Cantalamessa predica que se puede ser salvo fuera de la Iglesia y sin la fe en Cristo

Primera predicación de adviento del Predicador de la Casa Pontificia

Cantalamessa predica que se puede ser salvo fuera de la Iglesia y sin la fe en Cristo

La mañana de ayer viernes, 2 de diciembre, tuvo lugar en Roma la Primera predicación de Adviento a cargo del Predicador de la Casa Pontificia, el Cardenal Raniero Cantalamessa, quien negó la necesidad absoluta de pertenecer a la Iglesia e incluso de una fe explícita en Jesucristo para ser salvo.

(InfoCatólica) El cardenal predicó ante el Papa y los miembros de la Curia Romana. El purpurado indicó que la fe justifica, un fe que da a luz una nueva vida. Y el proceso de esta fe esta descrita por San Pablo, en el capítulo 10 de la Carta a los Romanos.

«Todo comienza, dice, por los oídos, por escuchar el anuncio del Evangelio: «La fe viene de la escucha», fides ex auditu. De los oídos, el movimiento pasa al corazón, donde se toma la decisión fundamental: «con el corazón se cree»: corde creditur. Desde el corazón, el movimiento sube a la boca: «con la boca se hace la profesión de fe»: ore fit confessio». «El proceso no acaba ahí, sino que -desde los oídos, el corazón y la boca- pasa a las manos. Sí, porque la fe se hace operativa en la caridad, dice el Apóstol (Gál 5, 6)».

Fuera de la Iglesia hay salvación

En este punto, indicó el Cardenal Cantalamessa, surge una pregunta muy actual. Si la fe que salva es la fe en Cristo, ¿qué pensar de todos aquellos que no tienen posibilidad de creer en él? Vivimos en una sociedad pluralista, incluso religiosamente, en la cual ya no prima el axioma tradicional: «Fuera de la Iglesia no hay salvación»: Extra Ecclesiam nulla salus y desde hace algún tiempo existe un diálogo entre religiones, basado en el respeto mutuo y el reconocimiento de los valores presentes en cada una de ellas. Y añadió:

«En la Iglesia Católica, el punto de partida fue la declaración «Nostra aetate» del Concilio Vaticano II, pero una orientación similar es compartida por todas las Iglesias cristianas históricas. Con este reconocimiento, se ha afirmado la convicción de que incluso las personas fuera de la Iglesia pueden salvarse».

El Predicador de la Casa Pontificia dijo que se puede salvar quien actúa en base a su propia conciencia (Rm 2, 14-15) y hace el bien al prójimo (Mt 25, 3 ss.):

«La razón principal de nuestro optimismo no se basa, sin embargo, en el bien que pueden hacer los adherentes a otras religiones, sino en la ‘gracia multiforme de Dios’ (1Pt 4, 10). A veces siento la necesidad de ofrecer el sacrificio de la Misa precisamente en nombre de todos los que se salvan por los méritos de Cristo, pero no lo saben y no pueden agradecerle. La liturgia también nos insta a hacerlo. En la Plegaria Eucarística IV, a la oración por el Papa, el obispo y los fieles, se añade una oración por todos los que te buscan con corazón sincero».

Y más adelante, llegó a decir:

«Creemos que todos los que son salvos son salvos por los méritos de Cristo: «No hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por el que debamos salvarnos». Sin embargo, una cosa es afirmar la necesidad universal de Cristo para la salvación y otra cosa es afirmar la necesidad universal de la fe en Cristo para la salvación».

Esto es lo que enseñaron unánimemente los padres, santos, doctores concilios y Papas de la Iglesia, además de la propia Escritura. Por ejemplo, en relación a la necesidad de pertenecer a la Iglesia de Cristo:

San Cipriano de Cartago:

«Que no piensen que el camino de la vida o la salvación existe para ellos, si han rehusado obedecer a los obispos y presbíteros, dado que el Señor dice en el libro de Deuteronomio: ´Si alguno procede insolentemente, no escuchando al sacerdote ni al juez, ese hombre morirá´. Y entonces se les mataba con la espada… pero ahora, los orgullosos e insolentes son muertos con la espada del Espíritu cunado son arrojados fuera de la Iglesia. Porque no pueden vivir fuera, ya que sólo hay una casa de Dios, y no puede haber salvación para nadie si no es en la Iglesia»
Epist 4,4

«¿Cómo puede un hombre que no está con la esposa de Cristo y en su Iglesia, estar con Cristo?»
Epist 52,1

San Agustín de Hipona:

«Fuera de la Iglesia él puede tenerlo todo menos la salvación: puede tener el honor del episcopado, puede tener los sacramentos, puede cantar el `aleluya´, puede responder `amén´, puede tener el Evangelio, puede tener y predicar la fe en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; pero nunca podrá encontrar la salvación sino en la Iglesia Católica»
Sermo ad Caesariensis ecclesiae plebem 6 (ndr:habla de un obispo donatista)

«Por lo que se refiere a los que por ignorancia se bautizan allí (en un grupo cismático), pensando que aquella es la Iglesia de Cristo, si se les compara con los anteriores (culpables de iniciar el cisma), su pecado es menor, aunque queden malheridos por el pecado del cisma. Y no dejan de pecar gravemente porque los otros pequen todavía más gravemente.»
De Baptismo 1,5.6

Cuarto concilio Lateranense:

«Y hay una sola Iglesia universal de los fieles, fuera de la cual no se salva absolutamente nadie».

Santo Tomás de Aquino:

«Seguidamente, él (Papa Inocencio) llega al artículo sobre el efecto de la gracia. En primer lugar, habla sobre el efecto de la gracia en relación a la unidad de la Iglesia, diciendo: `Hay una Iglesia universal de los fieles, fuera de la cual no se salva nadie en absoluto´. Así la unidad de la Iglesia depende primariamente de su unidad de fe, porque la Iglesia no es otra cosa que la congregación de los fieles. Dado que es imposible agradar a Dios sin fe, no puede haber lugar de salvación más que en la Iglesia. Además, la salvación de los fieles es consumada mediante los sacramentos de la Iglesia, en los que es operativo el poder de la pasión de Cristo.»
Comentario dobre el decreto de Inocencio III: In I Decret., 16,305 (ndr:decreto impuesto a los valdenses que querían volver a la Iglesia)

«La res (realidad) de este sacramento es la unidad de la Iglesia, fuera de la cual no hay ni salvación ni vida»
Comentario al «Libro de las Sentencias» de Pedro Lombardo, In IV Sent. d9, qI, a.5, sol.4, ad2.

«La cosa significada es la unidad del cuerpo místico sin la que no puede haber salvación, ya que fuera de la Iglesia no hay salvación, como tampoco la había en tiempo del diluvio fuera del arca de Noé, que significaba la Iglesia».
Summa theologiae III, q.73, a.3.

Papa Bonifacio VIII:

«Por imperativo de la fe estamos obligados a creer y a sostener que hay una santa Iglesia católica y apostólica. Nosotros la creemos firmemente y abiertamente la confesamos. Fuera de ella no hay salvación ni remisión de los pecados… Ella representa el único cuerpo místico, cuya cabeza es Cristo, y Dios la cabeza de Cristo. En ella hay `un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo´(Ef 4,5). Porque, en efecto, una sola fue el arca de Noé… tenía un solo piloto y un único jefe: Noé. Fuera de ella pereció todo cuanto existía sobre la tierra. «La Iglesia, pues, que es una y única, tiene un solo cuerpo, una sola cabeza; no dos, como un monstruo. Es decir, Cristo y el vicario de Cristo: Pedro y el sucesor de Pedro. Pues dice el Señor al mismo Pedro: `Apacienta mis ovejas´(Jn 21,17). `Mis ovejas´, dijo, y de modo general, no éstas o aquellas en particular; por lo que se entiende que se las confió todas. Si, pues, los griegos (ortodoxos) u otros afirman que ellos no han sido confiados a Pedro y sus sucesores, tendrán que confesar que no son ovejas de Cristo; puesto que el Señor dice en Juan que hay `un solo rebaño y un solo pastor´(Jn 10,16).»
Bula Unam sanctam 

Concilio de Florencia:

«La sacrosanta Iglesia romana… cree firmemente, confiesa y predica que ninguno que esté fuera de la Iglesia católica, no sólo pagano, sino aun judío o hereje o cismático, podrá alcanzar la vida eterna; por el contrario, que irán al fuego eterno que está preparado para el diablo y sus ángeles, a menos que antes de morir sean agregados a ella. Y tan importante es la unidad del cuerpo de la Iglesia, que sólo los que permanecen en ella les aprovechan los sacramentos de la Iglesia para vida eterna. Y que sólo a ellos les proporcionan frutos de vida eterna los ayunos, las limosnas y las restantes obras de piedad y los ejercicios de la ascética cristiana. Y que por muchas limosnas que haga, aunque derrame su sangre por Cristo, nadie puede salvarse si no permaneciere en el seno y en la unidad de la Iglesia católica»
Credo para la readmisión de los jacobitas

Pío XI:

«No sin pesar, hemos sabido que otro error, no menos nocivo, ha tomado posesión de ciertas partes del mundo católico, y ha entrado en las mentes de muchos católicos, que creen que bien pueden esperar la salvación eterna de todos aquellos que de ninguna manera han vivido en la verdadera Iglesia de Cristo. Por esta razón están acostumbrados a preguntar frecuentemente cual va a ser el destino y la condición de aquellos que nunca se han entregado a la fe católica, y guiados por las más absurdas razones, esperan una respuesta que favorezca a su depravada opinión. Lejos de nosotros intentar establecer límites a la misericordia divina, que es infinita. Lejos de nosotros querer escrutar los consejos y juicios escondidos de Dios, que son un `inmenso abismo´ que el pensamiento humano nunca puede penetrar. De acuerdo con Nuestro deber apostólico deseamos alentar vuestra solicitud y vigilancia episcopal para echar de las mentes de los hombres, hasta el punto en que seáis capaces de usar todas vuestras energías, esa impía y nociva idea: que el camino de la salvación eterna puede encontrarse en cualquier religión. Con toda la habilidad y el saber a vuestra disposición, deberíais probar a la gente encomendada a vuestro cuidado, que los dogmas de la fe católica no se oponen de ninguna manera a la misericordia y la justicia divinas. Ciertamente debemos mantener que es parte de la fe que nadie puede salvarse fuera de la Iglesia apostólica Romana, que es el único arca de salvación y que quien no entra en ella va a perecer en el diluvio. Pero, sin embargo, debemos de la misma manera defender como cierto que aquellos que se afanan en la ignorancia de la fe verdadera, si esa ignorancia es invencible, nunca serán acusados por esto ante los ojos del Señor. ¿Quién hay que se arrogaría el poder de señalar la extensión de tal ignorancia según la naturaleza y variedad de pueblos, regiones, talentos y tantas otras cosas?»
Singulari quadam

La excepción de la ignorancia invencible

«Notoria cosa es a Nos y a vosotros que aquellos que sufren ignorancia invencible acerca de nuestra santísima religión, que cuidadosamente guardan la ley natural y sus preceptos, esculpidos por Dios en los corazones de todos y están dispuestos a obedecer a Dios y llevan una vida honesta y recta, pueden conseguir la vida eterna, por la operacion de la virtud de la luz divina y de la gracia; pues Dios, que manifiestamente ve, escudriña y sabe la mente, animo, pensamientos y costumbres de todos, no consiente en modo alguno, según su suma bondad y clemencia, que nadie sea castigado con eternos suplicios, si no es reo de culpa voluntaria».
Pío IX, Enciclica Quanto conficiamur moerore a los Obispos de Italia, DzH 2866 

En cuanto a la necesidad de la fe en Cristo:

Concilio de Trento

«Cuando dice el Apóstol que el hombre se justifica por la fe, y gratuitamente; se deben entender sus palabras en aquel sentido que adoptó, y ha expresado el perpetuo consentimiento de la Iglesia católica; es a saber, que en tanto se dice que somos justificados por la fe, en cuanto esta es principio de la salvación del hombre, fundamento y raíz de toda justificación, y sin la cual es imposible hacerse agradables a Dios, ni llegar a participar de la suerte de hijos suyos».
Decreto sobre la justificación, VII

Biblia:

El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Mc 16,16

Pero sin fe es imposible agradar a Dios.
Heb 11,6

El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo... Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Jn 1,9 y 12  

 

19 comentarios

Pablo
Ahora todo es lo mismo, da igual una cosa que otra, que más da la Gracia, bautizarse o no, ir a misa o no, creer o no...
"To er mundo e güeno" ( menos los fascistas)...
Así nos va.
3/12/22 12:02 PM
Gonzalo
No alcanzo, no tengo capacidad, rio revuelto, cierro mi caparazón para no perder lo poco que tengo, no perderlo todo y descarriarme.

Salut
3/12/22 12:06 PM
clara
Lo que dice el cardenal Cantalamessa es lo que enseña la Iglesia Católica en el Catecismo. Ver puntos 846 y siguientes, y algunos más.
3/12/22 12:11 PM
Jorge Pérez
Me permito aportar lo siguiente, para precisar las cosas.

Al día siguiente de la definición dogmática sobre la Inmaculada Concepción, en una alocución denominada "Singulari Quadam" (1854), Pío IX se dirigió a los obispos asistentes de este modo:

En efecto, por la fe debe sostenerse que fuera de la Iglesia Apostólica Romana nadie puede salvarse; que ésta es la única arca de salvación; que quien en ella no hubiere entrado, perecerá en el diluvio. Sin embargo, también hay que tener por cierto que quienes sufren ignorancia de la verdadera religión, si aquélla es invencible, no son ante los ojos del Señor reos por ello de culpa alguna. Ahora bien, ¿quién será tan arrogante que sea capaz de señalar los límites de esta ignorancia, conforme a la razón y variedad de pueblos, regiones, caracteres y de tantas otras y tan numerosas circunstancias? (DZ 1647)

Parecería que Pío IX renuncia a determinar los criterios de una ignorancia tal, considerando que se trata de algo por encima del discernimiento humano. Pío IX vuelve sobre el indiferentismo y la ignorancia invencible en la Encíclica "Quanto Conficiamur Moerore", del 10 de agosto de 1863:

Aquéllos que sufren ignorancia invencible acerca de nuestra santísima religión, que cuidadosamente guardan la ley natural y sus preceptos, […] y están dispuestos a obedecer a Dios y llevan una vida honesta y recta, pueden conseguir la vida eterna, por la operación de la virtud de la luz divina y de la gracia. (DH 2867)

F
3/12/22 12:14 PM
Pedro de Torrejón
Nos damos cuenta ?...... El Diablo ha sido puesto en libertad ; después de más de mil quinientos años de Esplendor de la Iglesia,y de la manifestación del Anciano Venerable,y de sus millones de millones de adoradores ; cómo nos profetizó el Profeta Daniel . Otra cuestión bien distinta ,es cómo ha gestionado la Iglesia este tiempo " milenario " de Esplendor y de Gloria para la Iglesia Primitiva !!!

La realidad,es qué éste Glorioso tiempo de la Iglesia ha llegado temporalmente a su final ,por " un corto periodo de tiempo " ; cómo nos advierte el Apocalipsis . El Diablo ha sido puesto temporalmente en libertad para probar al Remanente Fiel de la Iglesia ,y para ' engañar a las naciones de los cuatro ángulos de la tierra "....

Es el tiempo de la " Gran Apostasía " .... Y es en éste contexto en el qué debemos juzgar el discurso de éste cardenal ,en presencia del Papa Francisco en el Vaticano ..... Nada es casualidad ; también tenemos a un Papa dimitido en el mismo recinto de la Basílica de San Pedro , llamado : Benedicto XVI !!!

Ésto es para sabios y entendidos ; y también para los humildes y sencillos ; a quienes han recibido la bondad inmerecida de recibir la revelación de los misterios de Dios !!!

3/12/22 12:17 PM
Alejandro (Chile)
Les faltó citar el magisterio reciente, CVII Lumen Gentium, 16, que señala:

"Los que sin culpa suya no conocen el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan a Dios con sincero corazón e intentan en su vida, con la ayuda de la Gracia, hacer la voluntad de Dios, conocida a través de los que les dice su conciencia, pueden conseguir la salvación eterna".

El CIC en sus numerales 846 a 848 interpreta la frase "fuera de la Iglesia no hay salvación" señalando que no se refiere a los que sin culpa suya no conocen a Cristo y a su Iglesia.
3/12/22 12:25 PM
Gonzalo J. Cabrera
Este individuo fue el que, el Viernes Santo de 2020, soltó tales lindezas como que Dios no puede castigar a los buenos, o que Dios Padre no quiso la muerte de Su Hijo, sino que ha dejado a la libertad humana seguir su curso.

Es la encarnación del modernismo moderado del neoconismo. Este es el "alimento" de millones de católicos en todo el mundo.

Las cosas no pasan solas. Tienen causas.
3/12/22 12:29 PM
Penc
Para salvarse hace falta gracias santificante, si la tienes, formas parte de la Iglesia. Cristo es la fuente de donde nos viene esa gracia haciéndonos hijos de Dios. Según Cantalaherejia te puedes salvar sin gracia santificante, con lo cual en pecado mortal te salvas. Estamos ideotas o que? Estas ideas de donde vienen?
3/12/22 12:33 PM
AJ
El problema está en Nostrae Aetate, no en cantalamessa.
3/12/22 12:35 PM
Cos
El principio de ignorancia invencible tiene como complemento el de la ignorancia culposa, que se da cuando la creatura renuncia a su obligación y vocación de búsqueda de la verdad.
También tiene su gracia lo de que con este punto surge una pregunta muy actual. Actual, como si fuera algo nuevo. Siempre se acaba en lo mismo.
3/12/22 12:38 PM
Maximiliano
Porque confundes Cantalamessa, y ante una terrible falta de evangelización y sin el abono con la auténtica Palabra de DIOS. Lutero decía que la justicia (rectitud) de Dios era algo que él podía recibir sólo por la fe. Que Cristo había hecho todo. ¿ Y las obras de cada criatura, y sus renuncias a satanás y al pecado, y sus cruces ?.



El pluralismo es incorrecto. No hay muchos caminos hacia DIOS. La Biblia declara sin dudas que sólo hay un DIOS y hay un sólo mediador: CRISTO. Y la Biblia recoge una inmensa verdad : (...) y llamando a la gente y a sus discípulos, y les dijo: "Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.



?Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti?. ¿ Es acaso tu énfasis antropocéntrico que hace del hombre el centro del Universo ?. ¿ Es acaso tu llamada a que sólo CRISTO y sin obras es suficiente para salvarse ?. ¿ O lo contrario que con buenas obras pero sin CRISTO te salvas ?. Cantalamessa : ¡¡ Fuera de CRISTO no hay salvación ¡¡. Lutero odiaba la justicia de DIOS. Lutero no amaba a CRISTO y se negaba a coger su cruz y seguirle. Y se negaba por tanto a ser su discípulo. Lutero amaba su "yo " y su soberbia, arrastrando a muchos a la perdición.
3/12/22 12:39 PM
providence
Sólo Dios sabe quien se ha cerrado a la Gracia de una forma plenamente voluntaria y acaba autoexcluyéndose, condenándose.

Cantalamessa no está afirmando que un protestante que se ha cerrado a la Gracia a sabiendas que en el Catolicismo está la plena salvación acabe en el cielo.

Hay muchos condicionamientos que no hacen pleno ese pecado contra el espíritu santo.

Y por otro lado están aquellos que no han conocido a Cristo, pero han estado abiertos a la Gracia extrasacramental.

Por la misma regla de tres, aquel Católico con graves ramalazos pelagianos y maniqueos nunca alcanzará el cielo.
3/12/22 12:40 PM
Pedro de Madrid
Eso lo sabe todo el mundo, se puede salvar uno fuera de la iglesia y sin fe en Cristo, pero con condiciones, como las señalan algunos intervinientes, entre ellos Jorge Perez al no tener posibilidad de que no te llegue el Evangelio y seas honesto, pero no el que rechaza el Evangelio y eso lo tenía que recalcar el cardenal Cantalamesa
3/12/22 1:05 PM
JacinTonio, laico, desde Madrid
El llamado "limbo", y el Bautismo de "deseo", son realidad. En el Cielo hay "muchas moradas" es también, y sobre todo, una realidad. Con buena voluntad y sentido común podemos comprender y aceptar que Dios es justo y misericordioso, y que a nadie condena injustamente. Pero debemos huir de ambigüedades al hablar de estas cosas.

Uno piensa en las civilizaciones americanas, de las que no se tenía noticia hasta finales del Siglo XV. También en los enseñados en otras corrientes ideológicas de carácter religioso que, por su piedad RECTAMENTE entendida, practican la fe de sus mayores, cumpliendo así, sin saberlo, el cuarto mandamiento de la Ley de Dios. Para estos, la condenación sería como un “golpe bajo”.

Si existiera el infierno para todos aquellos que no se bautizan porque (invenciblemente) no tienen la fe (por el desconocimiento inculpable de las verdades de la fe predicadas por la Iglesia), cabría pensar que no sufrirían nada en la otra vida, por desconocimiento de lo que se han perdido, ni tampoco sufrirían la "pena de sentido", porque Dios es justo, y no castiga lo que no ha sido voluntad (ni por asomo) de alejamiento o infracción de la fe o la moral de los bautizados. Ese sería el “infierno”, por llamarlo de alguna manera, de estas personas: sólo la denominada "pena de daño".

Podríamos, mejor, decir, que hay un "bautismo de deseo" completamente asimilable al bautismo de agua. Además, el Señor dice: “El que crea y se b
3/12/22 1:13 PM
providence
Caso práctico:



Ghandi conoció a Cristo, era conocedor de las bienaventuranzas, pero nunca se convirtió al Catolicismo.



En base a los argumentos del texto de la noticia que atacan a Cantalamessa, Ghandi debería estar en el infierno.



Peeeeeero, ¿ y si esa cerrazón a la Gracia no era plena ?



Con todos mis respetos, la forma en que se ha redactado la noticia es contraria a:



+ "Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar" Jn 16,12

+ "El Espíritu Santo os llevará hasta la verdad completa" Jn 16,13
---

LF: 
¿Qué parte de las palabras de Cristo del evangelio de Marcos citadas en la noticia no entiende usted?
3/12/22 1:17 PM
Penc
Jesús es la vid y nosotros los sarmientos y todos los que se salvan son sarmientos también sino no se salvan. Recuerden la muy olvidada parábola de la vid. Que cantalmesa no lea la biblia no implica que nosotros no lo hagamos.
3/12/22 1:20 PM
Chico
Pero ? Que necesidad hay en un retiro adonde se va a rezar sacar a relucir cuestiones disputadas. ?.
3/12/22 1:21 PM
Juan
Me gustaría saber cómo esclarecería el autor del artículo el destino eterno de aquellos que, involuntariamente, no han podido conocer a Cristo. Cantalamessa no ha dicho nada que pueda considerarse ni contrario a la fe ni contrario al Magisterio: solo Cristo salva, pero si no puedes tener fe explícita, ni formar parte de la Iglesia, al menos formalmente, Dios tendrá sus caminos para salvar a los justos que obren de acuerdo con la ley natural y una conciencia recta.
3/12/22 1:22 PM
JacinTonio, laico, desde Madrid
(Continuación)

Podríamos, mejor, decir, que hay un "bautismo de deseo" completamente asimilable al bautismo de agua. Además, el Señor dice: “El que crea y se bautice…” y también “El que no crea…”. Pero no dice “El que no crea y no se bautice”. Esto es así, salvo que la fe (del corazón) irremisiblemente lleve al bautismo (de agua), cosa que es cierto normalmente, pero no en aquellos que, sin haber despreciado ni por asomo la Gracia, no han llegado todavía a toparse con la garantía de que el bautismo es el camino de la salvación.
3/12/22 1:25 PM

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