Misión Eucarística Argentina: Nueve años llevando a Jesús a todo el país
© Screenshot www.misioneucaristica.org

Renovando la esencia de Argentina

Misión Eucarística Argentina: Nueve años llevando a Jesús a todo el país

Con el respaldo del arzobispado de Buenos Aires y la bendición de monseñor Enrique Eguía Seguí, la Misión Eucarística Argentina comenzó en 2014 y se ha expandido a múltiples regiones del país.

(UCANews/InfoCatólica) La Misión Eucarística Argentina comenzó su labor el 2 de agosto de 2014, gracias al esfuerzo de los laicos Martín Fernández Hileman y Cecilia Bertoli, y con la bendición de monseñor Enrique Eguía Seguí. Actualmente, esta misión se ha expandido a diversas regiones del país, incluyendo la Diócesis de Concordia en Entre Ríos.

En la parroquia Nuestra Señora de Pompeya, el presbítero José David Zabaleta y el matrimonio conformado por Rosana y Daniel Alfonso, junto con otros misioneros de la comunidad, lideran esta labor. AICA tuvo la oportunidad de conversar con los responsables de esta valiosa iniciativa para conocer la historia de su trabajo que ha abarcado casi una década en todo el país.

Sus inicios

Previamente a su inicio, Cecilia experimentó una transformación espiritual que la llevó a reconocer la presencia de Jesús en la Eucaristía. Esto la inspiró a compartir esa revelación con otros, especialmente con aquellos que no tenían acceso a la Iglesia, como los enfermos y aquellos en situaciones de marginación. En colaboración con el artista plástico Carlos Montani, decidieron llevar a cabo esta misión.

Para llevar a cabo su propósito, buscaron la ayuda de Martín, quien ya tenía experiencia en la fundación de capillas de adoración perpetua en distintas partes del país desde 2010. Juntos, redactaron un documento de la Misión Eucarística por Argentina que fue presentado en una reunión de la Conferencia Episcopal Argentina en agosto de 2014.

Con la aprobación del arzobispado de Buenos Aires, comenzaron la misión en la fiesta de la Asunción de María en 2014 y se extendió a varias regiones del país, incluyendo Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Salta, Tierra del Fuego y Chile. Además, se menciona la creación de un equipo misionero diocesano en la Diócesis de Concordia, que ha llevado a cabo actividades de adoración perpetua y misiones en diversas comunidades.

Los participantes de esta misión, tanto laicos como sacerdotes, compartieron su profundo compromiso con llevar a Jesús a quienes lo necesitan, y destacaron la importancia de su labor y la alegría que encuentran en ella.

La importancia de misionar

Misionar implica confiar en Jesús y estar dispuesto a ir a donde Él nos envía. Los participantes de la misión destacan que Jesús es su prioridad y que lo ponen antes incluso de sus familias. Durante la pandemia, salieron a misionar en los barrios con el permiso de la municipalidad, y la respuesta de la gente fue positiva, pidiéndoles que continuaran. La capilla de adoración perpetua también ha experimentado un crecimiento significativo, con la participación del laicado.

Actualmente, las actividades han vuelto a la normalidad, pero la presencia de Jesús sigue siendo fundamental, y se lleva a cabo en lugares como la cárcel, un sanatorio, un hogar de ancianos y un centro de recuperación de adicciones. En resumen, la misión implica llevar a Jesús a los necesitados y estar presente en sus vidas.

Reconstruir la nación argentina junto a Jesús

El propósito fundamental de esta misión es «renovar la esencia de Argentina con Jesús y colocar a Jesús Eucaristía en el centro de nuestra nación y en nuestros corazones. A través de Jesús, quien responde a nuestras necesidades y aviva nuestro amor eucarístico, somos impulsados a transformar la sociedad desde nuestras propias vocaciones, arraigados en un encuentro vivo, personal e íntimo con Jesús en la Eucaristía».

Para Cecilia, ser una misionera de la Eucaristía implica embarcarse en una aventura con Jesús. Ella considera que es un regalo inmenso, casi inmerecido, y un misterio. Muchas personas quizás no comprenden plenamente que Jesús está verdaderamente vivo en la Eucaristía, que es una Persona real con un corazón latiente y sangre que fluye, que está completamente presente en la Eucaristía y que podemos estar cara a cara con Él. Esto es una realidad de la Fe de la Iglesia, y Jesús eligió quedarse de esta forma en la Tierra. Ser una misionera de Jesús vivo en la Eucaristía es, en cierto sentido, experimentar un pedacito del cielo.

Para conocer más sobre la Misión Eucarística por Argentina, puedes ingresar a: www.misioneucaristica.org

2 comentarios

Generalife
Hay buenas noticias
23/09/23 10:12 PM
Marisol
Una alegría leer estás noticias.
24/09/23 1:16 PM

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