(AsiaNews/InfoCatólica) «Lleven a Cristo a las familias, a la Iglesia y al mundo». Es lo que afirmó el Card. Fox Napier, arzobispo de Durban (Sudáfrica), en ocasión del cierre de las celebraciones por el aniversario número 36 de Parejas por Cristo (CFC), un movimiento católico que se ocupa de la misión en la familia y de las familias.
«CFC es un regalo de Dios al mundo, y se dedica a renovar la vida familiar», afirmó el cardenal dirigiéndose a cerca de 50.000 filipinos que, junto a delegados provenientes de 114 países del mundo, participaron en la reunión en Manila el 24 de junio pasado.
En su homilía, Mons. John F. Du, arzobispo de Palo (Leyte, Filipinas), exhortó a la asamblea a permanecer firme y a seguir siendo solidaria en la fe, con las familias y la Iglesia. «La confianza profunda en Cristo –afirmó el prelado- les permitirá compartir con los demás vuestra fe en la alegría, en medio de los desafíos de la vida y de las luchas que habréis de afrontar».
George Campos, presidente de CFC, cuenta que las celebraciones, que se prolongaron por una semana, estuvieron marcadas por una serie de coloquios espirituales y conferencias sobre la vida familiar, la teología del cuerpo humano, la evangelización y la colaboración entre laicos y clero en la misión. «El aniversario de CFC es, para todos nosotros, una ayuda para recuperar la memoria, que nos empuja a renovar nuestro compromiso de hacer más por las familias, con amor, dedicación y alegría».
Evelyn Ylshsn, que participó en el cierre del evento junto a su marido e hijos, cuenta: «Me ennoblece decir que CFC ha sido una fuente de gracia y un canal de renovación de nuestra vida familiar y de la fe cristiana».
Parejas para Cristo es un movimiento laico católico que se ocupa de las familias. Fundado en Manila en junio de 1981, hoy está presente en más de 100 países. Al principio, el movimiento estuvo enfocado en el fortalecimiento del vínculo de pareja; luego surgió la necesidad de involucrar a todos los miembros de la familia, para crear contextos familiares fuertes. Es por eso que se promueve la inclusión de los hijos, en grupos que son divididos por franjas etarias.
Siendo una verdadera misión cristiana, CFC se ha ido transformando, y de ser un movimiento para la renovación familiar ha pasado a ser una fuerza para la renovación de la sociedad.
En 1995, la Conferencia episcopal de las Filipinas (CBCP) declaró a CFC Asociación nacional privada de fieles laicos. En el año 2000 recibió la aprobación temporaria de la Santa Sede, y en el 2005 obtuvo la aprobación permanente como Asociación internacional privada de fieles, según el Derecho Canónico.
