(Odisur) Nota de los obispos de las Diócesis de Andalucía ante las elecciones en dicha comunidad autónoma de España del próximo 2 de diciembre
Con motivo de las elecciones convocadas en la Comunidad autónoma de Andalucía para el próximo día 2 de diciembre, los Obispos de las Diócesis de Andalucía queremos llamar la atención sobre la importancia de participar responsablemente en ellas. Con esa participación se cumple el deber moral que todo ciudadano tiene siempre en la búsqueda y afianzamiento del bien común de la sociedad en que vive.
Al ofrecer estas orientaciones, en cumplimiento de nuestro deber como pastores del Pueblo de Dios, deseamos prestar un servicio a los católicos y a cuantos quieran escucharnos, sin otra pretensión que ofrecer elementos de juicio a la hora de decidir el voto, del cual depende la consecución del bien común de la sociedad, fundado en los derechos fundamentales de las personas y grupos sociales.
Tenemos presente que ninguna opción política recoge en sus programas la experiencia de la Iglesia o la totalidad de la Doctrina Social. Habrá que discernir qué programa se acerca más y para ello, en cumplimiento de nuestro deber como pastores del Pueblo de Dios, ofrecemos las presentes orientaciones para aquellos que quieran discernir y formar criterios a la luz de la Doctrina de la Iglesia. Es necesario respetar:
1. El derecho inviolable a la vida humana. Es importante discernir en los programas de los partidos la garantía del derecho a la vida humana, desde su concepción hasta su muerte natural. Esto significa no aceptar la proclamación del aborto y de la eutanasia como un derecho de algunos en detrimento de la vida de los más indefensos.
2. El reconocimiento, la promoción y la ayuda a la estructura natural de la familia, como unión entre un hombre y una mujer basada en el matrimonio, y su defensa frente a los intentos de discriminarla con formas diferentes de unión que oscurecen su carácter propio y su papel social insustituible.
3. La protección del derecho de los padres a educar a sus hijos según las propias convicciones morales y religiosas, previsto en la Constitución. Hoy es particularmente necesario promover una educación que promueva la búsqueda y el conocimiento de la verdad, así como respetar la libertad de los padres que quieran educar a sus hijos en sus valores morales, sin que se les imponga una visión ética concreta, ni la imposición de la ideología de género.
4. La defensa y la ayuda a los sectores más débiles de nuestra sociedad, entre los que se encuentran especialmente los ancianos, las personas que carecen de trabajo o no tienen un trabajo decente, los jóvenes y los inmigrantes. Urge promover las condiciones que hagan posible la productividad, la creación de nuevos puestos de trabajo sin soslayar el sentido de la justicia y de la solidaridad en la contratación laboral. Del mismo modo, es urgente la promoción de una opinión pública y de una legislación respetuosa con la dignidad de los inmigrantes, así como una regulación responsable de los procedimientos para su entrada y para su integración en la sociedad.
5. El momento histórico nos pide a todos construir una vida social más justa y pacífica. Queremos advertir a nuestros fieles de aquellas formaciones políticas cuyos dirigentes se dejan llevar por el populismo y la demagogia sobre nuestra historia. Frente a la fragmentación y confrontación social, se ha de promover el valor humano y social de la reconciliación, el diálogo y la amistad entre las personas, aun cuando no compartan la misma concepción del ordenamiento social, ni profesen las mismas creencias.
6. Finalmente, no podemos olvidar que, a la hora de emitir el voto, solo se hace posible la edificación de una sociedad más justa y pacífica actuando con inteligencia, libertad y responsabilidad en la búsqueda del bien común, sin olvidar la prioridad por los más desfavorecidos.
En nuestra oración a Dios, nuestro Señor, encomendamos a todas nuestras familias y comunidades eclesiales que eleven preces al Señor, para que las próximas elecciones regionales en Andalucía contribuyan al bien de nuestra sociedad, fundado en la verdad, la justicia, la libertad y la paz. Así lo pedimos cada día invocando a la Virgen María, Madre de la Iglesia, Reina de la Paz.
20 de noviembre de 2018