(AIN) La esperanza de miles de cristianos iraquíes – que huyeron hace tres años de sus aldeas a raíz de las incursiones criminales del Estado Islámico– de poder retornar un día a sus casas de la llanura de Nínive ya no puede ser calificada de mera ilusión.
Tres Iglesias cristianas iraquíes –la Siro-Católica, la Siro-Ortodoxa y la Caldea–firmaron el 27 de marzo un acuerdo en la sede de la Archidiócesis de la Iglesia Caldea de Erbil. Dicho acuerdo da vida a la Comisión para la Reconstrucción de Nínive (NRC por sus siglas en inglés) cuya tarea es planificar y hacer seguimiento de las fases de reconstrucción.
NRC está compuesta por miembros de las tres Iglesias cristianas (cada una elegirá a dos) y de tres expertos externos propuestos por la fundación pontificia internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN en inglés), que se encargará de la obtención de fondos y defensa.
Un estudio profesional realizado por ACN ha servido para calcular el número de casas que hay que reconstruir –más de12.000 casas incendiadas, destruidas o parcialmente dañadas por el DAESH – así como el coste de la operación, que superará los 200 millones de euros. Los fondos que la comisión obtenga se distribuirán proporcionalmente entre los representantes de cada Iglesia, en función del número de casas dañadas pertenecientes a sus respectivos parroquianos.
Tras la firma del acuerdo, Mons. Timothaeus Mosa Alshamany, Arzobispo de la Iglesia Siro-Ortodoxa de Antioquía y Prior del monasterio de San Mateo, ha subrayado el doble e histórico significado del pacto: por un lado, el espíritu ecuménico que lo ha hecho posible y, por otro, la posibilidad real para miles de cristianos de regresar a sus raíces y de recuperar una vida digna. «Hoy», ha señalado Mons. Alshamany, «somos una Iglesia verdaderamente unida, la Siro-Ortodoxa, la Caldea y la Siro-Católica; unida en aras de la reconstrucción de las casas de la Llanura de Nínive, para infundir esperanza en el corazón de las personas que viven en estas aldeas y para invitar al retorno a aquellas que han huido». El prelado se muestra infinitamente agradecido por el papel de la fundación ACN en la firma de este acuerdo: «Queremos dar las gracias a Ayuda a la Iglesia Necesitada, que ya en el pasado nos ha ayudado tantísimo con ayudas de todo tipo y víveres. Ahora esta Fundación desempeña un papel vital en la reconstrucción de nuestras casas».
El hecho de que haya prevalecido el principio de unidad y de la «voz única» llena de gran alegría del P. Andrzej Halemba, jefe de la Sección de Oriente Próximo de la fundación pontificia internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada. La Fundación seguirá de cerca la labor de la Comisión solo durante la fase inicial, mientras que, en las fases sucesivas, se limitará a buscar fuentes de financiación, sobre todo, entre sus principales bienhechores internacionales. El P. Halemba, visiblemente satisfecho por la firma del acuerdo, ha dicho: «Lo que hemos hecho para ayudar y apoyar esta iniciativa no lo hemos hecho por dinero. Lo hemos hecho para que sea posible que los cristianos puedan permanecer en Iraq. Estamos trabajando para Dios».
En la unidad de las Iglesias cristianas ha insistido también Mons. YohannaPetrosMouche, Arzobispo siro-católico de Mosul: «Quiero invitar a los cristianos de la llanura de Nínive a retornar a casa y a continuar viviendo en sus aldeas para dar testimonio del Cristianismo. Hoy nos hemos reunido para demostrar que formamos un único grupo y que queremos potenciar lo más posible este proyecto, que debe iniciarse tan pronto como sea posible».
El valor de este paso dado hoy por las tres Iglesias cristianas es un eco del valor de los cristianos que han tomado la decisión de permanecer en Iraq. Este es el deseo manifestado por Mons. Mikha Pola Maqdassi, Obispo caldeo de Alqosh: «Hoy hemos dado nuestra conformidad a la reconstrucción de las casas de nuestras aldeas destruidas. Es este un paso valiente que nos hace felices y que anima a los cristianos a permanecer en sus aldeas y en su país».
Mons. NicodemusDaoudMattiSharaf, Metropolitano siro-ortodoxo de Mosul, Kirkuk y del Kurdistán, ha lanzado un llamamiento a todos los bienhechores internacionales: «Nosotros somos las raíces del Cristianismo, y debemos permanecer en nuestro país. Debemos quedarnos como testigos de Jesucristo en este país, en Iraq y, especialmente, en la Llanura de Nínive. La reconstrucción de todas estas casas de todas las aldeas en las que el Daesh lo ha destruido todo es realmente una tarea gigantesca. Gracias por adelantado a todos los que nos ayudarán a llevarla a cabo».