(Zenit) Al dirigirse a los peregrinos de idioma español, el Papa hizo un resumen de la catequesis y recordó que «Jesús se manifestó después de su resurrección varias veces a sus discípulos y les indicó que la predicación se debía centrar en el ‘perdón de los pecados’ y en la ‘conversión’».
Tema el de la conversión que «está presente en toda la Sagrada Escritura» y que «para los profetas, convertirse significa cambiar de rumbo para volver de nuevo a Dios».
Así el Santo Padre señaló que «también Jesús predicó la conversión y lo hacía desde la cercanía con los pecadores y necesitados; de este modo les manifestaba el amor de Dios. Todos se sentían amados por el Padre a través de Él y llamados a cambiar vida».
Y que «la auténtica conversión se produce cuando experimentamos en nosotros el amor de Dios y acogemos el don de su misericordia» y que «un signo claro de que la conversión es auténtica es cuando caemos en la cuenta de las necesidades del prójimo y salimos a su encuentro para ayudarle».
El Pontífice concluyó sus saludos dirigiéndose en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica, a quienes deseó: «Que el Señor Jesús nos conceda la gracia de la auténtica conversión de nuestra vida. Si nos abrimos a la misericordia de Dios, encontraremos la verdadera alegría del corazón».