Cardenal Koch: «El porcentaje de cristianos en Oriente Medio disminuyó drásticamente en el transcurso de un siglo: ahora son sólo el 4%»

El poder global organiza guerras y terrorismo para echar a los cristianos de Oriente Medio y también para echar de allí a los musulmanes y traficar con ellos para mandarlos a Europa y así descristianizarla. Y tenemos que creernos que ese perverso poder global es muy bueno y busca la paz.
El presidente francés Macron acaba de proclamar que va a organizar un ejército para invadir países africanos y campos de concentración para el trasvase forzoso de sus poblaciones a Europa. Han mandado al servil Sánchez a apoyar rápidamente la salvajada. A la vez se presentan como muy humanitarios ellos con la propaganda del Aquarius.

Tal vez se estanque para volver a crecer un poco en los próximos años habida cuenta que los que los están exterminando allí los estamos "acogiendo" aquí.
¿Comentario duro e irreal? No. Es una advertencia que lanzaron los obispos de allí hace años y que comienza a darse.

A mi me ha impactado el rostro de las mujeres, si parecen al que se le pone a la Virgen dolorosa en las esculturas, por cuanto dolor no estaràn pasando, estàn siendo catòlicas como los de los primeros años, que Dios les de mucha fuerza y esperanza

Mientras tanto, la Iglesia, es decir, el Papa y los obispos, y a causa de ellos, los sacerdotes, religiosos y fieles, permanezcan indiferentes a los llamados urgentes de la Virgen, en el sentido de que Ella es la Conductora designada por Cristo parta defender la Iglesia contra el actual ataque del demonio, mientras no quieren entender, se nieguen a aceptar la verdad doctrinaria de que la Virgen es Madre y Reina de la Iglesia, la Medianera ante Cristo, La que derrotará al demonio en este combate durísimo y final que estamos viviendo, mientras la Iglesia no acuda humilde y confiada, como hija fiel a su Madre y Reina y acepte como su Conductora a la Madre de Cristo, no logrará detener el derrumbe diario que le ocasiona satanás mediante sus huestes. No sólo en el Oriente Medio disminuye el número de cristianos, ocurre en todas partes,la apostasía hace estragos. No se trata de aceptar o no las manifestaciones marianas actuales reconocidas canónicamente por el obispo u obispos responsables, es un asunto fundamental que podemos obviar momentáneamente, se trata de obrar conforme al reconocimiento de la misión eminente de María establecida por Cristo desde la Cruz, por la Tradición y por infinidad de documentos papales. Se sabe perfectamente desde el Génesis que María es la Mujer que pisará la cabeza del dragón infernal, misión escatológica que está cumpliendo desde su Inmaculada Concepción, confirmada por la Encarnación y por su Asunción en cuerpo y alma al Cielo. Misión solemne que

¿Tiene que ver algo en ello el totalitarismo musulmán asfixiante en esa zona?

Continúo - Misión solemne que hoy es sistemáticamente silenciada en los documentos numerosos emanados de la Santa Sede o de los diversos epicopados y Conferencias Episcopales, o de las frecuentes declaraciones verbales, homilías y demás modos de comunicar a los fieles el pensamiento y consejos de la Jerarquía eclesiástica. Insisto, no se apela a María, no se recurre a Ella de modo explícito, solemne y universal pidiendo su intercesión en defensa de la Iglesia, no se clama a María pidiendo la sabiduría y el poder necesarios para detener los ataques de los enemigos y, cosa que raya en la blasfemia, se la hace callar y se ironiza burlonamente cuando Ella habla hoy todos los días y se eluden las Palabrqas de Cristo que manda escuchar y obedecer lo que Él nos dice por medio de Su Madre. El rechazo a la Santísima Virgen es el mayor acto de apostasía que se verifica hoy en la Iglesia, el más grave, porque por este acto de rebeldía contra María se abren las puertas de la Iglesia a la intervención del anticristo, que entrará con la venia y complicidad de los responsables que debieran impedirlo. Es una acto innoble y miserable contra Cristo y contra Su Madre, no nos sorprendan, pues, las consecuencias.

En el mes de mayo de 2018 un grupo de peregrinos argentinos estuvimos en Turquía y Grecia, tras los pasos de San Pablo, visitando lugares en los que vivió y predicó. En Tarso, ciudad donde nació (hoy de casi 500.000 habitantes), sólo hay tres cristianos. Sí, tan solo tres; son monjas católicas italianas de avanzada edad (una de ellas se encontraba en Italia por problemas de salud). Fue grande su alegría al encontrarse con nosotros y poder participar de la celebración de la Eucaristía presidida por el sacerdote que nos acompañaba. Seis años atrás, con el mismo grupo, estuvimos en Tierra Santa. Cada vez hay menos cristianos en la tierra donde nació Nuestro Señor, al igual que en Turquía. No pidieron nuestra permanente oración. No dejemos de hacerlo.