(El Correo/InfoCatólica) El colectivo de padres ha convocado hoy una comparecencia pública para detallar los entresijos de este primer desencuentro con la consejería que dirige Isabel Celaá, con la que han mantenido una buena relación durante la pasada legislatura. La titular del departamento se comprometió en junio a reabrir aulas de modelo A en escuelas y colegios en los que se recojan, al menos, veinte matrículas. La plataforma presentó solicitudes suficientes -selladas en los registros de los colegios-, de dos centros concertados, Sagrado Corazón, de Vitoria, y Escolapios, de Bilbao, en los que habían cerrado ya la línea en castellano desde Infantil.
La agrupación de padres se entrevistó con la consejera y le informó de la existencia de esas peticiones. El departamento, a su vez, mantuvo una reunión con los responsables de Kristau Eskola para solicitarle que atendiera las demandas de esas familias. Finalmente, la dirección de los colegios contestó por carta a los padres que iban a mantener su línea lingüística -los modelos euskaldunes-, ya que, argumentaban, tenían «libertad» de ofertar el proyecto educativo que consideraban «más conveniente».
Los centros reconocían el derecho a elegir modelo lingüístico, por lo que explicaban a los padres que les «informarían» de otros centros con plazas disponibles para que llevaran allí a sus hijos. En caso de no encontrar ningún hueco en su red, se comprometían a «hacer gestiones» ante el departamento para que enviaran a los niños a alguna escuela pública de modelo A.
El litigio acabó ahí. «Desistimos porque no queríamos que Educación acabara por trasladar las matrículas a cualquier otra escuela. Aun así, pensamos que el Gobierno vasco actuaría ante la negativa de los colegios a abrir un aula a pesar de haber demanda suficiente. Están sostenidos por fondos públicos y deben acatar la ley», subrayó la portavoz de padres, Susana Marqués.
Decreto de Infantil
La «nula» repercusión que ha tenido la suspensión por parte del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco del artículo del decreto de Infantil en el que se declara el euskera lengua principal en la escuela, es otra de las razones que esgrime el colectivo para criticar los primeros pasos de Celaá. «No ha supuesto cambio alguno en las aulas», añade Marqués. Le achacan también que su intención de retirar el uso del término Euskal Herria como un ente político del currículum vasco ha chocado ya con las ikastolas, sin que la consejería «haya reaccionado». Esta red defendió la pasada semana su «autonomía» frente a las decisiones del Gobierno vasco, y adelantó que seguirán empleando a su gusto tal denominación. «Se ha dejado la enseñanza en manos de Kristau y de Ikastolas», denunciaron desde la plataforma.
Educación niega haber desatendido matrícula alguna en el modelo A. El departamento sostiene que la agrupación no les hizo llegar de forma oficial las matrículas, por lo que no pudieron intervenir. Los portavoces del área que dirige Celaá aseguran que mantienen abiertos «todos los canales de diálogo» con los colegios para garantizar el derecho de elección de lengua. La consejería ultima la reforma de los decretos de la etapa de EA en los que se prima el euskera sobre el castellano, unos cambios que someterá al debate de los agentes educativos en las próximas semanas.