Trabajó para Planned Parenthood, pero lo dejó, pidió perdón a Dios y se hizo provida

Cuando Dios transforma vidas

Trabajó para Planned Parenthood, pero lo dejó, pidió perdón a Dios y se hizo provida

En un emotivo testimonio durante una marcha provida en Malta, Patricia Sandoval, ex trabajadora de Planned Parenthood en California, relató su transformación desde defensora del aborto a ferviente activista a favor de la vida.

(LifeNews/InfoCatólica) Una ex trabajadora de Planned Parenthood de California, convertida en defensora de la vida, compartió su historia en una marcha provida celebrada el domingo en Malta.

La marcha se organizó para celebrar la «sociedad y las leyes provida» de Malta, según el medio local Newsbook Malta.

Patricia Sandoval, destacada defensora de la vida en Estados Unidos, voló hasta allí para compartir con la multitud su historia de redención y curación. Antes era proabortista y trabajaba para Planned Parenthood como enfermera. Con el tiempo, tuvo una experiencia trabajando allí que cambió su vida y su opinión sobre el aborto.

En Planned Parenthood, a Patricia le advirtieron que nunca utilizara las palabras «bebé», «madre» o «feto» porque otorgaban dignidad humana al bebé. En su lugar, le dijeron que dijera «eso», un «saco de tejido» o una «masa de células». Durante la ecografía previa al aborto que se hacía para determinar el grado de gestación de las pacientes, la pantalla nunca estaba de cara a la paciente, aunque ésta pidiera verla...

En la marcha provida celebrada en Malta el 3 de diciembre, Sandoval «elogió la postura de Malta sobre el aborto».

Malta es uno de los únicos países europeos en los que el aborto es completamente ilegal, a menos que la vida de la madre corra peligro inminente. Esta excepción se introdujo este mismo verano, en junio, cuando el Parlamento maltés aprobó una enmienda.

«La vida es un derecho» fue el lema elegido para la marcha de este año, informó Newsbook Malta.

Gravísimos efectos después del aborto provo

Sandoval tenía 19 años cuando abortó por primera vez. Al recibir poca información sobre los efectos postaborto, Sandoval sufría frecuentes pesadillas, trastornos alimentarios y ansiedad. Tras su segundo aborto, Sandoval se volvió suicida.

Tras su tercer aborto, Sandoval rompió con su novio y se mudó a otra ciudad, queriendo «olvidarlo todo». Consiguió un trabajo en Planned Parenthood como enfermera administrativa bilingüe.

«En la entrevista les dijo que no era enfermera, pero le dieron el trabajo igualmente. Les hizo mucha ilusión que hubiera abortado tres veces», según la revista Celebrate Life, que publicó la historia de Sandoval en 2020:

El primer día de trabajo, el jefe de Patricia le dijo que aconsejaría a 50 pacientes. Recuerda que les dijo: «Tenéis 13 años. Vais a sufrir si traéis un niño a este mundo». Les dijo que ella había abortado tres veces y que estaba bien...

En una ocasión, el encargado de Patricia le dijo que tenía que ayudar al abortista, pero que sólo duraría cinco minutos, «porque el tiempo es oro». Patricia explica que nunca sabían realmente quién sería el abortista porque viajaba a diferentes clínicas abortistas de todo el estado.

Su jefe le explicó el razonamiento: «Si tenemos una complicación, o una mujer muere, y nos demandan, el abortista no es de aquí, así que hay menos problemas para nosotros. Nunca le dirás a nadie lo que ves detrás de estas puertas. Y lo que es más importante, nunca les dirás a las madres que, después del aborto, tiramos a sus bebés a la basura». Patricia sintió como si una flecha le atravesara el corazón.

Crisis y conversión, ayudada por EWTN y el Viñedo de Raquel

El punto de inflexión para Sandoval fue después de que aquel día ayudara con el aborto:

En la trastienda, Patricia quería ver la «masa de células» que el abortista había extraído. La «enfermera» que la estaba adiestrando cogió unas pinzas, levantó un brazo con una manita y dijo: «Esta es la parte número uno. Necesitamos cinco partes».

Patricia vio huellas diminutas en esos dedos. Pero lo que realmente le rompió el corazón fue la expresión de la cara del bebé. Se daba cuenta de que estaba gritando porque tenía la boquita abierta. Había luchado por su vida, pero no había nadie para defenderle. Fue entonces cuando Patricia se dio cuenta de que le habían mentido. No había abortado sacos de tejido. Había abortado a tres bebés. Sus hijos.

Patricia recuerda: «¡Trabajar tras las puertas de una clínica está a un paso del infierno! Vi a mujeres gritando mientras nuestro personal las arrastraba por los pasillos. Quería preguntarles: '¿Nadie más está horrorizado?' Pero no tenían expresión; trabajaban como robots, traumatizados por los abortos».

El último día que Patricia trabajó allí, una chica embarazada de casi seis meses de gemelos entró en la clínica para abortar. Fue entonces cuando Patricia supo que tenía que marcharse.

Tras dejar Planned Parenthood, Sandoval vivió en la calle con su novio durante tres años y sufrió una adicción a la metanfetamina. Cuando su novio la abandonó definitivamente tras una pelea, Sandoval experimentó una conversión en las calles de Sacramento, donde suplicó a Dios que la perdonara:

De repente, una mujer joven salió corriendo de un restaurante al otro lado de la calle y abrazó a Patricia, mirándola a los ojos. Sus ojos eran azules y llenos de misericordia; su sonrisa estaba llena de amor. Le dijo: «Jesús te ama. Soy camarera y te he visto llorar. Recé por ti y Dios me dijo que te dijera que, aunque tu padre o tu madre te abandonen, Él nunca te abandonará. Él estará contigo hasta el fin de los tiempos. Él perdonará todo lo que has hecho».

Aquella camarera, llamada Bonnie, llevó a Patricia a casa de su padre (de Patricia). Tras años de lucha con problemas familiares y una recaída en las drogas, Patricia buscó ayuda en el sacramento de la confesión y finalmente asistió a un retiro del Viñedo de Raquel.

Sandoval empezó a trabajar en el consultorio de un dermatólogo. Tras conocer al padre Víctor Salomón, del programa Defendiendo La Vida de EWTN, en el retiro del Viñedo de Raquel, contó su historia tanto en el programa del padre Salomón como en Silent No More de Janet Morana.

«Su apostolado creció hasta que fue presentada en el programa Cara a Cara de Alejandro Bermúdez en EWTN Español, lo que la llevó a dar conferencias en todo el mundo donde miles de hombres y mujeres heridos por el aborto han compartido su dolor y han buscado perdón y sanación», escribió Celebrate Life Magazine:

Patricia se ha casado y es madre de una niña llamada María Victoria. Presenta el programa De Dos en Dos en EWTN Español y dice: «Los jóvenes son la razón por la que me hice provida. Son mi pasión y mi motivación». Espera continuar su exitoso apostolado televisivo y como conferenciante mientras disfruta de las alegrías de la maternidad.

Puedes encontrar mucha más información sobre la vida y el testimonio de Sandoval aquí.

Según Newsbook Malta, #Malta4Life lanzó una nueva campaña durante la cual recogerá firmas pidiendo un referéndum abrogativo destinado a anular la enmienda que permite a los médicos interrumpir un embarazo cuando la vida de una mujer está en riesgo o su salud está en «grave peligro que puede conducir a la muerte».

La petición pide al gobierno que elimine la reciente enmienda y restablezca las antiguas leyes sobre el aborto.

5 comentarios

Rmontaud
Una vida traumatizada en la que la presencia de un Alguien da un nuevo giro a su vida y le da una razón por la que luchar.Ee fectivamente un Dios personal, no lejano, está siempre ahí.
9/12/23 5:04 PM
SS
Demos gracias a Dios
9/12/23 8:40 PM
Generalife
Hay de todo hay personas que rectifican , que dan un giro a su vida. Una buena noticia
9/12/23 9:56 PM
Javidaba
Benditos frutos de la Redención.
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum...
9/12/23 11:50 PM
De Yuderqui 🙋🏻‍♀️
Gracias Señor Jesús, a nuestra Madre María Santísima, Virgen de Guadalupe, por testimonios de vida tan hermosos como es el caso de la Servidora Patricia Sandoval y muchas más. Amén 🙏
Viva la Vida 🧬 vivael amor, vivan los niños 🙏
31/12/23 2:12 PM

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