(Agencias) El pontífice se dirigió ayer a los participantes de las Olimpiadas y les animó a «terminar juntos la carrera» y lograr como premio «una civilización en la que reine la solidaridad».
«Que las Olimpiadas animen a dar la buena batalla, terminar juntos la carrera, deseando conseguir como premio no una medalla sino algo más precioso, la realización de una civilización en la que reina la solidaridad», dijo el Pontífice.
El Santo Padre se ha dirigido especialmente a los atletas que tienen la condición de refugiados:
«Que el coraje y la valentía que llevan dentro pueda expresar, a través de los juegos olímpicos, un grito de fraternidad y de paz. Que, a través de Ustedes, la humanidad comprenda que la paz es posible, que con la paz todo se gana, en cambio con la guerra se pierde todo».
El equipo de refugiados está formado por 10 atletas de los cuales dos son nadadores sirios, dos yudocas de la República Democrática del Congo y seis corredores: cinco de Sudán del Sur y uno de Etiopía. Actualmente viven acogidos en Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Kenia y Brasil.