(Agencias) Entre los puntos acordados figura el nombramiento de Tobin como delegado «ad nutum» de la Congregación para el Sodalicio de Vida Cristiana.
El delegado tendrá la atribución de aconsejar y sostener al Superior General y al gobierno del Sodalicio en el cumplimiento de todas sus competencias.
Asimismo, el delegado podrá valerse de un colaborador a quien podrá delegar sus atribuciones, pudiendo participar con él en todas las sesiones del gobierno general del Sodalicio.
Tobin guiará al gobierno del Sodalicio en las decisiones a adoptar en el caso de su fundador Luis Fernando Figari, mientras culmine la investigación en El Vaticano sobre las denuncias de presuntos abusos sexuales y otros cargos presentadas por exintegrantes de la organización.
Querella contra Figari y otros siete miembros del Sodalicio
El viernes, cinco exmiembros del Sodalicio informaron que denunciaron penalmente a ocho integrantes de la cúpula de ese grupo, incluido su fundador, Luis Fernando Figari, por asociación ilícita, secuestro y lesiones graves, que supuestamente sufrieron cuando eran menores de edad.
La querella fue presentada el martes ante la Vigésima Sexta Fiscalía Penal de Lima, que desde octubre investiga a Figari y a otros líderes del Sodalicio por presuntos abusos sexuales y lesiones físicas y psicológicas a menores que integraban la congregación.
El delegado Tobin guiará también en la administración de los bienes del Sodalicio, agregó el decreto citado por Moroni.
Se cierra la casa de Roma
El superior general informó que el Sodalicio ha tomado la decisión de cerrar la casa de Roma, donde ha estado viviendo Figari desde el 2010, y trasladarlo a «un lugar más aislado y acorde a los requerimientos que la Santa Sede ha pedido» para continuar con sus investigaciones.
Además de Figari, entre los denunciados están Jaime Baertl, Virgilio Levaggi, José Ambrozic, José Antonio Eguren, Eduardo Regal, Óscar Tokumura y Erwin Scheuch, así como «los que resulten responsables» durante la investigación fiscal del caso.
Los querellantes son José Enrique Escardó, Martín López de Romaña, Vicente López de Romaña, Óscar Osterling y Pedro Salinas, periodista que recogió los testimonios de sus compañeros bajo seudónimos en el libro «Mitad monjes, mitad soldados», cuya publicación motivó la investigación a los líderes del Sodalicio.
El Sodalicio declaró en abril a Figari «culpable de los abusos que se le imputan», y Moroni presentó ese mes ante el Vaticano el informe de su Comisión de Ética, que concluyó que hubo abusos sexuales a menores.