(LMN) El papa Francisco pidió este jueves a Estados Unidos e Irán que «eviten el aumento de la confrontación», tras lamentar «la tensión» entre ambos países desatada los últimos días.
«Son preocupantes las señales que llegan de toda la región, después del aumento de la tensión entre Irán y los Estados Unidos», expresó Francisco durante su tradicional discurso al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, al recorrer las preocupaciones generales sobre Medio Oriente.
La situación, según el Pontífice, amenaza además «poner en riesgo ante todo el lento proceso de reconstrucción de Irak, como también crear las bases de un conflicto a mayor escala que todos desearíamos poder evitar».
«Por lo tanto, renuevo mi llamamiento para que todas las partes interesadas eviten el aumento de la confrontación y mantengan encendida la llama del diálogo y del autocontrol, en el pleno respeto de la legalidad internacional», pidió.
«Desgraciadamente, el año nuevo no parece estar marcado por signos alentadores, sino por una intensificación de las tensiones y la violencia» enmarcó su discurso el Pontífice durante su intervención de este jueves en la Sala Regia del Vaticano, donde además reclamó de forma «urgente un compromiso más asiduo y eficaz por parte de la Comunidad internacional» para Medio Oriente.
«Me refiero en primer lugar al manto de silencio que intenta cubrir la guerra que ha destruido Siria durante este decenio» criticó, de cara a los embajadores de los 185 Estados con los que la Santa Sede tiene relaciones, incluida la Unión Europea y la Soberana Orden Militar de Malta.
«Es particularmente urgente encontrar soluciones adecuadas y con amplitud de miras que permitan al querido pueblo sirio, exhausto por la guerra, reencontrar la paz y comenzar la reconstrucción del país», agregó en esa dirección.
«La Santa Sede acepta favorablemente cualquier iniciativa destinada a poner las bases para la resolución del conflicto y expresa una vez más su gratitud a Jordania y al Líbano por haber acogido y hacerse cargo, con no pocos sacrificios, de miles de refugiados sirios», expresó el Papa.
Según Francisco, «por desgracia, además de las fatigas provocadas por la acogida, otros factores de incertidumbre económica y política, tanto en Líbano como en otros Estados, están provocando tensiones entre la población, poniendo ulteriormente en riesgo la frágil estabilidad de Oriente Medio».
«Mi pensamiento no puede dejar de ir a toda la Tierra Santa, para recordar la urgencia de que la Comunidad internacional entera, con valentía y sinceridad, y en el respeto del derecho internacional, confirme de nuevo su compromiso de sostener el proceso de paz israelí-palestino», indicó.