(Zenit) Aproximadamente la mitad de los católicos en Estados Unidos son hispanos. Constituyen una comunidad caracterizada como muy unida, evangelizadora y comprometida con las necesidades sociales de los hermanos. En estos tiempos difíciles del coronavirus, ofrecemos el testimonio de líderes nacionales de la comunidad hispana al respecto de cómo viven los inmigrantes en Estados Unidos en tiempo de la pandemia, sus penurias y su solidaridad.
Boston: Yo me contagié el coronavirus
«Yo me contagié el coronavirus», relata el P. Alejandro López Cardinale, subdirector del Ministerio Hispano de la arquidiócesis de Boston, párroco de la parroquia San Benito, y expresidente de La Red de ministerio hispano juvenil de EEUU. «El 23 de marzo comenzaron los síntomas, el 28 estaba ya casi seguro que se trataba del covid-19, el 1ro. de abril sentí que perdía energía y el 2 y 3 de abril fueron los peores días, quedé destruido. No tuve mucha fiebre, pero sí falta total de energía, y un ataque de ansiedad por falta de respiración. De a poco me fui mejorando. Recién el 19 de abril pude levantarme y caminar. El 21 me hicieron un test y me dio negativo».
Bajé a la tumba y viví la resurrección
Consultado por cómo experimentó los días de enfermedad, el sacerdote revela sus profundos sentimientos vividos en esta ocasión: «Para mí el coronavirus fue una experiencia de bajar a la tumba, y de celebrar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Porque en medio de la desesperación de no poder respirar bien, que puede tornarse peor, tuve la experiencia en la Semana Santa de bajar a la tumba vacía, y de celebrar allí la Pascua, y de enfrentarme con mis propios demonios, tentaciones, debilidades, con las que uno viene batallando de por vida, y con las que uno va a seguir luchando», explica. Y continúa: «Pero ahora las veo diferentes. Ahora las puedo ver desde otra perspectiva. Desde la tumba vacía, donde Jesús me dio nueva vida. Para mí esta enfermedad ha sido encontrarme con la gracia y el amor de Dios, con la gracia y el amor de su madre María, con la gracia y el amor de la Iglesia. Ha sido una oportunidad de sentirme muy mal, pero al mismo tiempo sentir que he renacido en el Espíritu, y le doy gracias a Dios por esta oportunidad», concluye.
Muy complicada la situación en Boston
Sobre la situación de los hispanos en Boston, López Cardinale afirma que «la situación está muy complicada en la arquidiócesis. Estamos trabajando en las parroquias, nos conectamos con las alcaldías, ofrecemos bolsas de comida, máscaras, guantes, desinfectantes, especialmente en Somerville, donde se encuentra mi parroquia, que cuenta con un gran número de inmigrantes hispanos. Aquí se han dado 440 casos positivos de contagio, 100 ya se han recuperado, y han fallecido seis personas. Los sacerdotes transmiten las misas vía online, y existe una acción pastoral de conjunto en la que 30 sacerdotes menores de 45 años se distribuyen en seis rectorías a lo largo de la arquidiócesis de Boston viviendo aislados con enfermos graves. Con el Cardenal O’Malley todos los sacerdotes nos reunimos semanalmente por webinar para ver cómo va la marcha de los fieles en las comunidades parroquiales».
Cardenal O’Malley: rechazar el individualismo
El arzobispo de Boston, Cardenal Seán O’Malley, es conocido por su calidez, cercanía con su gente y especialmente compromiso con los más excluidos, concretamente con los hispanos, sus derechos y su dignidad, lo que se condice con su vocación ejercida en la orden de los Frailes Menores Capuchinos. Al respecto de la protección de sus fieles, afirma que «nos estamos viendo obligados a distanciarnos socialmente para evitar un posible desastre de salud. Aunque tengamos que adoptar formas físicas de aislamiento, debemos rechazar cualquier inclinación a la alienación y al individualismo. Nuestra motivación no puede ser el miedo y la autoconservación, sino un sentido de solidaridad y conección. Lo que se nos pide es para el bien común, para proteger a los más indefensos entre nosotros», explica.
Respeto a la vida implica respeto al las disposiciones
Sobre la solidaridad mutua, manifiesta O’Malley que «debemos unirnos con un espíritu de solidaridad, siendo conscientes de que tanta gente está sufriendo y tiene miedo. Necesitamos cuidarnos unos a otros, especialmente acercándonos a los ancianos y más vulnerables. Aunque no podamos celebrar misas públicas en este momento, porque deseamos seguir las directivas del Gobierno, quiero asegurarles que los sacerdotes estamos celebrando todos los días misas por ustedes. Nuestros sacerdotes en las parroquias están disponibles y pueden ser contactados».
Inmigrantes son esenciales en Nueva York
Al respecto de la situación de Nueva York, uno de los Estados más golpeados por el coronavirus, Estela Villagrán-Manancero comparte un reporte de CMS, Centro de Estudios Migratorios, de cuyo consejo directivo es miembro. En el mismo se remarca la importancia de los extranjeros en la economía del Estado, advirtiendo que 1,8 millones de inmigrantes trabajan en negocios esenciales, y marcando que «enfrentados a una gran incertidumbre, los inmigrantes trabajan para mantener a los neoyorquinos sanos, seguros y alimentados». La importancia del servicio de los inmigrantes se evidencia con los números. Un tercio de los trabajadores de la salud, según el informe, son inmigrantes, ofreciendo un alivio marcado a sistema colapsado de salud.
Pronto regresaremos a una Iglesia amorosa
Elisabeth Román, directora de la oficina de Pastoral Hispana y Étnica de la diócesis de Joliet, en Illinois, refiere al respecto del servicio que su secretaría brinda a los hispanos, que han «preparado recursos, como un librillo con los datos de los miembros de las parroquias, para que sus equipos de líderes en las parroquias pueden llamar a los feligreses. Muchos de los párrocos por primera vez están conectados por teléfono con sus feligreses, todos están adaptándose a una nueva tecnología y a una nueva manera de hacer Iglesia. Si bien es una gran tristeza no poder contar con la Eucaristía, pero creo que dentro de todo estamos preparándonos para regresar a una Iglesia mucho mas compasiva y mucho mas amorosa», afirma.
Pastoral de conjunto a Puerto Rico
Román es también presidenta del Consejo Católico Nacional de Ministerio Hispano en Estados Unidos, (NCCHM, por sus siglas en inglés). En referencia a esta institución reporta que «a nivel nacional, seguimos con los planes de reunirnos en Puerto Rico, del 3 al 6 de diciembre. Queremos traer a los líderes nacionales a trabajar con las prioridades del V Encuentro y los planes que le vamos a someter a los obispos, para que ellos hagan o su plan nacional o marquen sus objetivos para el ministerio hispano, como han decidido y votaron en la pasada asamblea».