(LSN/InfoCatólica) El Ejército de Estados Unidos está diciendo a las mujeres soldados que necesitan aceptar hombres biológicos transgénero en sus duchas, cuartos de baño y cuarteles como parte de una polémica política para construir «dignidad y respeto» por los soldados «transgénero».
La guía forma parte de la nueva agenda de «inclusión transgénero» del Pentágono lanzada por Obama que ha ido ganando terreno en los Servicios Armados. Líderes conservadores están preparando una contraofensiva para abandonar el programa «trans» por completo.
El presidente Trump y el Pentágono han enviado señales distintas sobre asuntos LGBTI. El Departamento de Defensa homenajeó al mes de «orgullo» gay-lesbiano-bisexual-transgénero en junio, incluso cuando Trump rompió con la tradición de Obama al no emitir una «proclamación del orgullo» homosexual.
En una guía para el Ejército titulada «Policy on the Military Service of Transgender Soldados Training Module, Tier 3: Units and Soldiers», emitida en septiembre pasado, declara lo siguiente con respecto a un hipotético «soldado transgénero»:
«Después de una transición de varón a hembra (que no incluya la cirugía de reasignación de sexo)…, el soldado transgénero comenzará a usar cuarteles femeninos, baño y duchas. Debido a que no ha sido sometido a una operación quirúrgica, el soldado todavía tiene genitales masculinos».
La lección pro-transgénero ofrece los siguientes dos puntos entre seis «Consideraciones y Responsabilidades» requeridas al personal del Ejército en tales casos:
1-Entender que usted puede encontrarse con individuos en cuarteles, baños o duchas con características físicas del sexo opuesto a pesar de tener el mismo marcador de género en DEERS.
2-Todos los soldados deben ser respetuosos de la privacidad y la modestia de los demás. Sin embargo, respecto a los soldados transgénero no se requiere o se espera que modifiquen o ajusten su comportamiento basado en el hecho de que no «coinciden» con otros soldados.
La nueva guía está incrementando las objeciones de los conservadores para que las Fuerzas Armadas eliminen la política «inclusiva» del presidente Obama, anunciada a finales de su mandato por la entonces secretaria de Defensa Ash Carter. La política «transgénero» , que nunca fue votada ni debatida por completo en el Congreso, debía entrar en vigencia el 1 de julio, permitiendo el reclutamiento abierto de personas transgénero.
A finales del mes pasado, la Associated Press informó que el secretario de Defensa James Mattis acordó posponer la implementación completa de la política de «transgénero» de Obama por seis meses. Según informes, Mattis rechazó una solicitud del Ejército y la Marina (que supervisa a los Marines) para retrasarlo dos años.