Mons. Zanchetta es condenado a 4 años y medio de prisión por abusar de seminaristas
Monseñor Gustavo Zanchetta escucha la sentencia | © El Tribuno

Todavía no hay reacción del Vaticano

Mons. Zanchetta es condenado a 4 años y medio de prisión por abusar de seminaristas

Monseñor Gustavo Zanchetta, obispo emérito de Orán (Argentina) ha sido condenado a 4 años y 6 meses de prisión por abusos sexuales contra seminaristas. El obispo entrará en prisión.

(InfoCatólica) La Sala II del Tribunal Oral de Salta condenó al obispo emérito Gustavo Oscar Zanchetta a cuatro años y medio de cárcel y ordenó su inmediata detención. El obispo emérito escuchó la sentencia al lado de su abogado defensor y a pocos metros de sus denunciantes; todos de pie. Fue juzgado por abuso sexual simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso reconocido.

El obispo emérito estuvo siempre acompañado por el abogado canónico Javier Belda Iniesta, que recientemente ha protagonizado un escándalo al atribuirse un título de abogado civil falsificando su curriculum vitae, por lo que ha sido excluido de la Universidad San Antonio de Murcia y que está envuelto también en el complejo asunto de las Fundaciones de la Archidiócesis de Madrid y el Cardenal Osoro.

Los hechos juzgados en Orán también fueron denunciados ante la Iglesia; en 2016, cinco sacerdotes elevaron una acusación formal por autoritarismo, mala administración de propiedades eclesiásticas y abusos sexuales que habrían sucedido en el seminario San Juan XXIII.

La fase final del juicio fue forzada ante las dilaciones del Vaticano para enviar la documentación requerida. Petición que finalmente fue satisfecha.

En el siguente vídeo se puede escuchar la sentencia:

 

Las denuncias contra Zanchetta eran dos. La primera corresponde al 6 de febrero de 2019 y fue realizada por un joven seminarista quien contó que sufrió hechos de abuso sexual en 2017 por quien en ese entonces era obispo de la Diócesis de Orán. Según el relato del denunciante, éstos fueron cometidos en el edificio del seminario Juan XXIII, de aquella localidad y en un domicilio particular de Los Toldos.

En agosto de 2017, el Papa Francisco aceptó la renuncia de Zanchetta de la sede de Orán, después de que Zanchetta adujera motivos de mala salud, que se mostró que no era verdad.

El 13 de febrero de 2019otro seminarista denunció al obispo por episodios de significación sexual y conductas inapropiadas «frente al público y en el ámbito privado» en la casa parroquial San Antonio, en el edificio del seminario Juan XXIII y la casa del Obispo. Según señaló estos hechos se cometieron desde 2016.

La fiscalía acusa a Zancheta de haber actuado «con ánimo doloso de involucrar sexualmente a las víctimas dando inicio al despliegue de actos y maniobras de seducción, manipulación y preeminencia por la función de superior jerárquico en el ámbito eclesiástico, logrando confianza, temor reverencial en las víctimas a través de tocamientos inverecundos cernidos en su cuerpo con clara significación sexual, quebrantando la voluntad de los mismos temerosos de perder su condición de seminaristas y poner fin con su vocación al servicio religioso».

Además indicó que el prelado sostuvo ese accionar abusivo «en el tiempo», agravó la acusación por tratarse de un «ministro de culto religioso reconocido», funciones que demandan el deber de actuar con rectitud y apego a las normas morales y religiosas con mayor celo que la de un ciudadano común».

Manejo del caso en el Vaticano

El papa Francisco concedió, en mayo de 2019, una amplia y exclusiva entrevista a la periodista y escritora mexicana Valentina Alazraki, corresponsal en el Vaticano para Televisa desde 1974, publicada por Vatican News en español.

Entre los diversos temas a los que se refirió, el pontífice dio detalles del caso del obispo argentino, monseñor Gustavo Zanchetta.

«¿Ustedes en el Vaticano sabían, usted lo trajo para acá, lo puso en un puesto que creó prácticamente de la nada para él, eso la gente lo entiende?», preguntó Alazraki al Papa y éste contestó:

«Antes que yo le pidiera la renuncia, hubo una acusación y yo inmediatamente lo hice venir a él acá con la persona que lo acusaba para dar explicaciones. Se trataba de una acusación con imágenes en un teléfono», comenzó explicando el pontífice y agregó: Al final la defensa de monseñor Zanchetta afirmó que le habían hackeado el teléfono y se defendió bien, entonces frente a lo obvio y una buena defensa queda la duda, pero, In dubio pro reo opté por ‘bueno, volvé’.

Francisco explicó:

«se llamó al cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires para que fuera testigo de todo esto. Y el caso lo seguí de manera especial.

Otra cuestión era que evidentemente él tenía problemas con su trato hacia los demás. Un trato -algunos dicen déspota- mandón y manejo económico de las cosas no del todo claro parece -esto no está probado-. Pero ciertamente que el clero no se sentía bien tratado por él. Se quejaron, se quejaron hasta que hicieron una denuncia ante la Nunciatura.

Yo llamé a la Nunciatura, y el Nuncio me dijo: ‘Mire, la cosa de la denuncia es seria, es por maltrato’, abuso de poder, podríamos decir. Ellos no lo llamaban así pero vamos. Lo hice venir y le pedí la renuncia. Bien clarito.

Lo mandé a España a hacer un test psiquiátrico, y sobre esto algunos medios dijeron: ‘el Papa le regaló un veraneo en España’. Fue a hacer un test psiquiátrico, el resultado del test estuvo dentro de lo normal, aconsejaban un seguimiento del tratamiento una vez por mes. Tenía que viajar a Madrid a hacerse dos días de tratamiento, entonces no convenía que volviera a la Argentina por esta razón. Entonces lo tuve acá y como el test decía que tenía buena capacidad de diagnóstico, de gestión, pues entonces de asesor, etc. era de eso que estuvo trabajando en el Vaticano. Algunos acá en Italia, –lamentó el Papa- lo interpretaron como que era un 'parcheggio' ('estacionamiento').

¿Y lo criticaron porque decía que ahí no había tenido un mal manejo y usted lo puso aquí en el APSA?, inquirió la periodista de Televisa.

«No era así. Económicamente era desordenado pero no tuvo un mal manejo económico en las obras que ha hecho. Era desordenado pero la visión era buena. Y empecé a buscar la sucesión. Una vez que estuvo el obispo nuevo, en diciembre del año pasado decidí hacer la investigación previa de las acusaciones que había.

La Congregación de los Obispos me propuso varios nombres y consulté al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, para que eligiera él y se decidió que lo mejor era el arzobispo de Tucumán para esto. Claro, mitad de diciembre en la Argentina es como mitad de junio acá, o sea, las fiestas y después, enero y febrero es como julio-agosto acá. Pero algo hicieron.

La cosa es que hace unos quince días me llegó oficialmente la investigación previa. La leí y vi que era necesario hacer un juicio. Entonces lo pasé a la Congregación de la Doctrina de la Fe, dónde se está preparando el juicio.

Entonces, ¿por qué le cuento todo esto? para decirle a la gente impaciente -que piensa que el Papa 'no hizo nada'- que el Papa no tiene que andar publicando todos los días lo que está haciendo, pero no me quedé quieto nunca, desde el primer momento de este caso. Hay casos que son largos, que esperan más, como éste y explico el porqué, porque no tenía los elementos o por 'h' o por 'b', pero hoy ya está en juicio en la Congregación para la Doctrina de la Fe. O sea nunca se paró. Ahora, en qué va a terminar el juicio, no lo sé, lo dejo en manos de ellos. De hecho al ser obispo podría juzgarlo yo, pero en este caso dije no: Hagan un tribunal, dan la sentencia ustedes y la promulgo yo. Ya que tratándose de un caso argentino, vio...»

Las denuncias previas

Cuando el caso Zanchetta salió a los medios de comunicación, el Director interino de la Oficina de Prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti, aseguró que las acusaciones contra el obispo habían surgido «en el último otoño» y añadió que «en el momento de su renuncia, había habido acusaciones de autoritarismo en su contra, pero no había habido ninguna acusación de abuso sexual en su contra. El problema que surgió entonces estaba relacionado con la incapacidad de gobernar al clero».

Ante la insistencia de algunos medios de comunicación que informaban de que en 2015 y 2017 llegaron a manos del Papa informes sobre el comportamiento sexual de Zanchetta, Gisotti publicó este comunicado:

«Con referencia a los artículos recientemente publicados por algunos medios de comunicación y a algunas reconstrucciones engañosas, puedo reiterar firmemente lo que se declaró el 4 de enero.
También confirmo que el caso se está estudiando y que la información sobre los resultados se proporcionará al final de este procedimiento»

 

 

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