(AsiaNews/InfoCatólica) Dos obispos chinos de avanzada edad, uno de Taiyuan (Shanxi) y el otro de Urumqi (Xinjiang) murieron el 13 y el 14 de agosto respectivamente. Ambos eran reconocidos como obispos por la Santa Sede; ambos pasaron gran parte de su juventud en los campos de trabajo forzado.
El obispo emérito de Taiyuan, Mons. Silvestro Li Jiantang murió ayer a las 18 (hora local), a la edad de 93 años.
En la catedral de Taiyuan está prevista una misa de requiem el día 17 de agosto a las 09:30 de la mañana. Pero los restos del obispo serán trasladados Gong’ergou, su pueblo natal. Las exequias serán celebradas el 19 de agosto en la iglesia del pueblo; el cuerpo será sepultado en la zona del cementerio diocesano que está reservada al clero. Mons. Paolo Meng Ningyou, el obispo actual de la diócesis, ha invitado a sacerdotes y fieles a ofrecer plegarias y misas por el difunto.
Nacido en 1925, Mons. Li fue ordenado sacerdote en 1956 por Mons. Han Tingbi de Hongtong (Shanxi). Entre 1966 y 1980 estuvo prisionero en un campo de trabajo forzado. En 1980, al ser liberado, él volvió a servir en la parroquia. En 1994 fue ordenado obispo de la diócesis y se abocó a mejorar las condiciones de la misión de la comunidad. Desde 1996 y hasta el 2008 él formó parte del consejo de gobernadores del seminario de Shanxi y se desempeñó como rector del seminario desde el 2000 hasta el 2001. En 2013 el seminario fue clausurado por el gobierno local.
Mons. Li también fue fundador del seminario menor de Taiyuan y del convento de Nuestra Señora de los siete dolores. En 2010 ordenó al Pbro. Meng Ningyou como obispo coadjutor de la diócesis. Se retiró en 2013. En la diócesis de Taiyuan se cuentan más de 80.000 fieles.
Mons. Paolo Xie Tingzhe, obispo no oficial de Urumqi (Xinjiang) murió esta mañana a las 8:25, a la edad de 86 años. Él era reconocido por la Santa Sede, pero no por la dictadura china, que lo consideraba como un sacerdote común de la diócesis.
Mons. Xie creció en Lanzhou (Gansu). Ingresó en el seminario menor de Lanzhou en 1945. Hacia fines de los años 50, siendo seminarista, fue llevado a prisión por negarse a pertenecer a la Asociación Patriótica China, la «iglesia» católica paralela controlada por el estado. Entre 1961 y 1980 estuvo recluido en una fábrica de Urumqui, en un campo de trabajo forzado. Luego de su liberación en 1980, fue ordenado sacerdote, y optó por servir a los católicos de Xinjiang, el lugar donde él pasó 20 años de su juventud como prisionero.
En 1991 fue ordenado obispo de Urumqi de modo clandestino. Hasta hoy, el gobierno chino jamás lo ha reconocido como obispo, tratándolo sólo como sacerdote. En 1994, durante su viaje al exterior, él pudo reunirse (en secreto) con el Papa Juan Pablo II.
Fue muy activo en el uso de internet como vía de difusión del Evangelio. A veces, en los grupos de chat, él enseñaba cantos en latín a sus amigos jóvenes. Su diócesis cuenta con casi 9.000 fieles, en una región donde la mayoría de la población es musulmana.