El Prelado consideró que por esto había que pensar "a qué personas elegimos para encargarlos de promulgar las leyes que el país necesita. Hablamos de leyes nacionales o provinciales y de ordenanzas municipales".
"Eso supondría, en todo caso, que se hayan discutido ideas y que hayan salido al juego una serie de valores fundamentales con los cuales la sociedad argentina tiene que confrontarse y respecto de los cuales las conciencias tienen que interpelarse", reflexionó, aunque lamentó que "no haya ocurrido así", porque "no ha habido debate de ideas en esta campaña".
El Arzobispo afirmó que "lo que da sentido a la campaña electoral, después de todo, es que los candidatos digan lo que piensan y lo digan con verdad y que respondan a estas cuestiones básicas, fundamentales".
Asimismo, consideró que "no basta hacer genéricas alusiones al pasado para demonizarlo o para idealizarlo y al futuro para prometer cosas que probablemente no se cumplirán, sino que hay que referirse, sobre todo, al presente y no hay que eludir tampoco la definición sobre estas cuestiones que son capitales para la vida de una sociedad justa, solidaria, auténticamente humana".