la Iglesia Católica.
La Virgen advirtió que si el mundo no cambiaba y hacia oración y penitencia, llegaría el gran castigo. ¿Qué mayor castigo que la perdida de la fe? Nos advierte San pablo: Sin la fe nadie puede salvarse.
Desde hace decadas, los Pastores de la Iglesia se empeñan en dar disposiciones y doctrinas que nos van alejando de todo aquello que el Magisterio enseñó y nos prevenía de los errores del mundo.
Hoy pareciera que para ser admitido y pertenecer a la Iglesia es necesario estar en contra de la sana doctrina y a favor del mundo actual.
Oremos para que Dios termine con tales hombres que quieren imponer el error y la vida inmoral como principios.
21/12/23 8:10 PM
Jesse Manzano
Magistral. Ontológico y a la esencia de la cuestión. Pulverizó el herético documento.

Con todo respeto, ¡qué pena me da la Conferencia Episcopal Mexicana!

"Claman venganza al Cielo" con su declaración.

Estar en comunión con el Santo Padre es estar con la Verdad y apoyarlo a estar con Cristo y no en su contra.

Nunca me hubiera imaginado que muchos Jerarcas fueran anti Cristos por conveniencias mundanas.

Se repite la historia, los Fariseos de hoy vuelven a crucificar a Cristo aceptando este documento.

"Aquí se requiere la fe y la paciencia de los santos." (Apocalipsis)
21/12/23 8:56 PM
Irene
Este texto blanquea la homosexualidad jugando con las palabras sin formalmente no cambiar la doctrina.
La doctrina no cambia porque no pueden ( para ello se necesita concilio). Lo que hacen es cambiar la práctica ( pastoral) y consiguen el mismo efecto- que los homosexuales ven reconocida su unión por la iglesia
Lo del rito es cortina de humo. A los homosexuales les da igual con rito o sin rito- solo quieren ven signo de reconocimiento eclesial.
Si lo importante fuera la bendición de las personas , pasaría primero uno y luego otro. Pero han estado dando pico y pala durante estos dos años y han decidido salir con esta figura de bendición libre y salvaguardar la LETRA de la doctrina.
La iglesia está para enseñar y pero en estos temas hace tiempo que no lo hace. Más bien huye. Y ahora viene a confundir, serpenteando con el lenguaje para hacernos pasar por bueno lo que en 2021 se negaron a aprobar y hacernos creer que nada cambia. Para mi cambia todo aunque la doctrina no cambie. Asi funciona el príncipe de la mentira. Con apariencias y formalismos, consiguiendo sus objetivos de forma sibilina y retorcida. Han cruzado una línea roja. Esto es una farsa.
21/12/23 8:56 PM
Percival
Gracias a Dios. Y al Cardenal que razona y es creyente y fiel.
21/12/23 8:58 PM
DRS
Es perfecto el razonamiento del Cardenal Muller. Usando la lógica al puro estilo escolástico deja más que claros los errores de FS. Salta especialmente a la vista la sagacidad y exactitud comparativa con Humpty Dumpty.
Gracias a Dios aún tenemos valientes Pastores que nos dirigen rectamente por la Verdad.
Es lamentable como algunos obispos a las apuradas han apoyado el documento obsecuentemente, sin revisarlo me parece a profundidad. En especial como mexicana, me indigna que la Conferencia Episcopal Mexicana se rinda ante el FS, ¡que dirían nuestros mártires cristeros!
Creo que como laicos debemos respaldar al Cardenal Muller y a los obispos y sacerdotes que defienden la sana doctrina sin confusiones ni escándalos, con claridad y caridad (buscando siempre la salvación de las almas!) ¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!
21/12/23 8:58 PM
Alberto Solanet
Lo que dice el Cardenal Müller es de claridad meridana, Fiducia supplicans es intrínsecamente contraria a la verdadera doctrina de siempre, en consecuencia no debe ser cumplida.
21/12/23 10:10 PM
Antonio Cañellas
Excelente explicación; lógica y coherente, características de las que adolece FS. Como bien recuerda el cardenal, no puede obedecerse lo que resulta sacrílego.
21/12/23 10:24 PM
MartínBQ
Nadie lo podía explicar mejor, alguien con el conocimiento, experiencia y autoridad de un cardenal intachable, de un verdadero Pastor del de rebaño del Señor, esto hace trizas la FS, gracis Señor por darnos cardenales como Monseñor Müller en medio de tantos falsos pastores…
21/12/23 10:26 PM
José Antonio Ramírez Santillan
Buena información
21/12/23 10:34 PM
Pablo
Clarísimo.
Menudo contraste con Tucho, que todo lo lía.
21/12/23 11:09 PM
Pablo
Mil gracias monseñor, clarísimo, preciso, definitivo. El Señor le bendiga.
21/12/23 11:16 PM
Gabriel
Grande, Müller.
21/12/23 11:31 PM
Hugo Gualdino
Este verdadeiro Pastor da Igreja que esteve à fente da Congregação, para a Doutrina da Fé é o verdadeiro defensor da Fé e da Moral cristã. O Cardeal 'Tucho' é o infiltrato de Satanás para destruir a Fé. Que todos saibam e divulguem que o ato de benção que a FS propõe é "sacrílega e blasfema"
22/12/23 12:36 AM
Hno. Nelson Maria
Excelente explicación . El gran problema es como poder unir estas palabras con las expresadas por el Papa Francisco en este su nuevo documento (FS ) y que no cause más diferencias y desunión en el seno de nuestra Iglesia .
22/12/23 1:13 AM
ultramontano
¿Habrá alguien en el Vaticano capaz de leer este documento del Cardenal Mueller?
¿Por qué los Cardenales, Obispos y sacerdotes católicos que defienden la Fé Católica no se reúnen, no se comunican o se apoyan?

Cardenal Vigano, Cardenal Burke, Cardenal Mueller, Cardenal Sarah, Obispo Strikland, Obispo Schneider etc.
22/12/23 6:07 AM
Pedro de Madrid
Hagan lío, y claro que se está haciebdo. Van a asistir a misa y recibir Sacramentos estas escasísimas personas que pedirán la bendición para reirse de la iglesia?, Los medios de comunicación dijeron lo que no quiere el Papa y así se interpreta como que es una bajada de pantalones
22/12/23 7:44 AM
Teresa
Gracias.
Voy a leer cada argumento
Este gran obispo era colaborador del Equipo de Doctrina para la Fe del Cardenal Ratzinger lo mismo que el secretario de Benedicto xvi

Así que es de una gran escuela de la enseñanza de la verdad , después tomó el relevo como Prefecto y es Emérito, es decir que su misión como defensor de la verdad es eterno , y en estoa últimos tiempos de impostura religiosa el trigo distingue la cizaña.

La autoridad moral es veraz , el Cardenal Ratzinger aclara lo que Benedicto Caritas in veritate, una seudo bendición que niega la verdad al propio reo impide su conversión y salvación

En cambio advertirle de su mal camino salva al reo si se convierte y salva al pastor que se lo advierte.
De lo contrario si el pastor no advierte del mal camino al reo, este ni se salva y tampoco el propio pastor
22/12/23 8:05 AM
Teresa
Talves tal bendición traiga maldición , pues debemos santificar el nombre de Dios y no jugar con su nombre para provocar su santa irá

Usar el nombre de Dios , invocarlo para que bendiga el adulterio, la fornicación o para que promueva la violación de la naturaleza humana .
22/12/23 8:35 AM
Juan Mariner
"In claris non fit interpretatio" .
22/12/23 8:46 AM
Almudena1
Aquello de “hagan lío” iba en serio, muy en serio.
Menos mal que aún quedan pastores desatando enredos.
22/12/23 8:54 AM
Grego
¡Quë decir que no se haya dicho ya! Que supone un gran alivio, una liberación para el alma que alguien tan autorizado como el cardenal Muller haga esta supernecesaria y superoportuna aclaración, tan sabia, didáctica, clarísima, genial, completísima que no se deja nada importante, a esa Declaración tan ambigüa y dañina al fin y a la postre como se está viendo (se enreden en sí es herética en el fondo,en la manera, arriba y abajo y patatín y patatán). Con una argumentación plenamente católica desde el verdad de la fe católica deja claro cuál es la verdad sobre esa declaración....que no creo haya ningún argumento "por encima" en nada de lo que ha dicho. Si no son capaces de dar ese otro argumento, el cardenal Müller ha dejado clara la cosa, para quiën tenga una formación suficiente (no mucha) y cuya conciencia no esté lo suficientemente dañada... Obispos ¿por qué no repiten lo del cardenal Müller, por favor? Lo ha dado cocinado y en su punto.
¡Quë gran pastor y maestro el cardenal Müller, con la necesaria parresía y no importándoleposibkrs consecuencias, como agradece el alma en estos momentos sus palabras y testimonio personal!
22/12/23 10:22 AM
Rexjhs
Muchas gracias, Card. Müller, por su NO clarísimo. Lo que pase de ahí, viene del maligno.
22/12/23 11:04 AM
Pablo C.P.
En la oscuridad de nuestros tiempos la Luz resalta aun más. Bendito sea Dios,
22/12/23 11:16 AM
Daniel Mariotti de Argentina
Esto de la bendición de parejas homosexuales que ahora aclaran no es aprobación de la unión, es totalmente contradictorio, una buena manera de confirmar si efectivamente se trata de una trampa "para que pase" sin tanta oposición del clero y sobre todo de la feligresia es chequear si esta nueva disposición incluye la bendición de los anillos de las parejas del mismo sexo(cosa que ya habia ocurrido en parroquias en el pasado) si eso fuere permitido y autorizado entonces si que estariamos sin vueltas frente a una abominación y una renuncia a la verdad Biblica que condena este tipo de relaciones.
22/12/23 12:13 PM
Javidaba
Yo pensaba que mi obispo y mi Papa, estaban puestos por Derecho Divino para orientarme y guiarme hacia el cielo, dado que cuando yo fallezca, entre con más o menos purgatorio previo, a la Visión Beatífica; y que en eso de mi salvación eterna y (contando siempre con mi libertad) ellos (mi obispo y mi Papa) debían estar casi más interesados que yo mismo en salvar mi alma.
Pero veo que no.
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum...
22/12/23 12:23 PM
Nova
¡Magnífico, valiente y clarividente Cardenal...! ¡Muchas gracias, Eminencia, Dios le bendiga!
22/12/23 1:02 PM
Leonardo
Este documento constituye una auténtica contra-Declaracion “Fiducia supplicans”, llena de autoridad doctrinal y moral, viniendo del Cardenal antecesor en el cargo al actual autor de la Declaración F. S., no olvidemos que refrendada por el Papa.
Parece que también en la Curia Vaticana, como en las actuales esferas gubernamentales españolas, se dan fenómenos que guardan cierta similitud cuando se persiguen determinados objetivos difíciles o imposibles de alcanzar por los procedimientos correctos establecidos. Para ello es necesario contar con personajes émulos de la mejor sofistica de la antigua Grecia.
22/12/23 11:44 PM
Rubén (de Argentina)
@Teresa:

"Tal vez tal bendición traiga maldición, pues debemos santificar el nombre de Dios y no jugar con su nombre para provocar su santa irá."

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Indudablemente que es así y lo dice la misma Escritura:

"Ahora para vosotros, oh sacerdotes, tengo este decreto: Si no escuchareis, ni os empeñareis en dar gloria a mi Nombre, dice Yahvé de los ejércitos, enviaré sobre vosotros la maldición, y maldeciré vuestras bendiciones —y las he maldecido ya—: porque no hacéis caso (de Mí)".
—Malaquías 2:1-2
23/12/23 4:42 AM
G Flavius
Una pareja es una pareja porque está unida: si no lo está -o ha dejado de estarlo- ya no es pareja. Por esa razón, la distinción entre "pareja" y "unión", que pretende Fiducia Supplicans, está llamada al fracaso: representa una contradicción en sus propios términos.
La bendición de la "pareja" solo puede llevar a la invocación de gracias a Dios sobre ella para que abandonen la unión, es decir, la pareja. Y ese abandono ha de estar presente en el momento en que se pide y se recibe la bendición. Otra cosa sería un abuso, porque el mantenimiento de la pareja (= unión) es ya ocasión próxima de pecado y prueba evidente de que "no se quiere" cortar por lo sano.
Decir lo anterior no es falta de misericordia, ni rigidez moral, ni nada de lo que se acusa a quienes lo afirman. Cuando Nuestro Señor se dirigió a la adúltera cogida in fraganti no la condenó, pero le dijo: "vete y en adelante no peques más". Y si aquella se hubiera presentado con el adúltero, ¿qué les habría dicho el Señor? "Marchaos y no pequéis más, empezando por no volver a veros".
23/12/23 10:48 AM
Federico Ma.
Muy bien por el Card. Müller y su claro y valiente testimonio en favor de la verdad. Que Dios lo bendiga.
23/12/23 1:38 PM
LCC
Muchas gracias Cardenal Müller, Dios bendiga el excelente artículo que comparte. Ojalá los demás obispos y sacerdotes pensaran como usted porque cómo se puede aceptar una doctrina falsa y justificarla. Gracias por enseñarnos a todos esta verdad.
23/12/23 6:42 PM
Vladimir
Increíble hasta donde llega la perversión: crear expresamente un simulacro de bendición, dirigida al pecado. BENDECIR EL PECADO, es el fin de todo lo dicho en este panfleto (no documento).
Cómo hay que orar por Francisco I: su torcida comprensión de lo que es la misericordia lo está llevando por caminos en que pone en peligro, no solo su salvación sino, la de las ovejas que le fueron confiadas.
23/12/23 11:15 PM
Grace
Bendito sea Dios por esta explicación tan necesaria, y válida.
El Cardenal Müller, hace un análisis lógico impecable, detectando los errores conceptuales y las falacias que surgen del escrito presentado por Tucho Fernández.
Como no todos los fieles están preparados para este tipo de análisis, ayuda enormemente a ver los errores y contradicciones presentes en el escrito.
Que Dios bendiga al Cardenal Müller por esta explicación y a todos los que buscan El Camino, La Verdad y La Vida”, que es Nuestro Señor Jesucristo.
El que Era, el que Es, y El que Viene. Sigamos sus enseñanzas, que fueron muy claras, de la mano de Nuestra Santa e Inmaculada Madre, la Virgen Maria y de San José.
24/12/23 9:20 PM
Leonardo
Este documento constituye una auténtica contra-Declaracion ?Fiducia supplicans?, llena de autoridad doctrinal y moral, viniendo del Cardenal antecesor en el cargo al actual autor de la Declaración F. S..

Parece que también en la Curia Vaticana, como en las actuales esferas gubernamentales españolas, se dan fenómenos que guardan cierta similitud cuando se persiguen determinados objetivos difíciles o imposibles de alcanzar por los procedimientos correctos establecidos. Para ello es necesario contar con personajes émulos de la mejor sofistica de la antigua Grecia.
25/12/23 10:44 PM
Lydia Sabaté
Qué bendición tener una voz autorizada dentro de la Iglesia, como la del Cardenal Müller, en tiempo de tanta confusión y que pueda dar luz en las tinieblas.
Es un tiempo que la Iglesia tiene que pasar,
26/12/23 5:17 PM
Carlos
Clarísimo,lo demás son monsergas claudicantes ante esa amalgama de hereticos de LGTB y sus amiguetes de la Curia
26/12/23 8:23 PM
boanerges
Mi reflexión es que FS con la aprobación del Papa , utilizando un símil de la cultura popular , le gusta hacerse trampas jugando al solitario, con los naipes.
28/12/23 12:58 PM
Carmen Gloria
Infinitas gracias Cardenal Müller por su palabra clarificadora que nos guía y conduce.Los católicos que seguimos la palabra de Dios estamos consternados y vemos como el trabajo diario de convencimiento y conversión que con esfuerzo logramos hacer, se destruye de un solo golpe por contentar al progresismo actual. 
Muy difícil situación, una vez más, subimos a Jesús la Cruz.
Es nuestra Fe, la Iglesia que fundó Cristo la que está siendo modificada desoyendo La Palabra y quien la modifica es precisamente quien debiese defenderla y evangelizando dar a conocer La Palabra.
Creo necesario actuar, con Amor, sin estridencia pero con decisión:
Motivar a nuestros pastores a que defiendan y suscriban la defensa de la Iglesia y de la Fe y generen un movimiento de consenso católico ante la defensa de nuestra Fe.

1.- Apoyando explícitamente a los Cardenales, Obispos, Sacerdotes y Diáconos que se manifiestan abiertamente en contra de la modificación de nuestra Fe.Con oración privada pero especialmente con oración pública, debemos llamar a orar en determinado horario en los frontis de las iglesias y parroquias, para que poco a poco se vaya generando esta ola de defensa de nuestra Fe. En la Oración pública orar por el Magisterio del Santo Padre, el Papa Francisco para que no se aparte jamás de la Palabra.Suscribir cara abierta de apoyo a nuestros prelados, obispos, sacerdotes, párrocos que se manifiesten contrarios a la modificación de la Fe. 
2.- Dirigir carta abierta a los Cardenales
18/01/24 5:50 AM
Leonardo
Este documento constituye una auténtica contra-Declaracion “Fiducia supplicans”, llena de autoridad doctrinal y moral, viniendo del Cardenal antecesor en el cargo al actual autor de la Declaración F. S., no olvidemos que refrendada por el Papa.
Parece que también en la Curia Vaticana, como en las actuales esferas gubernamentales españolas, se dan fenómenos que guardan cierta similitud cuando se persiguen determinados objetivos difíciles o imposibles de alcanzar por los procedimientos correctos establecidos. Para ello es necesario contar con personajes émulos de la mejor sofistica de la antigua Grecia.
18/01/24 11:55 PM

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