La dimisión del primer ministro del Líbano lleva la incertidumbre al país

Teme morir asesinado, como su padre

La dimisión del primer ministro del Líbano lleva la incertidumbre al país

El sábado saltó la gran sorpresa cuando el primer ministro libanés, Saad Hariri, musulmán sunita, anunció su dimisión mientras se encontraba de viaje en Arabia Saudí. La decisión puede desestabilizar el país cuando todavía está lejos de acabar la situación de conflictos armados en Oriente Medio.

(InfoCatólica) Hariri, hijo del ex primer ministro Rafik Hariri, asesinado en 2005 en un magnicidio del que siempre se ha acusado al dictador sirio, Bashar al Asad, y a la organización terrorista libanesa de obediencia iraní Hezbolá, afirmó que la razón de su dimisión era, precisamente, que teme por su vida.

En su comparecencia sabatina, Hariri acusó a Irán de desatar la «destrucción» y el «caos» en toda la región y de querer «destruir» y «controlar» a la «nación árabe». «Desgraciadamente, ha encontrado entre nuestros compatriotas gente que se ha puesto en sus manos», añadió, en clara referencia a su gran enemigo, Hezbolá, con quien no obstante ha venido compartiendo el Gobierno, que de hecho está bajo control de la organización de Hasán Nasrala.

Recientemente el parlamento libanés aprobó una nueva ley electoral que establece en el Líbano un sistema proporcional puro en lugar del mayoritario, en vigor desde 1960. Líbano ha sido dividido en 15 circunscripciones electorales, relativamente homogéneas desde el punto de vista confesional. Por los que es predecible que cada circunscripción elija a los candidatos que pertenece a la misma comunidad religiosa.

El nuevo sistema electoral no afecta a la regla - incluida en los Acuerdos de Taif, con la que en 1989 fue sancionado el final de la guerra civil - que establece que la mitad de los 128 miembros del Parlamento deben ser cristianos, y la otra mitad debe estar compuesta por parlamentarios musulmanes - chiíes y suníes - y drusos.

El Líbano queda ahora sumido de nuevo en la incertidumbre y preso de una nueva ronda de negociaciones para la conformación de un nuevo Gobierno, siempre complicadísimas por la peculiar manera de organizarse políticamente que tiene el País del Cedro, donde el primer ministro siempre tiene que ser suní, el presidente, cristiano y el presidente del Parlamento, chií.

Líbano sigue acogiendo a multitud de refugiados sirios, lo cual pone en peligro la identidad del país según afirmó el año pasado el patriarca Bechara Boutros Bai.

Con información de Elmedio

1 comentario

Simón
Es una pena, que un primer ministro, de una Nación como el Líbano, tenga que verse avocado a dimitir, por temor a que lo asesinen, como a su padre, es muy duro, tener que pasar por esa situación, de impotencia, creo que debe tener razones muy fundadas, para haber tomado esa decisión, tener que dejar el Gobierno de una Nación como el Líbano, y dejarla en medio de una incertidumbre, sin saber, quien se hará cargo de la Regencia, ante un vacío de poder. ¡Que Dios, Alá para él que es Musulmán, le bendiga, y le acompañe Siempre. ¡Paz y Bien! ¡Simón!.
8/11/17 8:36 PM

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