(M. López/farodevigo.es) María López entrevista al Padre Carballo para El Faro de Vigo:
– Usted es uno de los pocos ministros generales que repite por otros seis años.
–La verdad es que no es habitual. Los 152 capitulares con derecho a voto me han reelegido por mayoría cualificada ya en el primer escrutinio.
–Aunque se ordenó en Ponteareas, fue profesor en el Seminario Mayor de Vigo y en la facultad de Teología de Santiago, los últimos doce años los ha pasado en Roma, donde reside actualmente. ¿Sigue vinculado con su pueblo natal?
–Muchísimo. A pesar de que como fraile he vivido más tiempo fuera de Galicia que dentro de ella, ésta sigue siendo mi casa, mi tierra. De hecho, todos los años en mis cortas vacaciones siempre las paso en Lodoselo. Me siento muy orgulloso de ser gallego.
–El obispo de Ourense lo califica de “maravilloso embajador de Galicia”.
–Cada año visito entre 80 y 90 países. Mi trabajo es muy gratificante porque conozco muchísimas culturas diferentes, pero también comporta cansancio, menos mal que duermo bien. Cuando me preguntan mi procedencia, siempre comienzo diciendo que soy de Lodoselo. Y claro, como no saben donde está, ya amplío a Ourense, Galicia y España. Es que son mis raíces, y eso es importantísimo.
–Habla español, inglés, italiano, francés y portugués. ¿También utiliza el gallego?
–Amo la cultura y la lengua gallega. Con mi familia me relaciono en gallego, es el idioma que me acerca más a ellos; de lo contrario, me alejaría.
–¿Cuál es su principal labor? ¿Se propone nuevos retos para este segundo mandato?
–Soy el máximo responsable de los 15.000 frailes franciscanos repartidos por todo el mundo, y el 189 sucesor de San Francisco. Mi principal tarea es ser el garante de la fidelidad al carisma franciscano y pedir a los hermanos que vivan este carisma. Aunque estamos en los cinco continentes, tenemos pensado ampliar nuestra presencia en África y Asia. Éste será mi principal reto durante los próximos seis años como ministro.