(El Mundo/InfoCatólica) "Sanaa con nosotros estaba bien. Lo único que mi marido no quería era que saliera de noche con chicos. Sanaa cometió un error al marcharse de casa. También se ha equivocado mi marido. Pero es mi marido, el padre de mis hijos, estamos casados desde hace 22 años. ¿Qué sentido tendría que no le perdonara?", ha sentenciado Fatna Sharok, de 39 años.
Su hija había conocido a su novio hace seis meses en el restaurante en el que Saana trabajaba como camarera y del que Massimo es copropietario. Pero el padre de la joven, ayudante de cocinero en otro local de la zona, nunca había aprobado la relación: no sólo por los 13 años de diferencia entre ambos sino, sobre todo, por motivos culturales y religiosos: él es católico y ella musulmana.
La situación se hizo tan insostenible que degeneró el martes en tragedia. Massimo y Sanaa se dirigían como todos los días en coche al restaurante donde trabajaban cuando, de repente, El Ketawi les obligó a detener el vehículo. Se inició entonces una violentísima discusión a gritos, que se agravó cuando el padre de Sanaa sacó un cuchillo. Massimo trató de interponerse y recibió una cuchillada que lo dejó malherido, mientras Sanaa escapaba corriendo al bosque. Su padre la siguió hasta alcanzarla. "No me había visto nunca hasta ese día. Mató a su hija por motivos religiosos", ha declarado Massimo desde el hospital.
Saana Dafani contaba con una cuenta en Facebook que todavía puede verse a día de hoy