Francisco: «La auténtica conversión se produce cuando experimentamos en nosotros el amor de Dios»

Audiencia del Jubileo de la Misericordia

Francisco: «La auténtica conversión se produce cuando experimentamos en nosotros el amor de Dios»

En un sábado típico de la primavera italiana, el papa Francisco realizó la audiencia del Jubileo de la Misericordia en la Plaza de San Pedro. El Santo Padre realizó un largo recorrido por las corredores de la plaza, durante el cual fue acompañado por algunos niños que subieron al jeep descubierto, y como es su costumbre, saludó los presentes y de modo particular a algunos enfermos.

(Zenit) Al dirigirse a los peregrinos de idioma español, el Papa hizo un resumen de la catequesis y recordó que «Jesús se manifestó después de su resurrección varias veces a sus discípulos y les indicó que la predicación se debía centrar en el ‘perdón de los pecados’ y en la ‘conversión’».

Tema el de la conversión que «está presente en toda la Sagrada Escritura» y que «para los profetas, convertirse significa cambiar de rumbo para volver de nuevo a Dios».

Así el Santo Padre señaló que «también Jesús predicó la conversión y lo hacía desde la cercanía con los pecadores y necesitados; de este modo les manifestaba el amor de Dios. Todos se sentían amados por el Padre a través de Él y llamados a cambiar vida».

Y que «la auténtica conversión se produce cuando experimentamos en nosotros el amor de Dios y acogemos el don de su misericordia» y que «un signo claro de que la conversión es auténtica es cuando caemos en la cuenta de las necesidades del prójimo y salimos a su encuentro para ayudarle».

El Pontífice concluyó sus saludos dirigiéndose en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica, a quienes deseó: «Que el Señor Jesús nos conceda la gracia de la auténtica conversión de nuestra vida. Si nos abrimos a la misericordia de Dios, encontraremos la verdadera alegría del corazón».

 

11 comentarios

JuanM
Siento la crítica lingüística, pero eso de "experimentar" no es baladí.
18/06/16 12:29 PM
José Luis
Cuando yo tenga una verdadera conversión, mi vida será bien distinta, mientras tanto estoy caminando con las miserias de las porquerías de mis pecados. Para mí, es mejor morir, ¡ya!, que seguir pecando. Es muy peligroso para nuestra vida, acostumbrarnos a los pequeños vicios y pecados, pues son arenilla que se acumulan y nos aplastan. Por eso, es tanta la necesidad del arrepentimiento, dolor de nuestros pecados, la confesión, pero no para luego pecar deliberadamente, sino para santificarnos.

Con nuestros arrepentimientos sinceros, sí, gozamos de la dulzura del amor de Dios, pero si caemos, ¡cuánta oscuridad en nuestro interior! Por eso, tenemos que aprovechar los tiempos para tener nuestros pensamientos ocupados en los asuntos del Señor, oración, meditación de la Sagrada Escritura y doctrina de los santos Padres, Eucaristía, y tan recomendable es tener un buen director espiritual, que nos ayuda en todo, y caminamos hacia el Señor.
18/06/16 1:04 PM
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
‘Conviértanse y crean en el Evangelio’. (Mc 1,15).

No nos cansemos de pedir la gracia de la conversión, para nosotros y para toda la humanidad. Con eso estaremos haciendo la voluntad de Dios, porque "esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad" (1Tm 2,3-4).
18/06/16 1:51 PM
Juan de los Palotes
No sé. No quisiera cargar las tintas sobre esto, pero todo en general tiendo a la desconfianza sobre todo lo que suene a "devotio moderna" y las derivas de experimentación.
18/06/16 4:14 PM
ACS
No deseo contradecir al papa,esta es sólo una opinión desde mi experiencia personal:

Yo he vivido esa experiencia,la del amor de Dios.De ahí mi conversión.Sin embargo no me parece la única auténtica conversión,ni siquiera la más auténtica.

Lo recuerdo bien,nunca se olvida.Llegué cerca de casa,sólo miré,no encontraba lo que esperaba pero miré a ver que había y sentí,de pronto,aquel amor tan inmenso nacer y crecer en mí y expandirse e irradiarse hacia todas direcciones más allá de los límites de mi cuerpo,aquel amor que no era mío,aquel amor que necesitaba darse y compartirse,aquel amor inefable, divino.Sentí una gran necesidad de amar sí! Aquella necesidad no era mia,era de aquel amor que crecía en mí.Era el abrazo de Padre a su hijo pródigo.Me llamó por mi nombre y le reconocí.Sencillamente lo supe.Le conocí y le amé.Y creí.

Y nací de nuevo sí!

Pero allí había un hermano mayor,un hermano fiel,un hermano que se quedó en casa con nuestro Padre,que lloró mi pérdida con El,que trabajó su tierra,la jornada completa,que le obedeció,que siempre se mantuvo a su lado...gratuitamente,sin fiestas especiales,sin abrazos divinos,sin pedir nada a cambio,sin despilfarrar su herencia...

Las grandes experiencias de Dios se nos regalan a los ingratos, a los arrogantes,a los egoistas y rebeldes,a los testarudos y ciegos...a los pródigos.Son auténticas conversiones? Sí! Pero los hermanos mayores son los que tienen el mérito de la conversión diaria más gratuita,amorosa y sacrificad
18/06/16 4:42 PM
ACS
CONTINUO:
la más firme,la más dificil,la más valiosa.

Ahora está de moda valorar la experiencia fuerte de Dios pero los que la hemos vivido daríamos todo por volver el tiempo atras y ser como el hermano mayor.

Creo que los hermanos mayores llevan ese amor de Dios en su interior desde siempre, por eso muchos no han vivido la experiencia de sentirlo nacer en su interior,creo que eso lo notamos los que nos habíamos vaciado de él.

Es una opinión personal,como yo lo he vivido y cómo lo siento.
Mi pena, mi gran pena es haber estado fuera durante 35 años y tener el mismo amor del Padre que el hermano mayor.

Mi reconocimiento y admiración más grande a todos los hermanos mayores del mundo.Que el Padre tenga en cuenta vuestro gran mérito.
18/06/16 4:49 PM
Jaime Ibarra
Concuerdo plenamente con el papa en esta frase.
Ya Benedicto dijo que la fe es un encuentro con una persona, y para mi la fe es encontrarse con el amor de Dios. Saber que hay alguien que te ama profundamente y murió por ti para salvarte es el primer anunció, el kerigma, que es por el cual uno conoce a cristo
18/06/16 8:38 PM
Soledad
Yo creo que nuestra relación con Dios no puede estar basada " en cuando "experimentamos" " o "sentimos". Si Dios lo envía todo se hace más llevadero.
La fe no es un " sentimiento" o una "experiencia '.En ella
está, la inteligencia , la razón y también el sentimiento y la emoción.
Cuando volvemos a Dios después de una caída, podemos hacerlo como San Pedro después de sus negaciones,pero a veces el sentimiento no acompaña.Sí no experimentamos el amor de Dios ¡no hay con versión! .Disiento
La virtud de la fe es sobrenatural,creo porque me apoyo en la
autoridad de Dios, creo porque lo hago en su Palabra y por que la Iglesia me lo enseña.
Nunca he dejado de creer si me retrotaigo hacia atrás. Ha habido épocas de "sentir ", "de palpar su amor" ; su Presencia,pero mi relación con el se basa en su Palabra, no en lo que yo pueda "experimentar" .

Me he liado un poco en la exposición
En definitiva "las experiencias" "los sentimientos" no son bases seguras para perseverar. Si Dios las manda ,te hierbe hasta la sangre,pero no siempre es así.
18/06/16 10:16 PM
jordi
La única conversión auténtica y definitiva es en el momento de la muerte, el dies natalis.

No porque uno se convierta significa que conserve la conversión hasta el día de la muerte.

Una cosa es la conversión y otra muy diferente la conservación de la conversión hasta el momento de la muerte.

El caso de Judas es paradigmático: no le sirvió de nada tener al mismo Jesús, porque no se convirtió en el último momento.
19/06/16 12:56 AM
Gregory
Experimentar es un termino ambiguo aunque en efecto es el amor de Dios que nos hace tender a la conversión
19/06/16 1:23 AM
Roberto
Leo vuestros comentarios, y la verdad es que tiene mucha "miga" todo lo que decís.
Para pensarlo, rumiarlo, reflexionarlo una y otra vez.
Los que nos movemos en fe pura y dura, el término "experiencia", por otra parte fundamental, se nos hace peculiar e insólito. "Experiencia de un encuentro", "experiencia del amor de Dios", "experiencia de la gracia salvadora sin mérito alguno".......Me pregunto si no es la "experiencia" un "plus" a la fe, ¿no nos remite la experiencia a fenómenos de tipo carismático, o más tangibles o intensos o claros que van a algo más allá de la fe con sus sequedades, silencios y oscuridades en las cuales nos movemos (yo al menos) la mayoría de los creyentes?

Dejo este comentario para vuestra opinión.
20/06/16 5:43 PM

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