El argumento del presidente argentino es bien singular:
«El aborto sucede, es un hecho. Un Estado presente debe proteger a los ciudadanos en general y a las mujeres en particular. Presentaré en los próximos 10 días un proyecto que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo».
Sus palabras recibieron la ovación de los diputados que apoyan su gobierno, así como de grupos proabortistas que se manifestaban en las afueras del Congreso.
«La legislación vigente en materia de aborto no es efectiva, desde 1921 Argentina penaliza el aborto en la mayoría de los casos», aseguró, que ha apostado no solo por la despenalización del aborto sino directamente por su legalización.
Se da prácticamente por hecho que el proyecto será aprobado en la Cámara de Diputados, tal como sucedió en 2018, pero puede volver a encontrarse con el voto en contra de la mayoría del Senado.