(Abc/InfoCatólica) Así consta en una orden que publicó este miércoles el Boletín Oficial de Aragón, firmada por la consejera de Sanidad del Ejecutivo autonómico, Sira Repollés (PSOE).
Dar a conocer esos datos personales especialmente sensibles afecta de lleno a la normativa de protección de datos. Pero el Gobierno aragonés indica que la sitaución excepcional de «emergencia sanitaria» justifica el uso de esa información y su acceso por parte de las fuerzas de seguridad.
Esta comunidad, que durante el verano se convirtió en el peor foco regional de Covid-19 de Europa, todavía acumula una elevada tasa de contagios tras más de dos meses de segunda oleada de infecciones. Aragón fue la autonomía más precoz en sufrir rebrotes de gravedad, lo que hizo que, a mediados de julio, el 70% de la población aragonesa retrocediera a la «fase 2».
Hace una semana, el Gobierno aragonés decidió que toda la región recuperara la «nueva normalidad». Sin embargo, la tasa de contagios se mantiene en tasas elevadas y hay casos locales de especial intensidad -desde este miércoles está confinada la localidad de Ejea de los Caballeros (Zaragoza)-.
Ante esta situación, el Ejecutivo que preside Javier Lambán (PSOE) ha optado por volver a endurecer las restricciones y dispositivos de control. Y una de las medidas incorporadas es la previsión de que se puedan dar a conocer a los cuerpos y fuerzas de seguridad -Policía Nacional, Guardia Civil y policías locales- los nombres y domicilios de personas a las que se les ha detectado el coronavirus en pruebas analíticas y también de los que hayan sido identificados como casos sospechosos. Ambas situaciones exigen confinamientos domiciliarios: aislamiento sanitario forzoso por ser caso confirmado, o cuarentena preventiva en el caso de los sospechosos.
Para garantizar que esas personas no se saltan la orden de confinamiento, la nueva orden aprobada por el Gobierno aragonés –entra en vigor este jueves- contempla expresamente que «los datos personales» de los casos positivos o sospechosos «podrán ser comunicados» por la Sanidad aragonesa a las fuerzas y cuerpos de seguridad «para el control de la obligación de confinamiento». Incluso prevé la posibilidad de pasar esos listados a funcionarios civiles, en concreto a los inspectores de Educación y a otros servicios de emergencias, «cuando se les encomiende esta tarea» de control y vigilancia.
Por otra parte, la orden publicada por el Gobierno aragonés revisa otras restricciones. Así, el horario de los establecimientos y locales de juego y apuestas queda asimilado al de bares y restaurantes, de modo que tendrán que cerrar a la una de la madrugada, como máximo.
Asimismo, las celebraciones familiares o sociales tales como cumpleaños, bautizos, comuniones, bodas o funerales no podrán reunir a más de 50 personas en espacios cerrados, ni a más de 100 en recintos al aire libre.