El cardenal Omella pide la abolición de la cadena perpetua además de la pena de muerte
Intervención del cardenal Juan José Omella en el X Congreso Nacional de la Pastoral Penitenciaria en España ©Ecclesia

«Cierra la esperanza e impide el derecho a empezar de nuevo»

El cardenal Omella pide la abolición de la cadena perpetua además de la pena de muerte

Hoy ha dado comienzo el X Congreso Nacional de la Pastoral Penitenciaria en España. El evento se celebra en El Escorial (Madrid) del 21 al 23 de octubre con el tema, «Otro cumplimiento de pena es posible». En su intervención el cardenal Juan José Omella, ha abogado no solo por la abolición de la pena de muerte sino también de la cadena perpetua.

(Ecclesia/InfoCatólica) Después de un año de espera, al tener que retrasar su celebración con motivo de la pandemia, este Congreso es el momento para que todos los implicados en la Pastoral penitenciaria se vuelvan a encontrar. El Congreso se ha estructurado en torno a las tres áreas de la Pastoral penitenciaria. En cada jornada la ponencia marco y la mesa redonda tratan sobre el tema del Congreso, pero desde la visión del área religiosa, social y jurídica. Intervienen especialistas que con sus aportaciones ayuden a avanzar en el trabajo que se realiza en cada uno de estos campos. 

En su intervención, el cardenal Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha asegurado que esta pastoral «constituye para la Iglesia no una pesada carga o una obligación, sino un gozoso servicio. Nuestra Pastoral Penitenciaria es una pastoral de esperanza. La Iglesia tiene una gran red de compromiso en las prisiones, 168 capellanes y casi 2.000 voluntarios», ha recordado.

En los centros penitenciarios «es posible edificar una comunidad cristiana, con una dinámica peculiar, comunidad de predilectos del Señor».

El purpurado ha añadido:

«Aunque estamos llamados inequívocamente a hacernos cercanos y hermanos de los presos, la convocatoria evangélica se amplía a procurar evitar que nadie tenga que pasar por este doloroso trance. Y, por supuesto, que, una vez, superado este paréntesis doloroso en la vida de las personas, se faciliten los apoyos institucionales y sociales suficientes para que nadie tenga que volver a sufrir la privación de libertad. Creemos que hay otras formas de pagar el error cometido, de cumplir la pena impuesta y de evitar la prisión».

Como Iglesia, ha explicado, «creemos que otro cumplimiento de pena es posible, y nuestra primera apuesta es abolir la pena de muerte». A día de hoy, 108 estados han abolido la pena de muerte para todos los delitos, siete la han abolido para los delitos de derecho común y 29 mantienen una moratoria sobre las ejecuciones, lo que suma 144 estados en total. Sin embargo, se sigue aplicando la pena de muerte en 55 estados y territorios.

El cardenal ha recordado que el Papa Francisco aprobó al principio de su pontificado la modificación de la legislación de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano que contemplaba , entre otras, la supresión de la cadena perpetua. «Una condena sin futuro no es una condena humana: es una tortura», ha indicado citando al Papa. Como Iglesia, como Pastoral Penitenciaria, «somos personas de esperanza. Nuestra presencia en la cárcel quiere ser futuro, reinserción, pensar en un mañana. Y la cadena perpetua nos dificulta hablar de futuro, porque no sabemos cuándo va a llegar, no sabemos la fecha final de la condena. La cadena perpetua no es la solución a los problemas porque cierra la esperanza e impide el derecho a empezar de nuevo».

El congreso concluirá el domingo

Mercedes Gallizo Llamas, presidenta de SIEPSE y exsecretaria general de Instituciones Penitenciarias, presentará la ponencia marco del sábado 22, dedicada a la visión del área social. En la mesa redonda se sentarán la directora general de la Fundación Integra, Ana Muñoz de Dios; el director de la Fundación Cesal, Pablo Llano Torres; y la subdirectora general de Medio Abierto y de Penas y Medidas Alternativas, Guadalupe Rivera González.

La tercera sesión del Congreso, el domingo 23, se centrará en el área jurídica, con una ponencia marco a cargo de Manuela Carmena Castrillo, que fue Juez de Vigilancia Penitenciaria y alcaldesa de Madrid.

Participarán en la mesa redonda el coordinador del Servicio de Orientación Jurídica (SOJ) penitenciario de Madrid, Carlos García Castaño; el especialista en Mediación general, penal y familiar, Pepe Castilla; y el director general de Ejecución Penal y Reinserción Social de Instituciones Penitenciarias, Ángel Vicente Cuenca.

Monseñor Fernando García: La prisión no es la única forma de cumplir una pena

Monseñor Fernando García Cadiñanos, Obispo de Mondoñedo-Ferrol y responsable de la Pastoral Penitenciaria, en una carta dirigida a los capellanes, delegados diocesanos y amigos de la Pastoral Penitenciaria, dice que «La pandemia nos ha enseñado mucho, y en el mundo de las prisiones nos ha dicho que «Otro cumplimiento de pena es posible».

«En los meses de confinamiento muchos presos salieron en tercer grado, otros no ingresaron en prisión, y siguieron cumpliendo condena en libertad…¡y no hubo más delitos!. Lo cual quiere decir que la prisión no es la única forma de cumplir una pena y de pagar un error»

Monseñor García cree que el título del Congreso no es una utopía, sino un camino que está abierto» y por tanto «como Iglesia apostamos por otro tipo de cumplimiento, que lleve al penado, que sigue siendo persona, a no desvincularse con la sociedad.

 

 

 

16 comentarios

rafael
Que conste que "perpetua" son 30 años, que con el tercer grado pueden quedar en 15, en el mejor de los casos, claro....
No se han enterado que los asesinos de la ETA andan por la calle?
21/10/22 3:58 PM
Yo pecador
La pena de muerte, del no nacido.
21/10/22 4:02 PM
maru
Si le asesinaran a su madre, a su hermana, a un hijo, ya veríamos lo que diría. No lo digo por la pena de muerte, no estoy a favor aunque hay asesinos y asesinos, pero sí a la cadena perpetua. Cuántos ha habido que al salir de la cárcel, volvieron a cometer el mismo delito!
21/10/22 4:03 PM
JCA
¿En un congreso nacional abogando por la desaparición de dos tipos de pena, la cadena perpetua y la pena capital, en un país en que ya no se aplica, ni siquiera en la jurisdicción militar en caso de guerra desde finales de los 90? Conociendo cómo es Omella, que ya empiezo a conocer personalmente su talante, lo que busca es un lugar bajo el sol ahora que se acerca el retiro y ha caído su nombre en el refundado Dicasterio para los Obispos.
21/10/22 4:27 PM
Santiago Ll
Increíble, y las víctimas qué? Quién la hace la paga y punto. Se me ocurre trabajos forzados como alternativa, limpiar los montes, vías férreas, cunetas carreteras y autopistas etc.. y rehabilitar lapena
21/10/22 4:31 PM
Nova
En España existe la prisión permanente revisable, que no deja de ser una modalidad de cadena perpetua y que está prevista para delitos muy graves. Con todo respeto a Su Eminencia, en estos temas no se ha de pensar sólo en el interés del condenado, sino también de las víctimas y de la sociedad, que tiene derecho a defenderse de los peores criminales. No todos los condenados por delitos muy graves se arrepienten de lo que han hecho y no todos son susceptibles de reinsertarse fácilmente en la sociedad. Estoy pensando en asesinos múltilples, en asesinos de niños... casos así. Ya ha ocurrido en el pasado que se ha concedido el tercer grado a criminales terribles y han reincidido con un nuevo crimen muy grave.

La finalidad de las sanciones penales no es sólo punitiva, es también preventiva, en el sentido de que debe mover a las personas a pensárselo bien antes de delinquir. Si hay crímenes muy graves, la amenaza de pena debe serlo también, por razones de justicia y protección de la sociedad. Este debate es más complejo y va más allá de lo sostenido por el Cardenal, en mi opinión.
21/10/22 4:34 PM
Pedro de Madrid
De acuerdo, pero también hay que incluir el no a la pena de muerte en las clínicas abortivas ni eutanasia y de ello no se habla mucho
21/10/22 5:22 PM
Chico
El Cardenal calza poco en filosofía tomista y en teología. Fue un buen cura rural
21/10/22 5:44 PM
Fred
"Derecho a empezar de nuevo". Ja,ja,ja, cada dia se inventan nuevos derechos.
Por lo visto los culpables tienen todos los derechos pero las victimas ninguno.
El mundo al reves.
21/10/22 5:50 PM
Sancho
Yo pido abolir el pecado, los asesinatos, las traiciones, las violaciones, etc....

¿Cómo se puede cumplir la pena de prisión, evitando la prisión?

Lo que es una condena sin futuro es la condenación eterna, no la cadena perpetua, que puede servir de camino de salvación. Incluso la pena de muerte, ordenada a Moisés por el mismo Dios, puede convertirse en camino de salvación, como en el caso de uno de los que fueron crucificados con Jesucristo. Por cierto, que sin la pena de muerte no se hubiera realizado la Redención ni muchos santos habrían alcanzado la gloria del martirio.
21/10/22 6:02 PM
Federico
Me parece interesante que el cardenal se refiera a la cadena perpetua como una condena sin futuro, porque eso significa que o bien no cree en la vida eterna, o bien no la tiene en cuenta en esta reflexión. Considerar que el unico futuro es esta vida terrena es una kuestra más de la secularización tan profunda que vive la Iglesia.
Una persona con serio peligro de reincidir no puede volver a salir a la calle, así de sencillo. Pero puede aprovechar ese tiempo para hacer penitencia y arrepentirse, para purgar sus pecados y prepararse paa el verdadero futuro, que es el Cielo
21/10/22 6:28 PM
Javier
Otro ejemplo de clericalismo rampante en temas opinables.
21/10/22 6:55 PM
Eli
Lo de «Otro cumplimiento de pena es posible» recuerda mucho al lema de movimientos izquierdistas de "otro mundo es posible".
Con el lenguaje inclusivo les pasa lo mismo.
Parece que les gusta copiarse de la izquierda para ver si se ponen contentos.
21/10/22 6:57 PM
Rafael Gomez
Este tipo de penas es lo verdaderamente urgente para la iglesia española.
Hay que presumir de progres como sea
Vanidad de vanidades.
21/10/22 9:02 PM
Oscar de Caracas
La pena de muerte y la cadena perpetua son penas expiatorias que redime los graves pecados de los condenados a ellas. Estoy hablando en términos cristianos. Hoy día el legislador elimina o reduce las condenas más graves por la pérdida del sentido del mal en la sociedad actualmente.
21/10/22 9:50 PM
Esperanza
La pena de muerte de una persona totalmente malvada, es verdadera misericordia, , pues le da la oportunidad de arrepentirse de sus pecados, y la pena perpetua, es un castigo merecido a la gente que no merece morir pero tampoco merece la libertad.
La "misericordia" del 2022 es intrínsecamente perversa.
Es igual a decir,, "Así nacieron, ¿qué culpa tuvieron?" Un asesino en serie, pobrecito, pues así nació,, le gusta matar, ¿ qué se le va a hacer al pobre?
15 días de cárcel, y que disculpe la rudeza,,es que somos tan misericordiosos.
22/10/22 12:35 AM

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