(ACIPrensa/InfoCatólica Altos Labs ha revelado a inicios de septiembre que Bezos está financiando su investigación de reprogramación biológica, proceso con el que se busca rejuvenecer las células del cuerpo como un método para lograr la inmortalidad.
«Altos está aplicando la tecnología de reprogramación biológica, una forma de rejuvenecer las células en el laboratorio que, según algunos científicos, podría extenderse para revitalizar cuerpos de animales enteros y, en última instancia, prolongar la vida humana», indicó Antonio Regalado, el periodista que escribió para el MIT Technology Review.
Ante dicha noticia, monseñor Munilla dijo que la «posibilidad de un tratamiento que rejuvenezca las células humanas no tiene, en sí mismo, nada en contra de los principios morales cristianos».
También resaltó, dentro de su reflexión enviada a ACI Prensa, que ya existen tratamientos para «el deterioro propio del envejecimiento», pero algo diferente es «la moralidad de los medios empleados para ese fin».
«Los escasos datos que conocemos sobre el nuevo proyecto de Jeff Bezos, desgraciadamente, son preocupantes con respecto a los métodos que hayan de utilizarse», remarcó.
El prelado recordó que «uno de los científicos contratados, el español Juan Carlos Izpisua, ha realizado unas polémicas investigaciones en China, generando embriones con una mezcla de células de mono y de humano».
«Con esos antecedentes, hay motivos para sospechar que este proyecto corre el riesgo de ningunear la deontología biogenética», agregó.
Monseñor Munilla habló también de que el hecho de que el proyecto sea impulsado por Jeff Bezos y Yuri Milner, «otro de los grandes inversores en las nuevas tecnologías, nos lleva a una reflexión sobre la crisis de sentido existencial de nuestro tiempo».
«El materialismo y el consumismo genera un prototipo del hombre triunfador, guapo, joven, de bien tipo y rico, muy rico… ¡Los jóvenes quieren ser ricos!».
Monseñor Munilla indicó con lamento que el materialismo y consumismo condena a quienes han alcanzado tanta riqueza a un «vacío existencial, que no son capaces de compensar con todo el dinero del mundo».
«De hecho, la noticia de este proyecto, presentado como una búsqueda de la inmortalidad, sigue a la noticia del viaje al espacio de este magnate en un cohete de su propia empresa… Parece como si el materialismo necesitase retroalimentarse de forma permanente».
Asimismo, indicó que en medio «de esta carrera sin norte ni sentido» la parábola del “pobre Lázaro” es totalmente aplicable.
«El Evangelio es luminoso para todos los tiempos y culturas, cuando afirma: ‘’Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?”», añadió.
Para concluir, el Prelado dijo que paradójicamente, mientras «que soñamos irracionalmente con la inmortalidad, olvidamos que somos eternos: ¡Estamos llamados a participar de la vida eterna de Dios!».
«¿Puede haber algo más errático como que el hombre llegue a perder la vida eterna que Dios le ofrece, al mismo tiempo que sueña con alcanzar la inmortalidad a cualquier precio?», finalizó.