Obispos de Uruguay: Eutanasia y suicidio asistido «violan el más fundamental de los derechos humanos»
Imagen referencial, foto de archivo

«Afrontar el final de la vida: un aporte al debate público»

Obispos de Uruguay: Eutanasia y suicidio asistido «violan el más fundamental de los derechos humanos»

Valoración y criterios sobre el proyecto de eutanasia y suicido asistido que podría ser tratado en septiembre u octubre por la Cámara de Representantes (Diputados)

(AICA/InfoCatólica) La Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU) ha publicado «Afrontar el final de la vida: un aporte al debate público» con la finalidad de aportar criterios en el debate sobre la eutanasia tanto el orden legal y como el moral y analizan diferentes artículos de la Constitución del país.

El texto se divide en tres partes y tiene un resumen conclusivo. Algunas fuentes que fueron tenidas en cuenta para su redacción son la carta apostólica de san Juan Pablo II Salvifici doloris sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano (1984); la encíclica Veritatis splendor (1993) y la encíclica Evangelium vitae (1995).

Por otra parte, se recurrió al Catecismo de la Iglesia Católica y al documento que emitió en 2011 la Conferencia Episcopal Española: «Declaración con motivo del proyecto de ley reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vida».

El texto parte de la definición de lo que se entiende por eutanasia desde la Conferencia Episcopal del Uruguay: «una acción o una omisión que por su naturaleza y en la intención causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor», definiendo también el suicidio médicamente asistido.

La declaración consta de tres partes, en las que se expone lo que está siendo tratado y se hace un breve resumen conclusivo.

  • La primera, titulada «En favor de una cultura de la vida», parte de la idea de que «la vida de cada persona es bella, única, irrepetible e insustituible», insistiendo en el sentido de la vida en toda persona y en todo momento, también del débil, sufriente o al final de la vida humana. Esto lleva a los obispos a defender la necesidad de «acoger, proteger y acompañar a la persona en la etapa final de su vida», y junto con ello de que las leyes defiendan siempre la dignidad de la persona y garantizar su cuidado, resaltando la importancia de los cuidados paliativos, que en Uruguay «han adquirido un gran desarrollo, aunque aún hay mucho por hacer.
  • La segunda parte presenta los criterios para el debate social ante las nuevas propuestas, partiendo de la idea de que la eutanasia y el suicidio asistido son éticamente inaceptables, considerándolo «un delito gravísimo porque atenta contra el más fundamental y básico de todos los derechos humanos». Los obispos sostienen ante la eutanasia y el suicidio médicamente asistido que «jurídicamente, implica cambiar el valor absoluto de la vida humana y su carácter de derecho humano fundamental indisponible e irrenunciable, contra la Constitución y los Derechos Humanos».
  • Ellos distinguen el orden legal del moral, y analizando diferentes artículos de la Constitución del país, señalan que «el proyecto presentado quiere modificar la valoración social del principal derecho: el derecho a la vida». Desde el episcopado uruguayo consideran que se quiere legalizar el suicidio y homicidio compasivo, con términos ambiguos y fundamentos frágiles. Desde ahí señalan las previsibles consecuencias, que definen como «una pendiente resbaladiza».
  • El tercer bloque propone como alternativa una cultura del encuentro y del amor, reflexionando sobre la verdadera compasión y el respeto a la dignidad de la persona, que sitúan en el «acoger al enfermo como persona que está atravesando una situación dura, transmitirle lo valiosa que es su vida», así como el trato y una medicina respetuosos. En ese sentido, se defiende que «la recta compasión no es obstinación terapéutica», colocándose a favor de leyes que favorezcan el acceso universal a la medicina paliativa y a un sistema nacional de cuidado. Por eso, se defiende la Buena Noticia de Dios como plenitud de vida y amor, dado que «la vida humana es creada y sostenida por Dios».

Finalmente, la declaración presenta un resumen conclusivo, que en 9 puntos recoge los aspectos fundamentales abordados a lo largo del documento, resaltando que «como obispos del Uruguay hemos querido hacer nuestro aporte en esta importante problemática moral».

Y concluyen invocando «la protección del Altísimo para que ilumine a los representantes del Pueblo a fin de que legislen a la luz de la dignidad de la persona y los Derechos Humanos» y del mismo modo pedimos a Dios que oriente y fortalezca al personal de la salud, a las comunidades cristianas y a las familias, para que cuiden y respeten el valor incondicional de las personas que se acercan al final de la vida».

 

13 comentarios

Ángel L V
Nunca entendí la oposición de la Iglesia ante leyes q solo pretenden q la persona decida sobre su propia vida... Todo ello al margen de q el suicidio sea un grave pecado. Esta es posiblemente una de las causas de la tremenda división hoy, dentro de la propia Iglesia...
24/08/22 7:19 PM
esron ben fares
La Iglesia se opone a este tipo "leyes" justamente porque es pecado.

Recordemos que el alma puede ir eternamente al cielo o al infierno.

En otras palabras, la Iglesia quiere la salvación y no el sufrimiento eterno.
24/08/22 8:22 PM
Juan Mariner
El derecho fundamental a la vida (el primero de todos) en las Constituciones liberales ya no está "solo" en cada vez más Estados asociados al NOM, va ahora acompañado ya del "derecho a la muerte", a la "no vida", su contrario (dicen muerte "digna", porque la muerte es la muerte siempre y alguien deberá decidir lo que es digno y lo que no lo es, el Estado). No es ninguna novedad: el aborto ya es una limitación al derecho a la vida tremendo. Por abajo y por arriba se acorta la vida, y por el centro en personas discapacitadas física y psíquicamente.

Los filósofos del NOM opinan que el derecho a la vida no es un "deber u obligación a la vida", por tanto lleva ínsito el "derecho a la muerte". Pues me pregunto si una persona puede pedir su no Igualdad de trato y que se le discrimine (mujeres musulmanas), su no integridad física y moral (practicar el boxeo sin protección y hasta la muerte si es el caso), su no libertad ideológica y religiosa (otros lideres natos lo harán por él), su no libertad (venderse como esclavo) y su no seguridad, su no intimidad personal y familiar (ser todo el día retransmitido por televisión a la audiencia morbosa), su deshonor (que cualquiera diga lo que quiera sobre él), la violabilidad de su domicilio, su no libertad de residencia y circulación (solo con permiso de su jefe), su no libertad de expresión, su no poderse reunir libremente y asociarse y no poder hacer huelga (en favor del empresario), etc
24/08/22 8:40 PM
Martin
una vida con decisiones Cristianas, implica una mejora espiritual con numerosas mejoras en este plano físico

mejor cobertura ante desastres naturales y accidentes, inversión en tecnologia, mas ayuda mutua concretada en infinidad de campos

ofrezcamos nuestra prueba al Señor, y en el esfuerzo y sacrificio, se haya la mejora
24/08/22 9:15 PM
franciscus
Mientras sigan hablando de "derechos humanos" no tienen posibilidad alguna de no seguir perdiendo al batalla cultural.
24/08/22 9:33 PM
Cristián Yáñez Durán
Ángel,

Nadie es dueño de su vida. La razón es muu sencilla: la vida se recibe. Por consiguiente, nadie tiene derecho a hacer lo que se le antoje con su vida.
25/08/22 12:35 AM
Juan Mariner
A propósito de mi comentario anterior, hay algo que no les encaja a los filósofos del NOM, cuando mucha prensa adicta al régimen, refiriéndose a la eutanasia activa aplicada al "Pistolero de Tarragona", se refieren a él como que se ha acogido al "derecho a una vida digna", no ya al "derecho a una muerte digna", pero el sujeto está ya "MUERTO" y no vivo, le dieron matarile ayer las autoridades.
25/08/22 9:40 AM
Ángel L V
Cristián, estoy de acuerdo contigo, pero habrá personas q no piensen lo mismo... Y nuestro amor al prójimo nos lleva a respetarlas y a no pedir una ley q les obligue a vivir...
25/08/22 11:38 AM
Cristián YáñezDurán
He aquí una muestra de antropocentrismo. Los sres. obispos denuncian la violación de uno de los DD.HH. No sres. obispos, por la misión específica que les asiste, deben denunciar un hecho en tanto y cuanto ofende a Dios.
25/08/22 2:15 PM
Néstor
No existe el derecho a disponer de la propia vida, pero es que tampoco la eutanasia es suicidio, sino homicidio, ya que es una persona que mata a otra. Ojo con la trampa del suicidio que la usan para apoyar la eutanasia en un supuesto (que tampoco) derecho a quitarse la vida. Lo que le interesa al NOM es la muerte, en el caso del aborto, que si no es persona, en el caso de la eutanasia, no pueden negar que sea persona, pero tiene derecho a que la maten, y así sucesivamente.

Saludos cordiales.
25/08/22 3:51 PM
Cristián Yáñez Durán
Ángel,

Que no piensen lo mismo, no cambia nada. Lo que manda es la realidad, no lo que yo piense. Un pensamiento o idea absurdos no son respetables. Sólo es respetable la recta razón.
Aunque yo me autoperciba mujer, sigo siendo hombre y si existe una ley que ampara tal desorden moral, no sólo es una ley absurda, sino inicua y por tanto ilegítima e indigna de respeto.
Lo mismo sucede con el "suicidio asistido" que, tal como señala Néstor, es un eufemismo para no llamarlo como lo que es, asesinato.
El amor al prójimo sólo vale en tanto y en cuanto está subordinado al amor a Dios. Cualquier insumisión al amor a Dios es un amor desordenado; y, en cuanto desordenado, malo. De hecho eso es el pecado, un amor desordenado.
Respetar, en nombre del amor al prójimo, el pensamiento de alguien que está de acuerdo con el "suicidio asistido", es respetar el asesinato en nombre del amor al prójimo.
25/08/22 7:53 PM
Cristián Yáñez Durán
Por lo demás, hablar de una ley que obligue a vivir es una falacia. Una ley que obligue a vivir es de imposibilidad absoluta. Lo que existe y debe existir son leyes que prohiben el asesinato de inocentes, como lo son el aborto y la eutanasia.
25/08/22 7:57 PM
franciscus
"Cristián, estoy de acuerdo contigo, pero habrá personas q no piensen lo mismo... Y nuestro amor al prójimo nos lleva a respetarlas y a no pedir una ley q les obligue a vivir".

El problema jurídico no está en sancionar, que de hecho es un absurdo, al suicida, sino a quien lo asiste. La ley no puede prescribir nada contrario a la ley moral natural, lo entienda o no el obligado.
Por otro lado, d seguir el raciocinio que el obligado debe creer en la legitimidad de la obligación para que esta opere, ni siquiera se podría prescribir nada a quien no está convencido de ello, como a pagar impuestos, respetar las leyes de tránsito o lo que sea.
25/08/22 9:00 PM

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