La Encuesta Nacional de Sacerdotes sugiere una profunda crisis en la Iglesia Católica y el sacerdocio en Estados Unidos
©Catholic Charities/Jeffrey Bruno (CC BY 2.0).Cuerpo:

3.500 sacerdotes entrevistados procedentes de 192 diócesis

La Encuesta Nacional de Sacerdotes sugiere una profunda crisis en la Iglesia Católica y el sacerdocio en Estados Unidos

Solo el 36% de los sacerdotes diocesanos piensan que los obispos se preocupan y les apoyan en sus dificultades. Muchos sacerdotes han sido apartados del ministerio tras una acusación, sin pruebas concretas contra ellos y sin siquiera una breve investigación.

(CWR/InfoCatólica) Hace unas semanas, el Proyecto Católico de la Universidad Católica de América publicó los resultados de una encuesta masiva entre sacerdotes católicos de Estados Unidos. El número de sacerdotes entrevistados ascendía a 3.500, procedentes de 191 diócesis estadounidenses diferentes.

Como era de esperar, los resultados constituyen una mordaz acusación contra el episcopado estadounidense. La conclusión más destacada de la encuesta es que la mayoría de los sacerdotes no confían en sus propios obispos y, sorprendentemente, sólo el 24% de los sacerdotes confía en el episcopado estadounidense en general. En otras palabras, el vínculo entre los sacerdotes y sus «padres» y «hermanos» está muy deteriorado.

Y lo que es peor, los obispos no son conscientes de este deterioro: aunque más del 90% de los obispos afirma que ayudan mucho a los sacerdotes que tienen problemas personales, solo el 36% de los sacerdotes diocesanos está de acuerdo y piensa que los obispos se preocupan por sus dificultades, y un hombre lo resumió así: «Llevamos una década diciendo que los obispos ven a sus sacerdotes como recursos».

¿Por qué esta dura crítica al episcopado estadounidense? Como señala el estudio, existe una enorme ansiedad entre los sacerdotes por la forma en que se ha aplicado la Carta de Dallas. Aunque los sacerdotes reconocen que era necesario abordar la crisis de los abusos -y abordarla enérgicamente-, la mayoría cree que la aplicación de la Carta ha sido desastrosa. Muchos sacerdotes han sido apartados del ministerio tras una acusación, sin pruebas concretas contra ellos y sin siquiera una breve investigación. 

Los sacerdotes acusados, por otra parte, no importa cuántas décadas de servicio intachable hayan prestado a la Iglesia -y no importa lo endebles, extrañas y antiguas que sean las acusaciones contra ellos- son tratados con cortesía, pero están sujetos a normas duras e inflexibles.

Sin embargo, la cuestión crucial que plantea toda esta encuesta es la comprensión teológica del sacerdocio que está en juego en última instancia. Esta es la cuestión decisiva que los obispos, a pesar de ser los doctores fidei de la Iglesia, no parecen dispuestos a abordar. Con su abrupta suspensión de los sacerdotes acusados -que ni siquiera pueden vestirse o presentarse públicamente como los ministros de Jesucristo que sin duda son-, los obispos han erosionado la densidad teológica del sacramento del Orden. Al hacerlo, han socavado el mismo depósito de la fe que pretenden proteger y transmitir.

La teología católica del sacerdocio sostiene que el sacramento del Orden tiene efectos ontológicos. Los sacerdotes son elegidos para su vocación ministerial por la gracia de Dios. Mediante la ordenación, se conforman a Jesucristo de una manera nueva.

Ni el bautismo ni la ordenación pueden repetirse jamás, precisamente porque estos sacramentos orientan a la persona hacia Dios de un modo que no puede revertirse, incluso si, en algún momento, el receptor del sacramento abjura de su bautismo y/o de su ordenación. En otras palabras, un sacerdote lo es para siempre, incluso más allá de esta vida mortal.

El carácter sacro del sacerdocio no pretende separar a un sacerdote de los laicos, sino reconocer la vocación única de un hombre. Como afirma el Concilio, los sacerdotes «por su vocación y ordenación son, en cierto sentido, apartados en el seno del Pueblo de Dios. Sin embargo, no deben separarse del Pueblo de Dios ni de ninguna persona, sino dedicarse totalmente a la obra para la que el Señor los ha elegido» (PO, n. 3).

Es precisamente este carácter sacro del sacerdocio lo que los obispos estadounidenses han puesto en tela de juicio con su respuesta de pánico a la crisis de los abusos. La gran mayoría, sin duda, no pretende oscurecer la fe de la Iglesia. Algunos obispos, sin embargo, parecen tener una comprensión nebulosa de la teología católica.

¿Pruebas de esta afirmación? Hace unos años, un obispo habló de la posibilidad de laicizar por la fuerza a todos los sacerdotes acusados de forma creíble. Uno sólo podía preguntarse: ¿Qué comprensión tiene este hombre de la doctrina católica? Precisamente por el carácter singular de las Órdenes Sagradas, la laicización debería ser un tribunal de último recurso, reservado para aquellos sacerdotes declarados culpables de delitos graves. Pero este obispo estaba considerando laicizar a aquellos simplemente acusados de abuso. Este tipo de mentalidad reduce a los sacerdotes a meros trabajadores contratados, poco más que miembros de la economía gig. El propio sacerdocio se ve profundamente disminuido.

6 comentarios

Pablo
¿Y qué hay detrás de todo esto?... Dinero.
Seamos sinceros. El obispo es muchas veces un cargo más "político" que pastoral. Y así se comportan.
Y con el tema de los abusos muchas veces se pide una indemnización, y más aún en los EEUU que es la tierra del "te demando"
Y así nos va. En vez de tomar medidas drásticas sobre el comportamiento sacerdotal (tipo a no estar nunca a solas con quien no se debe etc) lo que se quiere es salvar la contabilidad. Así nos va

1/01/23 10:38 AM
Juan Mariner
Cuando un obispo trepa y con pretensiones de ascenso ve que toda la maquinaria de la prensa dedicada a estos menesteres de los abusos sexuales le exige "sangre", sin denuncias ante el Juzgado de Guardia y ante la Policía, no lo piensa dos veces, y hasta "levanta la prescripción de la infracción" aunque sean hechos supuestos de hace 50 años.
1/01/23 1:26 PM
Luis
¡Cuidado con las mujeres que han encontrado una fuente de dinero en FALSAS ACUSACIONES!. Recuerden el refrán que dice: "MIENTE, QUE ALGO QUEDA".

1/01/23 5:17 PM
Chico
A mi siempre me parece exagerado esto de las penas a los curas.
1/01/23 11:14 PM
El gato con botas
Esta estadística y el desinterés que aprecian los sacerdotes en la jerarquía concuerda también con el que muestran con los cristianos perseguidos en todas partes y el sepulcral silencio jerárquico. Como muestra tremenda la dolorosa queja que manifiesta una pobre monja de Nigeria y publicada estos días.
2/01/23 1:06 PM
Gang
Pues pueden darse con un canto en los dientes. Como hicieran esa encuesta en España, al menos en algunas diócesis milagro sería que llegara al diez por ciento el porcentaje de curas que se consideran apoyados por su obispo. Si se quitan las curias con los amigos, el obispo en general pasa del resto completamente. Sólo se acordará cuando le hagan alguna falta.
2/01/23 1:25 PM

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