(Fides/InfoCatólica) Después de 24 horas de secuestro, el sacerdote católico Cyril Okafor ha sido liberado en el estado de Anambra, al sureste de Nigeria. El secuestro se dio el pasado 15 de noviembre cuando el padre Okafor se encontraba en Igboukwu, en el Centro de Adoración al Espíritu Santo.
El general Johnny Chukwudi Metchie, presidente de la comunidad de Umueri, afirmó al respecto que «tras su secuestro, los secuestradores lo llevaron a Enugu y luego a Nteje, donde esperaban tenerlo en una habitación de hotel, pero el hotel estaba lleno. Por este motivo, lo trasladaron a Otuocha y lo mantuvieron en un edificio abandonado, a la espera de que su familia pagara un rescate».
Pero no se necesitó llegar a eso pues, rápidamente, el Umueri Vigilante Group, un grupo de vigilantes asociados a la Policía Federal nigeriana, inició su búsqueda. Lograron interceptar a uno de los responsables del secuestro, quien los llevó hasta el lugar donde estaba el padre y lograron su liberación.
Esta agencia de vigilantes muchas veces trabaja junto a la policía de Nigeria y distintos organismos de seguridad. Un ejemplo de ello fue cuando el comandante de Operaciones del Escuadrón Especial Antirrobo en Anambra solicitó su colaboración en la búsqueda de varias personas secuestradas en la ciudad en el 2019.
Gracias a sus numerosas contribuciones, el Gobierno del Estado de Anambra los ha reconocido oficialmente y puesto en marcha un proyecto de ley en el que se les otorga financiamiento y varias disposiciones para su trabajo.
Las distintas unidades de vigilancia utilizan equipos patrulleros para mantener la seguridad y asisten a eventos sociales grandes como matrimonios, ceremonias religiosas o funerales para laborar como guardias.
A pesar de esto, no todo es positivo, pues se han encontrado distintos casos de corrupción entre sus miembros, medidas violentas y ejecuciones extrajudiciales. A este respecto, los obispos nigerianos se preocupan y advierten que usar inadecuadamente equipos de autodefensa con sentimientos separatistas, podría causar divisiones en la región.
