(Aci/InfoCatólica) “La Iglesia –prosiguió el Papa- existe para anunciar este mensaje de esperanza a toda la humanidad que en nuestro tiempos ‘conoce grandes conquistas, pero parece haber perdido el sentido de las realidades últimas y de la misma existencia’”.
Asimismo enfatizó que la Iglesia bajo la guía del Espíritu Santo “es consciente de estar llamada a proseguir la obra del mismo Jesús anunciando el Evangelio del Reino de Dios. Reino que ya está presente en el mundo como fuerza de amor, de libertad, de solidaridad, de respeto de la dignidad de todo hombre, y la Comunidad eclesial siente la obligación en su corazón de la urgencia de trabajar para que la soberanía de Cristo se realice plenamente”.
Más adelante agradeció en modo particular a los misioneros y misioneras en todos su estados de vida, desde los religiosos hasta los laicos voluntarios, recordándoles que “consagran su existencia a llevar el Evangelio en el mundo, afrontando también malestares y dificultades e incluso verdaderas persecuciones”.
El Papa recordó al Padre Roger Ruvoletto, sacerdote fidei donum, recientemente asesinado en Brasil, y al Padre Michael Sinnot, religioso, secuestrado hace unos días en las Filipinas.
Asimismo, se refirió a los trabajos del Sínodo de los Obispos para África “en términos de sacrificio y amor por Cristo y su Iglesia”.
El Papa agradeció a las Obras Misionales Pontificias por “el precioso servicio de la animación y educación misioneras” e instó “a todos los cristianos a dar un gesto de compartir material y ayuda espiritual a las Iglesias jóvenes de los países más pobres” con la tradicional colecta del DOMUND.
El Santo Padre recordó que hoy 18 de octubre, la Iglesia celebra la fiesta de San Lucas evangelista, quien además del Evangelio, escribió los Hechos de los Apóstoles, “para narrar la expansión del mensaje cristiano a los confines del mundo conocido”.
“Invoquemos su intercesión, junto con el de San Francisco Javier y Santa Teresa del Niño Jesús, patrona de las misiones, y la Virgen María, para que la Iglesia lleve la luz de Cristo entre todos los pueblos”, concluyó.