(Kath.net/InfoCatólica) La acusación formal alega que Twitter ganó dinero con videos que mostraban a la demandante cuando tenía 13 años realizando actos sexuales. Delincuentes sexuales se habían acercado a la adolescente, actualmente de 17 años de edad, a través de Snapchat. Fingieron ser compañeros de escuela de 16 años. Según la acusación, intercambiaron fotos en la que aparecía desnuda. Los agresores sexuales chantajearon a la joven con las fotos. Si no les enviaba más fotos y vídeos más explícitos, amenazaban con mostrar las fotos que ya tenían a sus padres, su entrenador y su pastor.
Bajo presión, la joven inicialmente accedió y realizó los videos deseados, en los que, según la denuncia, también se ve a otro menor. Finalmente, se enfrentó a los extorsionadores, quienes dejaron de molestarla.
En 2019, los videos aparecieron en Twitter en dos cuentas relevantes que se utilizaron para intercambiar pornografía infantil. En los meses siguientes, Twitter se enteró de los videos al menos tres veces. Según las demandantes, la empresa no hizo nada al respecto hasta que un policía se hizo cargo del asunto.
La joven se enteró de los videos en enero de 2020 y le pidió a Twitter que los eliminara. Un empleado de Twitter le pidió una identificación para asegurarse de que era la persona en cuestión. Después de cumplir con esta solicitud, no tuvo noticias de Twitter durante una semana.
Mientras tanto, su madre se había quejado a Twitter dos veces. Tampoco recibió respuesta durante una semana. El 28 de enero de dicho año, la compañía anunció a la joven que no eliminaría los videos porque no violaban las normas de dicha red social (sic).
La protesta contra dicha decisión no tuvo efecto. Fue entonces cuando la madre entró en contacto con un miembro del Departamento de Seguridad Nacional. Tras su intervención, Twitter borró los videos y notificó a las autoridades.
Twitter respondió a una petición de explicaciones por parte del New York Post sin entrar en el caso específico, con una referencia general a su política de tolerancia cero sobre la pornografía infantil. Dijeron que la compañía está luchando contra el abuso sexual infantil y ha invertido mucho en tecnología y herramientas para hacer cumplir esta política. «Los empleados harían todo lo posible para eliminar contenido, iniciar investigaciones y proteger a los menores», escribió un portavoz de Twitter en un comunicado.