(Efe/InfoCatólica) Según el cardenal cubano, todo esto son síntomas del "desarreglo interior instalado en el cubano de hoy" y del "estado decadente de nuestra sociedad".
Sin embargo, se alegró por ver la multitudinaria procesión que hoy recorrió las calles aledañas a la Iglesia de la Virgen de la Caridad, y que a decir de los presentes congregó a más gente que en años anteriores.
Las procesiones, que en las primeras décadas de la revolución estaban prohibidas, volvieron a permitirse tras la visita del Papa Juan Pablo II, en 1998.
La Virgen de la Caridad del Cobre tiene su santuario en Santiago de Cuba, al oeste de la isla, por haberse encontrado su imagen flotando en el mar por tres pescadores en 1612.
Cada 8 de septiembre, los santiaguinos y los habaneros, al igual que en otras localidades, salen en procesión para venerar su imagen, muchos de ellos vestidos de amarillo, color asociado a la virgen.
La santería profana la advocación mariana cubana
Identificándola con la deidad afrocubana de Ochún, entre los participantes en la procesión pudo verse a personas practicantes de la santería. "Es normal, es la expresión de la religiosidad de un pueblo", comentó una devota que se identificó como Deisy, de 50 años, pese a que dijo no compartir los cultos de la santería.