(InfoCatólica) Los participantes en la «Quedada Digital» tenían en común que no comparten ni las formas ni el fondo de la propuesta ministerial. Todos ellos han reclamado la paralización de la ley con el hastag #StopLeyCelaa.
La manifestación se convocó en dos franjas horarias: por la mañana a partir de las 12.30 h. y por la tarde desde las 17 h. A las 12.40 ya era nº 1 en tendencia (TT) en la red social y la convocatoria había empezado tan solo diez minutos antes. Por la tarde llegaron a 104.000 tuits y el hashtag #StopLeyCelaa fue de nuevo TT nº1 durante más de 2 horas
A la convocatoria se unieron profesores y padres de familia de las redes públicas y concertada de la enseñanza, las patronales de la concertada Escuelas Católicas (EC), Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), asociaciones de padres y madres como la Confederación de Padres de Alumnos (COFAPA), la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (CONCAPA) y los sindicatos del profesorado CSIF, ANPE, FEUSO y FSIE.
Las razón más repetida por los participantes de esta iniciativa ha sido el desacuerdo porque en pleno Estado de Alarma, sin respetar la suspensión de todos los plazos, la Ministra Celaá haya seguido la tramitación y pretenda aprobar en menos de dos meses una Ley Orgánica que merece ser dialogada con todas las fuerzas políticas y estudiada con sosiego. Por otro lado, aseguran, los meses venideros se plantean como un periodo incierto, en el que se requerirá la modificación de las estrategias educativas y el replantemiento del modelo.
Según las instituciones promotoras de esta protesta digital, la Ley necesita ser consensuada para tener el carácter de marco general que soporte la educación de varias generaciones. Recuerdan los promotores que esta sería la 8ª ley educativa de la democracia, detalle que demuestra la inestabilidad del sistema y la necesidad de alcanzar un gran pacto educativo.
Las asociaciones, federaciones, profesores, colegios, sindicatos, patronales así como los particulares que, juntos, han alcanzado en su repetición del #StopLeyCelaa la condición de Trending Topic, exigen también que se perfile una ley que respete los derechos fundamentales de los diferentes colectivos, como la libertad de elección de centros, el mantenimiento de los centros de educación especial y la dignificación de la clase de religión.
El presidente de FEUSO ha declarado que se trata de «un gran éxito de la gente que quiere ser oída, que quiere contar en los asuntos que le importan, que cree en una democracia participativa y que está harta de que los intervencionistas de cualquier signo político se empeñen en manejar su vida».
La petición de la paralización del proyecto de ley LOMLOE, más conocido como «Ley Celaá» no es nueva. Tras un breve lapso de suspensión parlamentaria, la Mesa del Congreso, con mayoría de PSOE y Unidas Podemos, fijó el viernes 24 de abril la fecha límite para la presentación de enmiendas a la totalidad del proyecto de ley educativo. El primer plazo se había fijado para el 31 de marzo y fue pospuesto por el cierre del Congreso. Por cortesía parlamentaria, como ley no escrita, cuando un grupo solicita una prórroga al plazo de enmiendas, se suele conceder hasta tres veces. O al menos, esa era la práctica hasta ahora. El PP, Ciudadanos y Vox solicitaron dicha deferencia y el PSOE se negó.
Sí aceptaron, sin embargo, alargar el plazo de enmiendas al articulado que finalizaba el 29 de abril y se amplió al 6 de mayo. Antes de que esto sucediera y con la negativa a ampliar el plazo de enmiendas a la totalidad, el sector de la concertada se lanzó contra el Ministerio de Educación para pedir que paralice la tramitación del proyecto de ley. «Pedimos que se paralice su tramitación hasta que se levante el estado alarma y pueda restablecerse la normalidad. Con ello, se permitirá a la sociedad y a la comunidad educativa participar en el debate de una ley de este calado», señalaron en un comunicado el pasado día 27.