(LifeSiteNews/InfoCatólica) La nefasta administración del presidente pseudocatólico de Estados Unidos, Joe Biden, emitió nuevas y radicales políticas penitenciarias transgénero a principios de este mes, revirtiendo la guía de la era Trump y permitiendo que los convictos varones que se identifican como «transgénero» se alojen con mujeres, lo que pone a las reclusas en mayor riesgo de agresión sexual.
El 13 de enero, la Oficina Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés) actualizó silenciosamente su Manual de delincuentes transgénero para restaurar las pautas de la administración de Obama que recomendaban que los prisioneros federales fueran alojados de acuerdo con su «identidad de género».
La medida revierte una política posterior de Trump que requería que los reclusos en prisiones federales fueran ubicados en función de su sexo biológico.
Según el nuevo manual, la BOP ahora determinará si colocar a los presos en línea con sus supuestas «identidades de género» caso por caso, sin referencia a la anatomía.
«Al decidir si asignar a un recluso transgénero o intersexual a una instalación para reclusos masculinos o femeninos... la agencia deberá considerar caso por caso si una ubicación garantizaría la salud y la seguridad del recluso, y si la ubicación presentaría problemas de gestión o problemas de seguridad», dice el documento.
El manual también deja en claro que los deseos de los reclusos con confusión de género deben tener un peso significativo al decidir las asignaciones de vivienda. «Al hacer la unidad de vivienda y las asignaciones de programación, se deben considerar seriamente los puntos de vista de un recluso transgénero o intersexual con respecto a su propia seguridad», se lee.
El BOP señaló que los presos transgénero «normalmente» no pueden ser considerados para la transferencia a menos que no hayan cometido infracciones graves, como violación u homicidio, en el último año, pero agregó que pueden ser considerados «caso por caso».
Reclusas en riesgo
En California, los traslados de hombres a prisiones estatales para mujeres el año pasado ya han resultado en múltiples agresiones sexuales, según una demanda presentada en noviembre en nombre de cuatro mujeres encarceladas.
«Cientos de hombres han solicitado traslados a cárceles de mujeres, y decenas ya han sido trasladados”, dijo el grupo legal feminista Frente de Liberación de la Mujer (WoLF) en la presentación. “Estos traslados han resultado en intimidación, acoso sexual, agresiones físicas y agresiones sexuales cometidas por los hombres contra las reclusas».
Krystal González, una reclusa que se unió a la demanda, dijo que fue violada por un hombre que la transfirió a su prisión en virtud de una ley firmada por el gobernador Gavin Newsom que permite asignaciones basadas en la «identidad de género». Al menos una mujer en una prisión de California quedó embarazada desde que comenzaron las transferencias en abril, dijo WoLF.
Se han informado incidentes similares en el estado de Washington, donde una ex reclusa le dijo a National Review el mes pasado que un convicto la agredió sexualmente y que ella había presenciado o escuchado sobre muchos otros ataques. Un hombre «transgénero» sentenciado por violar a una niña de 12 años luego violó a una mujer con discapacidad del desarrollo en la misma instalación, atestiguó un ex guardia.
Una demanda presentada por una mujer de Illinois en 2020 alegó que un hombre que decía ser mujer la agredió tras las rejas y que su prisión la castigó y encubrió.
Los reclusos transgénero están sobrerrepresentados entre los delincuentes sexuales y alrededor del 20% son delincuentes sexuales registrados. Y la agresión sexual por parte de hombres con confusión de género plantea riesgos excepcionales para las reclusas: según un informe de los CDC de 2021, más del 42% de los hombres que se identifican como mujeres en las principales ciudades de EE. UU. están infectados con el VIH.
Mandato de pronombre transgénero, «cambios de sexo» financiados por los contribuyentes
La nefasta directiva de prisiones de Biden también va más allá de las políticas de la era de Obama con un nuevo mandato de pronombres transgénero para el personal penitenciario federal.
«El personal que interactúe con los reclusos que tienen una asignación CMA de transgénero, deberá utilizar la comunicación neutra de género autorizada con los reclusos (p. ej., por el apellido legal o el apellido “recluso”) o los pronombres asociados con el género identificado del recluso», lee el manual BOP, que no menciona las objeciones de conciencia. «No se permite deliberada y repetidamente confundir el género de un recluso».
El documento también enfatiza que los reclusos federales transgénero pueden recibir medicamentos hormonales financiados por los contribuyentes y crea un proceso para obtener cirugías mutiladoras de «cambio de sexo». «Todos los reclusos tienen acceso al tratamiento transgénero, independientemente de la asignación. Se puede proporcionar terapia hormonal u otro tratamiento médico después de una evaluación individualizada del recluso solicitado por parte del personal médico de la institución», señala.
«Para los reclusos transgénero bajo la custodia de la Oficina», agrega el manual, «la cirugía puede ser la etapa final en el proceso de transición y generalmente se considera solo después de un año de conducta clara y cumplimiento con los servicios de programación, médicos y de salud mental en el establecimiento de afirmación de género».
